jueves, 26 de noviembre de 2015

MUESTRA FIN DE AÑO


BERNASCONI


2015

Empezamos unos cuantos hace 4 años. La vida,  la intensidad hace-hacen que en esta instancia fuésemos tres. Un Garufa, Tita y Pipistrela.Trío Cómico, trío dramático, trío que la ha remado, a favor, en contracorriente, por la ladera, campo traviesa, paso salto y al traspiés.














AITOR ALAVA
27/11/15

RASGUIDO DOBLE


EL DOMINGUERO

Rasguido Doble
Letra y Musica: Oscar Valles


Me voy pa'l pueblo con mi pilcha dominguera

camisa blanca, bombacha negra,

con alpargata, faja roja y corralera,

haciendo juego con mi cinto e'yacaré.


Allí me espera mi guainita enamorada

pollera verde, blusa floreada,

y me la prendo a la cintura y cara a cara

meta valsear rasguido doble y chamamé. 

Estribillo

El sombrero gris oscuro,

con un barbijo está el pañuelo justo al nudo.

Quién me aguanta en la bailanta

cuando embalado pego un fuerte sapucay.


Llevo el cuchillo afirmao en la cintura

de cuerno e'vaca la empuñadura

uso pa' todo tiene doble afiladura

y más que nada pa' defensa personal.


Y cuando el sol asoma el pico en la alborada

voy con mi zaino pa' la ranchada

medio cahú y con la billetera sin plata

pero contento por haberla disfrutao.



Bonus:

Aitor Alava
26/11/15

martes, 24 de noviembre de 2015

OLENTZARO,,,



OLENTZERO



ORIGEN
Lejos de conocerse documentalmente el origen de Olentzero, las más antiguas versiones tienen bastante similitud con la que José Miguel Barandiaran dijo haber oido a un pastor de Aralar.

Contaba aquel hombre que, por tradición oral, se había ido transmitiendo de padres a hijos la historia de que un día de fiesta, quizá cuando se celebraba el solsticio de invierno, los paganos o gentiles del lugar bailaban en la pradera de Matxabaleta, en Aralar, cuando una nube se fue acercando al lugar hasta llegar a tapar el sol. Se asustaron los allí reunidos y consultado el más anciano vaticinó que la nube anunciaba la venida de Kixmi, que en el lenguaje del momento significaba la llegada del Cristo, la venida del cristiano y el consiguiente final de su cultura, por lo que gritó:

Sortu dek Kixmi, Galduak gaituk. Jauzi mallotik bera¡ (¡Ha nacido Kixmi¡, ¡Estamos perdidos¡. ¡Arrojadme por los mallos¡.)

Cumplieron los deseos del anciano y le arrojaron al precipicio en tanto que la nube fue acabando con la vida de todos los pastores menos uno que pudo bajar corriendo hasta los pueblos cercanos para anunciar la sucedido: era Olentzero que, en versión cristiana, es el mensajero que comunica la llegada de Cristo mientras que en la explicación primitiva representa el final de la cultura hasta entonces existente. Olentzero también puede anunciar la llegada de la nueva luz, la luz del sol, al tratarse de la época en la que los días comenzaran a ser más largos.


En Aralar el lugar donde se ubican los hechos relatados sigue siendo conocido con el nombre de Jentillarri.

Símbolo Precristiano
Personaje simbólico precristiano que parece representar el fin del ciclo anual o el solsticio de invierno. Su nombre tiene variantes en diversas localidades del país:Olentzaro en Orexa, Lesaka y Arakil; Olentzero en Bera, Irún, Oiartzun y San Sebastián; Orentzaro en Zarautz; Onentzaro en Andoain; Orantzaro en Berastegi y Larraun. El área de este nombre con sus variantes comprende, pues, la zona costera y Beterri en Guipúzcoa y una parte de Navarra. Algunos de los temas que andan agrupados alrededor de este nombre van ligados en otros sitios a nombres comoXubilaro (Arakil), Suilaro (Sara), Xiularo (Uhart-Mixe), Suklaro (Salazar), Galerre(Salvatierra y Alegría), Kalerre (Ullíbarri-Gamboa), Putierre (Amarita). Según el historiador Isasti, de Lezo, con el nombre Onenzaro era designada Nochebuena en el s. XVII y dice que esa palabra significa "sazón de los buenos".

Resurrección María de Azkue le atribuye la misma significación. Otras interpretaciones apuntan a cierta época de las Antífonas de la O o "época de Oleries" (Caro Baroja) o a la "época de Noel" (Severo Altube). Satrústegui cree ver en la voz un eco más autóctono:

"Cabe, sin embargo, una última posibilidad que permite desandar el camino evolutivo de esta palabra, sin necesidad de recurrir a fuentes extrañas. Oles, es término conocido y muy arraigado en las tradiciones vascas. Es el símbolo de las canciones de ronda y significa cuestación. Todavía ahora en algunos pueblos de Vizcaya (Olaeta, Ochandiano, etc.) se valen de la expresión olez-olez ibili, para referirse a las cuestaciones de los muchachos. Quedan vestigios fehacientes de que en Navarra se conocía asimismo esta acepción. En la canción del Olentzero recogida en Urdiáin figura, incluso, dentro del texto":
Olez, olez,
bakallu jalez,
bost eta sei hamaika
txorixorik ez balin badago
igual dela lukainka.



Nombres y rituales 
Parece indudable, pese a las diversas caracterizaciones, que Olentzero representa de alguna forma el final del año. La más común de las representaciones es la de un hombre algo grotesco que hace su aparición en Nochebuena. En Oiartzun es un carbonero que vive con su mujer; en Zarautz, que tiene ojos rojos, sanguinolentos; en Elduaien, su cara es negra, tiznada con carbón; en Larraun, tiene tantos ojos como son los días del año, más uno; en Berástegi, aparece cargado de un haz de árgoma y con una hoz en la mano; en Zarautz, Lizarra y Oiartzun es comilón; en Elduaien, Lizarra y Berástegi, en Nochebuena se introduce por la chimenea en las casas y por tal motivo es preciso limpiar previamente ese conducto; en Oiartzun, viene a la cocina cuando la familia se ha retirado a dormir y se calienta al fuego del Olentzero embor"tronco de Olentzero" que arde esa noche en el hogar; en Berástegi, prende fuego a su haz de árgoma y así se calienta. En algunos pueblos, como Oiartzun, Lesaka, Leiza, Goizueta y Arakil, representan a Olentzaro con un maniquí gordo hecho con paja y trapos y, colocado en andas; así lo llevan por las casas para hacer la cuestación de Nochebuena; los niños de día, los mayores de noche. En Oiartzun existe también la costumbre de vestir de carbonero a un muchacho y llevarlo en andas por las casas en lugar de hacerlo con el maniquí.

Lo mismo practicaban antes en Bera, Pasajes, Andoain y Elduaien. En los pueblos de Larraun tienen colgada en la chimenea la imagen de Olantzaro con su boina en la cabeza y una hoz en la mano hasta después de la misa del gallo; en una ventana la tienen en Lesaka, Leiza y Arakil. En Bera y Oiartzun añaden que Olentzaro es un pregonero que anuncia el nacimiento de Cristo. He aquí lo que cantan en Oiartzun los jóvenes que hacen la cuestación con Olentzaro:


"Olentzero juantzaigu
mendira lanera
Intentziyuarekin
ikatz egiter
Adittu duenian
Jesus jayo dela
lasterka etorri da
parte ematera".


(Olentzero se nos ha ido / al monte a trabajar / con intención de / hacer carbón. / Cuando ha oído / que ha nacido Jesús / ha venido corriendo / a dar parte".

Finalmente, los jóvenes de Lesaka queman en la plaza del pueblo el monigote que representa a Olentzaro, un tragón insaciable:
Olentzero guria
eziñ degu ase,
bakarrik jan dizkigu
hamar zerra gazte;
sayeski ta solomo
tripazayak haste,
Jesús jaio dalako
konsola zatezte


Algo similar acontece en Goizueta:


Olentzero,
buru haundia,
entedimentu gabia,
bart arratsian,
eran omen du
bost arruado Zagia.

ay urde tripa haundia!
Orra, orra, gure Olentzero
pipa hartzen duela
exerita dago
kapoiak ba ditu
Arrautzatxuakin
bihar berendatzeko zato arduakin.

Jayo da, jayo da
Jaungoikuaren semia,
jayo da, jayo da
gure pozgarria.

Belengo portalian
gabaren erdian,
gayo da gure Jesús
estalpe batian...

Jayo da, jayo da...etc.

En varias localidades alavesas se encienden fogatas por Nochevieja y queman un pellejo de vino que representa el año que se acaba y lo llevan encendido por las calles mientras cantan: Erre pui erre, a quemar el culo a Putierre (Amárita). Algunos de los nombres, como también los monigotes y los fuegos de Nochebuena y Nochevieja, aparecen relacionados con un madero especial que arde por Nochebuena en muchos lugares del país. Subilaro parece que tiene uno de sus componentes -subil "tronco de árbol"- con clara referencia a dicho madero, entre cuyos nombres figuran: Olentzero-enbor (Oiartzun), Onontzaro-mokor (Larraun), Gabon-subil (Anzuola y Abadiano),Gabon-mukur (Bedia), Gabon-zuzi (Zegama), Gabon (Trespuentes), Porrondoko(Salvatierra), Subilaro-egur (Aezkoa), Suklaro-egur (Salazar) y Sukubela (Liginaga). Este madero es colocado en el fuego del hogar por Nochebuena. Es práctica observada en casas de Llodio, Trespuentes, Salvatierra, Bedia, Otxandiano, Arratia, Abadiano, Placencia, Anzuola, Zegama, Oiartzun, Eskiroz, Eraso, Arakil, Salazar, Liginaga, etc.

En Eskiroz y Elkano son tres los maderos que ponen al fuego esa noche: uno dedicado a Dios, otro a Santa María y el tercero a los que habitan la casa. En Eraso y en Arakil ponen, además, un palo consagrado a cada uno de los habitantes de la casa, más otro para los pordioseros. En Trespuentes el Gabon o tronco de Nochebuena solía ser muy grande y estaba en el hogar durante todo el año; en Larraun lo tenían al fuego durante el día y la noche de Nochebuena; en Llodio y Salvatierra, hasta Nochevieja; en Arratia, Otxandiano y Salazar, sólo por Nochebuena. En Olaeta encienden en el hogar un tronco de haya por Nochevieja y queman a su lado la parte que restó del que ardió el año anterior. Créese que el tronco de Gabon, por haber ardido en el hogar por Nochebuena, posee virtudes particulares. En Oiartzun preparan en su fuego la cena de esa noche. También en Anzuola y Abadiano practican lo mismo y, además, después de la cena todos los miembros de la familia se calientan colocados a su alrededor.

En Elduaien procuran hacer una gran fogata esa noche; de lo contrario, podría bajar por la chimenea Olentzaro armado con su hoz y destruir a todos. En Eskiroz colocan el tronco que fue dedicado a Dios por Nochebuena, en el portal de la casa el día de Año Nuevo o de San Antonio Abad y obligan a pasar encima del mismo a todos los animales domésticos: así éstos no morirán de accidente durante el nuevo año. La misma costumbre era practicada antes en Oiartzun y en Arakil. En Salvatierra lo vuelven a poner en el hogar cada vez que se presenta una tormenta con mucho estruendo a fin de alejar la nube peligrosa. En Otxandiano y en Arratia, en las casas donde hay un toro semental, colocan durante la cena de Nochebuena dos palos en el fuego del hogar para que se quemen por un extremo. Después lo sacan, hienden uno de ellos, ponen el otro atravesado en la hendedura de suerte que ambos formen una cruz. Esta es colocada luego en la cuadra del toro a fin de evitar que al animal le sobrevenga durante el año la enfermedad llamada maminpartidu. En Aezkoa conservan el tronco o sus carbones para encenderlos y producir la fumigación que puede curar el endurecimiento de la ubre cuando las vacas padecen esta enfermedad. En Olaeta el madero que ha ardido en el hogar por Nochevieja es llevado luego, después de la cena familiar, al establo, a fin de alejar las enfermedades del ganado. En Amorebieta creen que la comadreja no perjudica a los habitantes ni al ganado de una casa si en su hogar ha ardido el tronco de Nochebuena.

No dejan que se apague el fuego durante esa noche; de lo contrario, temen que antes de uno año muera algún familiar. En Bedia conservan el tronco de Nochebuena o sus carbones, los cuales bendicen la casa, según es creencia en el lugar. En Liginaga atribuyen al tronco de Nochebuena la virtud de hacer que nazcan hembras en el rebaño. En Ibárruri la ceniza que el fuego de Nochebuena produce en el hogar es llevada a las heredades o tierras de cultivo el día de San Esteban y allí es lanzada en forma de cruz a fin de desterrar a los animales dañinos. En Eraso, en cuanto uno muere, le colocan a su lado el palo de su nombre que ardió en el hogar por Nochebuena. Las prácticas relativas a Olentzaro -época, personaje, tronco de Nochebuena y fogatas- se asemejan a las de San Juan o solsticio de verano y reproducen las formas, un tanto cristianizadas, de varios ritos y ceremonias simbólicas o mágicas muy usuales en las religiones indoeuropeas. Este personaje se hallaba semiolvidado en la postguerra y su exhumación, similar a la de otros temas folklóricos, se debió al nuevo nacionalismo vasco de los años 60. En los 70 su llegada fue asimilada a la de Santa Klaus o Papa Noel en la Nochebuena, llegada esperada por los niños por ir acompañada de regalos y elementos misteriosos atribuidos antes a los Reyes Magos. Esta novedad fue introducida también por el nacionalismo especialmente en el mundo de las ikastolas.



José Miguel de Barandiaran Ayerbe
Javier María Sada Anguera
2012

domingo, 22 de noviembre de 2015

El refugio de la memoria.


BI ABESTI
Hay momentos que uno se refugia en la memoria, en sus recuerdos. Es una evasión de la realidad, mostrar inteligencia ante el dolor, curar heridas y sin-sentidos sociales, desde lo auto/afectivo, para poder caminar con la suficiencia que da la conciencia y la coherencia como persona. Ahí me vinieron a mi labios estas dos hermosas y fuertes melodías vascas:



Aitor Alava
22/11/15

EUSKAL IRRATIA

IRRATIA EUSKAL
El pasado miércoles, alumnos de 5° de Comunicación realizaron el programa IRRATIA EUSKAL. Fue un placer colaborar con ellos y realizar una entrevista (minuto 46), amena, personal e institucional. Zorionak!!!

Aitor Alava
22/11/15

sábado, 21 de noviembre de 2015

ETAPAS DEL GAUCHO

VESTIMENTA
 DEL GAUCHO
EPOCA  1770/1820
EPOCA 1821-1870
EPOCA 1871-1920
 Desde el último tercio del s. XVIII (1770/80) hasta el comienzo del período1810/20. Este periodo corresponde a la desintegración de la sociedad colonial, fin del Virreinato y a su definición como "criolla" o nacional, sin abandonar completamente la herencia cultural de España. Es el final de la edad del cuero y el cambio hacia la era de la carne salada, de la economía cimarrona a la cría y engorde de ganado. Es la epoca del desjarretador y la boleadora
Desde aproximadamente 1821 hasta el período de los conflictos internos,alrededor de 1870. Período de la conformación o consolidación nacional, de guerras civiles, de caudillismo, de la carne salada, del comercio, del comienzo de la inmigración europea.

Desde fines de la anterior, hasta aproximadamente la segunda década del s. XX. Corresponde al periodo militarista e institucionalista. Es el fin de los caudillos rurales, la era de la industria y de la tecnificación, del alambrado de los campos, de la refinación de las especies de ganados, del desarrollo de la agricultura y de la muerte y la transfiguración del gaucho, en paisano, en orillero o en matrero. Es la era de la bombacha y la bota fuerte. Es el paso del saladero al frigorífico.
Durante buena parte de esta época, conviven prendas y usos correspondientes a los dos grandes ciclos vitales del hombre rural rioplatense: el del gaucho y el del paisano. Al primero lo caracterizan las botas de potro, el chiripá, el facón y elchambergo, con pañuelo atado, debajo. Al segundo, la bota fuerte y la alpargata, la bombacha, el pañuelo hecho galleta, al cuello y la boina de vasco.
En esta etapa se dan sin excepción, casi todas las combinaciones posibles entre las prendas caracterizantes de ambos ciclos

Botas de fabricación propia, de cuero lonjeado o no, de vaca o ternera, de yegua o potro o de gato. Generalmente cortadas a medio pie, es decir con todos los dedos al descubierto, en cuyo caso, que era también lo más frecuente, sin medias. De tratarse de un estanciero o de hombre más prolijo, la bota era cerrada y usaba medias de lana o de algodón, hasta las rodillas, de uno o varios colores. Las cañas de las botas o iban estiradas y sujetas con una guasca o una cinta con borlas, de tejido color vivo, llamadas ligas o se doblaban casi al tobillo. A estas botas iban sujetas, siempre que el hombre estuviera sobre el caballo o en pie de marcha, unas grandes y pesadas espuelas, de bronce amarillo, de plata o de hierro forjado. Las más usadas eran las de bronce - llamado latón por los españoles - metal amarillo o las de buena plata del Perú.

La bota de potro se mantuvo como predilecta indiscutible, tanto en el uso rural como entre las tropas nacionales. Sólo fue, poco a poco, desplazada en las preferencias de estancieros, mayordomos y oficiales, por las botas fuertes, de confección, de uso obligado entre estos últimos nombrados. Botas de cuero curtido, de caña semidura (relativamente blanda en el tobillo), con un corte en su borde superior y posterior, cordón con una o dos borlas al frente o en su cara externa, conocidascomo granaderas o currutacas. La forma del pie bastante aguda pero con la punta roma, casi mocha y tacones bastante altos. Siempre negras. En cuanto a los más modestos peones o tropa de línea, utilizaban la bota de potro o bien iban descalzos.
Las espuelas mantienen su forma pero ya no se fabrican en latón o bronce, sino de hierro. Las de plata siguen siendo las de mayor uso entre los más pudientes.

Así, entre los peones troperos, carreros,es decir los más modestos trabajadores del campo, pueden encontrarse hombres vestidos con:
1. botas de potro, calzoncillo largo, chiripá de apala y de bolsa de arpillera, faja de lana, camiseta de lana, chaleco, pañuelo al cuello y chambergo o boina de vasco.
2. botas fuertes, calzoncillo y chiripá igual que anterior, faja y cinto "chanchero", camisa (a rayas, a cuadros o lisa); blusa "corralera", pañuelo, cchambergo o boina.
3. botas fuertes, bombachas, faja y cinco "chanchero"camiseta o camisa; saco o "corralera"; pañuelo, chambergo o boina.
4. alpargatas, calzoncillo de lana; chiripá de bolsa, faja, camiseta, chaleco, pañuelo, chambergo o boina.
5. alpargatas, calzoncillo cribado, chiripá de chal, cinto de tirador, camisa, chaleco, saco, pañuelo, chambergo.
6. alpargatas, bombachas, faja, pañuelo, boina


En la segunda mitad de este período aparece la alpargata, nuevo tipo de calzado de uso popular, aportada por los vascos.

Los casos de capataces, mayordomos, administradores y hacendados o estancieros, vestirán con las lógicas diferencias, las mismas prendas que los anteriores, también en diversas combinaciones, aunque no sin lógica, con alguna unidad de criterio:
1. Botas fuertes, calzoncillos, chiripá de merino negro con trencilla, faja,cinto, camisa, chaleco, saco, pañuelo, chambergo.
2. Botas fuertes, bombachas, cinto, camisa, chaleco, saco, pañuelo, chambergo
De la cintura hacia abajo cubría su cuerpo con dos prendas superpuestas: la interior, un calzoncillo de piernas largas hasta la pantorrilla, de algodón o de hilo (lino), con o sin calados o cribos y con un fleco en sus bajos, también de largo variable.Sobre los calzoncillos, unos calzones de corte de la época, es decir ajustados a las caderas y muslos, largos hasta la rodilla y con un corte lateral desde el bajo hasta el medio muslo, corte con ojales y con botones de metal, latón, plata y, excepcionalmente, de oro. Se confeccionaban con un pañete de lana, aunque los más comunes lo eran de triple (especie de terciopelo de lana generalmente rojo o azul); de bayeta o de pana. Los colores más frecuentes eran los ya mencionados, el negro, el castaño y el verde. Cada vez con mayor frecuencia estos calzones eran sustituídos por un rectángulo de tela o jerga,llamado chiripá medio poncho. Sujeto a la cintura y enrollado a las caderas, como un mandil o mantila, pero puesto de atrás hacia adelante, con el cruce abierto sobre la pierna derecha. Tanto los calzones como el chiripá, se sujetaban a la cintura con un ceñidor (cinta de aproximadamente diez centímetros de ancho) de seda, con flecos o borlas en los extremos, o faja, de lana tejida en telar, como los ponchos.

El calzoncillo cribado mantiene su uso universal entre las distintas clases, en el ámbito rural; tan sólo se alarga, desde la media pierna casi hasta los pies y se ensancha exageradamente abajo.Las franjas o cribos acentúan su lujo y calidad con motivos florales y, a veces, con iniciales y palabras completas.
El calzón de origen español es sustituído por el chiripá. Los estancieros y mayordomos, lo cambian por un pantalón de tipo militar de caballería y luego (desde 1835-38) en adelante, por la bombacha.


Sobre esa faja o ceñidor iba, a veces, el cinto propiamente dicho, llamadotirador, confeccionado con tela (seda, terciopelo) o de cuero fino (tafilete, gamuza) o de ambos materiales, combinados con un gran bolsillo atrás y otros dos a los lados, cerrado al frente con varias hebillas o con abotonaduras de metal (plata, latón), llamadas más tarde "rastras".
El ceñidor y el tirador servían para sujetar el cuchillo o daga o puñal, siempre sobre los riñones y envainado de derecha a izquierda y de arriba abajo, de tal modo que el codo derecho flexionado fácilmente tocara el extremo de la empuñadura.
Faja de lana, de algodón o de seda y de colores, larga, a veces con flecos en los extremos.
Cinto de tirador: se mantiene.


Cubríanse el torso con una camisa también de crea, de algodón o de lino (hilo). Encima de la camisa, el armador o chaleco de pañete, especialmente en invierno, una chaqueta, chupa o chamarra.

La camisa mantiene las mismas características, materiales y forma de la primera etapa.
El chaleco sólo cambia algo su forma, por las variantes de la moda en los medios urbanos, que se trasladan alámbito rural. Los bolsillos pierden sus tapas, se usa más corto y de abertura mayor, disminuye la cantidad de botones que ahora son forrados o de metal o de concha, teñidos de color y muchas veces colgantes a modo de gemelos; se ciñe aún más al torso, las solapas se hacen de otro material y con bordados. Las telas predilectas para su confección son la seda, el mordoré, la pana y el terciopelo. Los bordados, finos y pequeños, son en colores y jasta en hilos de oro y plata.
La chaqueta mantiene sus características de forma y materiales de confección y se le aplican pequeños bordados o, con mayor frecuencia, adornos de trencilla o "pinos".


Cai siempre, el hombre de a caballo iba siempre cubierto por su poncho. Sobre las postrimerías de este período se extendió, por influencia militar, el uso de un poncho de bayeta azul, con forro colorado, que, por ser dado por el Estado, fue llamado "Patria"
El poncho mantiene plena vigencia, generalizándose cada vez más los de confección industrial europea (ingleses), tanto los de lana para invierno, como los de algodón y aún de seda, livianos, para verano. Pero el que adquiere uso universal es el "patria".

Todos, sin excepción, agregarán como complemento indispensable, liviano o de invierno, la única pilcha de uso verdaderamente universal del medio rural rioplatense, la que atravesó como una bandera triunfante todas las épocas y todos los estratos sociales: el poncho.

A veces sobre la cabeza sólo llevaba el pañuelo o un gorro de manga, conocido también como de Pisón, de uso militar y, entre los indios al servicio del rey y la marinería, de paño azul o colorado, aunque también los hubo verdes.
El sombrero es el chambergo o el de pajilla en verano. Tambien los sombreros panza de burra y los de fieltro blanco ("del Cuzco").


Se mantiene el uso del pañuelo.Entre los militares, estancieros y mayordomos comienza a usarse un corbatón o pañuelo más pequeño, usado como tal, generalmente de seda y otra tela liviana, hecho un moño o en nudo de corgatín con dos puntas.
El sombrero sigue siendo el chambergo o el de pajilla en verano, con su barbijo, al que las guerras internas agregan una cinta en la base de la copa, con alguna inscripción alusiva a esos conflictos, llamada "divisa". Los militares de rango y estancieros (y sus mujeres cuando van a caballo) adoptan en este período el sombrero de copa o galera,. En algunos cuerpos militares se acentúa el uso del gorro frigio, al que se agregan cintas de color y cocardas con significado político. Hacia la mitad de esta etapa aparece la boina, que adquiere un creciente uso rural. Poco a poco van perdiendo vigencia los sombreros panza de burra y los de fieltro blanco ("del Cuzco").



Estos atuendos eran usados o desechados temporalmente, conforme la ocasión (visitas sociales, trabajo rural, carreras, etc).


En esta etapa se dan sin excepción, casi todas las combinaciones posibles entre las prendas caracterizantes de ambos ciclos.
En el vestir espontáneo y funcional, decorativo, simple, rudo, colorido a veces acompadrado o cursi, de los hombres de campo no hubo cánones, pragmatismos, reglas o modas. Fue la natural expresión de una escala de valores propios de su cultura, donde la función, la practicidad y la fantasía fueron siempre aliados inseparables de la necesidad, el hábito y la ocasión.

BILIOGRAFIA:
- Beron, Lidia 
Teresita
 “Vestuario Criollo-1770-1920” ED-De la campana
Aitor Alava 
21/11/15

viernes, 20 de noviembre de 2015

EUSKARAS-II

GORULARIENAK
Nombre con que se designa a una estampa-canción de hilanderas creada para las fiestas Euskaras que se celebraron en Durango en 1866 y que actualmente se suele hacer extensivo al grupo de tres danzas, incluida dicha estampa, que una comparsa de niños bailó en dichas fiestas y posteriormente se han recuperado y mantenido en la zona.

Entre los diversos concursos generales de tipo cultural que se organizaban en estas fiestas vascas, que se prodigaron en las últimas décadas del siglo XIX, también se incluían danzas tradicionales, tanto individuales como colectivas, con el objetivo de propiciar el mantenimiento y recuperación de las viejas costumbres del País. En Durango, junto al concurso de la Dantzari Dantza tradicional de la zona, se preparó para el evento a una comparsa de niños y niñas locales a fin de que ofreciesen otras danzas. Dos de ellas con referencias históricas anteriores en la Villa. Una, la danza de cintas con el Dominguillo o muñeco en la punta del palo, que formó parte de las que fueron ejecutadas durante siglos por los danzantes locales en las fiestas del día del Corpus y la otra, una danza de arcos, que anteriormente encontramos mencionada entre las que se bailaron ante Fernando VII en su visita a Durango en 1828, siendo ejecutada, en dicha ocasión, por un grupo de chicas.


Junto a estas dos danzas, y como novedad importante, se montó y estrenó una estampa-canción en la que se simulaba el trabajo de las hilanderas, realizando las diversas operaciones necesarias para la creación de hilo a partir del lino y su uso posterior, contando para ello con los instrumentos correspondientes, como mazos para golpear el lino, espadas, txarrantxas, ruecas, etc., que eran manipulados mientras cantaban, tanto las chicas como los chicos. Estos últimos, con sus golpes de mazo, marcaban el ritmo en ciertos momentos. Para ello se basaron en los versos que J.A. Moguel, publicó sobre este tipo de trabajos, en su obra Peru Abarka, de donde están tomadas las letras de los cantos. La música de la comparsa se encargó al músico Valentín de Zubiaurre, natural de la vecina Garai y maestro de la Capilla Real en Madrid, padre de los pintores Valentín y Ramón. Es probable que en la elección del tema influyese el haber sido publicada en Durango, cinco años antes, la obra de J. A. Moguel. De este modo, sobre la base musical creada por Zubiaurre y la letra de Moguel, se organizó una nueva estampa-canción que se denominó de las hilanderas o Gorulariak.

Además de la estampa, las danzas, anteriormente bailadas una por chicos y la otra por chicas, también en esta ocasión fueron interpretadas por un grupo mixto.

Al año siguiente, el grupo de niñas y niños se trasladaron a Bilbao para bailar ante la Reina que visitaba la Villa. Posteriormente, los grupos de bailes organizados alrededor de Juventud Vasca, incluyeron las tres danzas en sus enseñanzas; incluso se llegó a publicar una descripción musical y coreográfica para facilitar su expansión por todo el País. A partir de ello se extendió la costumbre de denominar como hilanderas a las muchachas que lo bailaban.


Actualmente, estas tres danzas, bailadas y cantadas por un grupo mixto de ocho chicas y ocho chicos, han tomado carácter tradicional en las fiestas patronales de Iurreta y Durango.

Iñaki Irigoien
2014

jueves, 19 de noviembre de 2015

martes, 17 de noviembre de 2015

domingo, 15 de noviembre de 2015

Crónica-SNV-EKIN.D.T


MAAAAA-CAAAAAAA-

...CHÍN

Una llegada demorada. Algo que aprendimos en este viaje, entre tantas otras cosas, es que para llegar a Macachín “hay que doblar después de Catriló”, nos quedamos dormidos con tanto mate, torta y vamos a decirlo, después de jugar con un globo. Ante el comentario a los conductores “¡nos dormimos, nos pasamos!” la respuesta fue “nosotros también cabeceamos un poco…”
Vivimos 3 días en 2 casas, una fue tildada de hippie según algún registro fotográfico que lo argumenta, sobre la otra nos contaron que era la casa de Gran Hermano aunque nunca encontramos el canal GHmacachín (aguardamos una crónica farandulera). 

El almuerzo del viernes, unas buenas milanesas (¡este año se podía repetir!). En la casa hippie hubo siesta al sol, también instrucciones para un baño algo trasgresor, pero las caras de sorpresa fueron muchas y no dudamos en el tradicional: agua y jabón. 
Más tarde el chupinazo con abanderados en tiempo y forma; una buena cena, Maral-eando el sonido (se advierte resaca); Ekin Dantzari todo en la romería, letras desconocidas para muchos (agradecemos los mayores los paseos en taxi a pesar de eso). La espuela, el regreso a la casa, un "bocadillo" en la cocina para el akelarre y a dormir.
El sábado al mediodía un desayuno esperado: mate y chorizo seco, aunque el cinzano en ese momento se hizo desear. Después del almuerzo un ensayo en el escenario (esperamos que se repita, al igual que la doble ración de milanesas en futuras semanas vacas).
Otro ensayo, ahora en el patio de la casa: arcos y dantzari-dantza, a esa altura comentarios sobre retención de líquidos eran emitidos sin tapujos, lo personal bien compartido, el hipismo se profundizaba. 
Sesión de fotos improvisada antes de salir, la temática: oriental. Cuando fuimos a buscar el palo para la cinta dantza nos encontramos con dos perdidos en Tokiochín, pero con unas cervezas en la mano, no íbamos a decir que no…; una espera con muchos nervios, y después sí, el baile.
Se saltó y se golpeó, nos miramos y animamos. El paloteado introducía un baile, que un poco se anudó, se trabó, se tironeó, se cortó, y con la música de nuevo; bailar se bailó.
Bondiola, tortilla, rabas, cinzano y cerveza para aclimatarnos, esta vez no estábamos para tomar ningún taxi, emprendimos la vuelta en tandas y hubo prueba ruidosa de una segunda ronda de cinzano después de la romería. El núcleo joven, ¿último el volver?, supo perder los cascabeles, aunque al otro día cual zapato de cenicienta, alguna marca recordó las aventuras de la noche anterior. 
El domingo dos imágenes ilustraron la mañana: alguien "azucaraba" el café con un líquido procedente de una petaca y en la última pasada de dantzari-dantza otro hacía globito en elevación. 
Vivir con otros implica respetar tiempos, compartir cuartos y colchones (como las dos colegas que practicaron discusiones propias de un matrimonio)…; pero también lavarse los dientes en la cocina porque la fila para el baño se hacía larga. Incluso es resignificar o recordar cómo habitar un espacio; el patio fue un lugar reponedor por medio de siestas, charlas, mates, ensayos, tareas manuales y algo de folklore; no por simple pertenencia territorial, sino por interés. Si se trata de contextos, bailar folklore en un patio ya tiene historia (o historias) y está de más apelar a lo geográfico.
El domingo nos apesadumbraba el regreso a la rutina porteña, y es que en esos tres días no solo comimos y bebimos muy bien, sino que nos sumergimos en la vida de un interior, condición que la mayoría conoce y remite a alguna cuestión corporal-emotiva, entramos en el territorio de la memoria. Eso puede explicar porque nos aclimatamos rápido a otro tiempo, que no está marcado por viajes en subtrenmetrocleta, jornadas laborales y estudio. Más simple, este grupo sabe muy bien lo que es el chorizo seco, la siesta o la elisión de la ese; la vida en "el interior". Lo sabe más allá de donde haya nacido cada uno, es algo compartido que genera complicidad. 
Romper con esa idea de tiempo predispone al cuerpo, así fue como en el regreso disminuimos nuestra edad para jugar como niños y cantar "Bartolito", aunque nuestra memoria puede fallar y Bartolito termine siendo un sapo en lugar de un gallo.

EKIN.D.T