VIGENCIA
Hace unos días abordábamos una manera de clasificar las danzas del folklore vasco. Para ello, tomábamos como base la clasificación mas aplaudida de C.Sachs y cruzandola con la clasificación de J.A.Urbeltz, aquí al pie:
danzas masculinas individuales
danzas femeninas individuales
danzas colectivas de hombres solos
danzas colectivas de mujeres solas
danzas colectivas de hombres y mujeres
danzas y comparsas de carnaval
danzas de oficios
danzas-juego y juegos
Hay una interrelación entre el danzante y el auditorio, llamemosle mejor, público. en algunos casos discernir cuando este, el publico es necesario para una perfomance artística y cuando no es necesaria su presencia, ya que la misma tiene el mismo valor y significado sin su estación, es la base en esta nueva formulación.
Tenemos situaciones en las que necesitamos aese publico y situaciones en las que no. Resumiendo, estaríamos antes una clasificación con dos variables:
DANZAS con PÚBLICO
DANZAS sin PÚBLICO
Estudiar folklore, sus danzas, con la mentalidad traída de otro mundo, en unos de los pocos lugares en este mundo global donde su folklore esta sistematizado. Te hace un día si y otro también, replantearte la motxila de cierta sabiduria que uno porta. Una duda, recorre tu cuerpo al escuchar varias veces, "el tango no es una danza VIGENTE".
La vigencia se considera cuando una danza se trasmite de manera expontanea, sin academización previa.
Con este parámetro, para dilucidar cuantas de nuestras danzas Argentinas son vigentes, no ocupariamos los dedos de las dos manos.
Y la verdad, es un muy buen parámetro. Da la dosis de actualidad necesaria, sin bucear en demasía en el campo de la Antropología, analiza de manera perfecta cuales son los derroteros por los que surca cada sociedad el transitar en cada momento histórico.
Alguno ya dirá, adonde queremos llegar, es obvio. Ya C.Sachs dijo que el folklore Europeo sufrió una estocada letal por la 2° guerra mundial (inicio guerra civil Española). LLevar esta vigencia a nuestro otro folklore del alma el vasco, no es un capricho sino una necesidad.
La vigencia o no-vigencia, hacen del folklore un ser vivo o una obra de arte al capricho del escultor. Tender a un futuro solo de escultores de la danza, me preocupa.
AITOR ALAVA
12/6/16
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