PENTSAMENTUA
Cada pisada, cada secuencia, que será su detrás, que no hay razón para atajar ningún paso, ni demón, ni héroe que venga de ultratumba, para descifrar nuestros pasos. Así en un estado Platónico de pensamiento, comenzamos con esas máximas irreductibles, por las cuales el libre albedrio, a veces campa. Si, San Agustin levantara la cabeza,,,,,
Es el secreto, o mejor dicho, la sustancia, lo que esta debajo, lo que no se ve y sin ser la realidad dentro de la caverna, en ocasiones se confunde y hacemos del borroso la realidad, Solo es trabajo, lo subsistente, tan sencillo, tan Aristotélico a la vez.
Nos empecinamos, en ser monismo-seguidores. Todo para que nuestro mundo, no sea tan plural como es, tan original en sus orígenes, tan incierto como real. Porque no venimos ni hacemos la nada. Cabalgar en una sociedad nihilista, no es obvice, para renegar como comunidad y grupo de ella misma. Desechemos los falso y valoremos lo positivo.
Es, eso como una infección, un picotazo, por alguna plaga bien-intencionada, la cual nos deja con pasión, cuasi dominados en un estado donde esas secuencias dominan nuestro cuerpo. Bailamos un pulso eterno entre la pasión y esa batalla eterna entre la razón y el entendimiento,,,,solo si la razón puede a la pasión, pues a darse un Kant-o en los dientes!
Ser propios, ser uno mismos, nos es contradictorio y mientras tanto todo lo debemos a la copia. Podemos protestar su poco analisis, es cierto, conociendo el original, es posible que la copia deje de ser un mero Adorno.
El más Urbeltz-iliano de sus libros, bailar el caos, tantas veces dicho como lo contrario al orden, y, a su vez primigenio y formativo en las fuerzas e uniones que lo "ordenaran". Todo se conoce por sus certezas y nuestras propias conductas, anudando, creencias y tradiciones, así de sencillo, haciendo cultura.
AITOR ALAVA
4/7/19
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