Las clases en pandemia. "no estabamos preparados para algo así,,,,", claramente no o si, es la pregunta. Me pongo a pensar en voz alta. La bendita pandemia nos obliga de entrada a ser ultra-ordenados, en el lugar donde pudimos no serlo y nuestro supuesto pedigrí público, nunca corrió peligro,,,, ahora si,,,por el zoom todo se ve. Cualquier profesor entra al aula, y el alumno promedio no sabe si el susodicho lleva la y trae la clase preparada. ahora el clasroom más que un reloj es una guillotina puntillosa y puntual. Por no hablar del bendito mensajeo incesante, no existe el cedazo que separa el saludo de la consulta, si no lees todo, algo importante, se perderá, es decir, como si ese dia el profesor no hubiese ido al aula. En esas, casi un segundo o tercer plano, es la actividad propuesta. primero estar, segundo estar y tercero tambien. Es ahí, donde la inquitud propia, te movilizará primero como profesor, segundo como persona y tercero como trasmisor. No se trata de innovar, ya que ello va implicito, en el formato al que siendo nuevo para casi-todos, es una innovación por si misma. Se trata en llegar al otr@. En esa llegada, entra en juego otra ecuación tiempo/matemática. Los otr@s, están y cuando esos otr@s piden, el dar del profesor, nesesita sustancia. Justo ahí si en la pandemia esistía algún atisvo de atraso desaparece. capaz que el adelante se pareza al crecer milimetrico/anual de la cordillera Andina, pero,,,, que se adelanta, se adelanta!
