miércoles, 30 de marzo de 2016

TANGO en el MUNDO


Fue a París y regresó engalanado. Es la historia de un segundo hijo prodigo. Es la historia de la danza mas apasionante que une al mundo sin saber, que lo que buscas solo el otro te lo da, y, porque el otro esta buscando lo mismo.

Fernando y Valeria tango en París

Asier y Amelia, milonga, Donostia

River Tango 2008 - London Internantional Tango Festival - Ruben & Sabrina Veliz

Rättvik-
Suecia

Tango in Havana, Cuba.

Berlin Tango High 2012 - Hit & Run Milonga, Homer & Cristina 

Moscu, Ekaterina Jardin milonga, tango en Rusia









Aitor Alava 
29/73/16

domingo, 27 de marzo de 2016

Grandes Ceremonias




1992





2008



Son dos grandes ceremonias de apertura. La primera fue pionera. La impronta teatral del País Catalán en Barcelona 92 marcó un sello. Un sello que los Chinos lo llevaron a  limites insospechados de perfección. Minuto 32, una caja múltiple 40x25 nos dan 1000 personas, no hay palabras.

Aitor Alava
28/3/16

ABERRI EGUNA-2016


TELESFORO

MONZON

Esta imagen de la Pastoral Telesforo Monzón ha sido uno de los primeros pensamiento al recordar que día es hoy. Quien era este señor, no es un objetivo prioritario hoy, lo que si evocar un sentimiento de libertad a más 12 mil kilómetros.




Uno de sus legados y trabajos literarios es una de la canciones mas entonadas en cualquier rincón de nuestra geografía:



Tralara, Tralaralala, Tralara, Lepoan hartu ta segi aurrera. (bis)

Gazte bat lurrean aurkitu dugu,
lore gorriz beterik kolkoa
burdinen artetik ihesi dator
euskal gazteriaren oihua!
mutilak, eskuak elkar gurutza
ekin ta bultza denak batera!
bidean anaia erortzen bazaik
lepoan hartu ta segi aurrera!



Ez dugu beldurrik,
ez dugu lotsarik
nor geran, zer geran aitortzeko!
ez gaituk lapurrak, ez eta zakurrak
kataiaz loturik ibiltzeko!
gizonak bagera, jo zagun aurrera,
gure herriaren jabe egin arte!
askatasunaren hegal azpian
kabia egiten ohituak gare!
ibiltzen aspaldi ikasia dugu,
otsoak eskutik hartu gabe!




Tralara...

Arrotzek ezpataz hil nahi banaute
izutuko gaituztelakoan,
zutitu ta euskaraz mintzatuko naiz
nere hiltzailearen aurrean!
mutilak, ez gero nigarrik egin
erortzen banaiz gau ilunean,
izar berri bat piztutzera noa
Euskal herriko zeru gainean




Tralara, Tralaralala, Tralara Lepoan hartu ta segi aurrera. (bis)
¡La-la-ra
La-la-ra la-la la-la-ra
¡Carga con él y adelante!
¡Carga con él y adelante!

Encontramos un joven caído,
el pecho lleno de flores rojas...
¡De entre los barrotes llega
el grito de la juventud vasca!
¡Unamos nuestras manos!
¡Actuemos todos unidos!
Si en el camino cae un hermano...
¡Carga con él y adelante!


No tenemos miedo, no tenemos vergüenza
de declarar quiénes somos, qué somos.
No somos ladrones, no somos perros
para que nos aten a una cadena.
Si somos hombres, sigamos adelante,
hasta ser dueños de nuestro pueblo.
Estamos acostumbrados a anidar
bajo el ala de la libertad.
Aprendimos a caminar
sin dar la mano a los lobos.

La-la-ra

Si el enemigo quiere amedrentarme
amenazándome con su espada,
ante él me erguiré
hablándole en mi lengua.
No me lloréis si caigo
en esta oscura noche.
Encenderé una nueva estrella
sobre el cielo de Euskal Herria...
sobre el cielo de Euskal Herria...
sobre el cielo de Euskal Herria...

La-la-ra
La-la-ra la-la la-la-ra
¡Carga con él y adelante!
¡Carga con él y adelante
!


AITOR ALAVA
27/3/16

sábado, 26 de marzo de 2016

MASKARADA-X


EL BOYERO

y la


TEJEDORA

Con estas palabras comenzaban esta mas que decena de entradas sobre la maskarada de zuberoa: Este es un tema hasta ahora no abordado en este blog. Deliberadamente no abordado. Se ha escrito mucho y bien. Teórias incluso revolucionarias, leyendas ancestrales, mapas astrales del Japón, vagabundos en la noche, bueyes robados, títeres que cobran vida y gitanos errantes en el tiempo.

Este pictorama del 2013, es un buen resumen de todo lo desgranado hasta esta linea. Pero siempre estará la duda o inquietud, que más?. Tener esta respuesta es como poseer la caja de Pandora. Una minuciosa lectura de las 9(más 1) entradas anteriores, nos da una pista, hay que ser perspicaz y mal pensado con unas gotas de osadez para afirmar que es deliberado y alevoso la ausencia de citas bibliográficas en ciertos autores del trabajo que en adelante desgranaremos.
Esta instantánea, es un reflejo, es un orden y desorden, dentro de un un mundo conocido, no es mas que un caos ordenado. Ahí radica el secreto, no dejarse engatusar por los iconos y su obviedad y buscar como lo hizo JUAN ANTONIO URBELTZ en su emblemática obra "BAILAR EL CAOS", en los lugares comunes donde cohabitaban con nuestros antepasados tiempo atrás: Leyendas, cuentos, estrellas, sentencias, señores y extranjeros, extranjeros que no lo son y un mundo animal, que se humaniza para satirizar a los perfectos humanos.
 Ariadna y Teseo,  los mitos en China y Japón sobre El Boyero y la Tejedora, más un cuento zuberotarra sobre el robo de una pareja d bueyes y sus protagonistas condenados a bagar en la mismísima Osa Mayor, hace que uno se detenga en la lectura y piense en reconvertir una secuencia de pasos y música en todo un engranaje de cultura compartida en medio mundo!
Comprender, en algo tan sencillo como la cuenta de cuarenta, poder asimilarla a un calendario cristiano, no es una aseveración visionaria, transitamos por ello año a año, es  la constatación sencilla en todo un mundo popular. Quienes se apropian y atesoran en ocasiones ese tesoro, no es cuestión hoy en estas  frases. Ver como ese animal por momentos cuasi-extinto, en las montañas de Euskal Herria amalgama todo un ritual y llega hasta nuestros días sin estar presente, no es otra cosa que en-paralelar y marcar en vía colindante esta fiesta viva ancestral con la supervivencia del pueblo vasco.
La novia siempre en la maskarada en un RIGUROSE blanc, es justo en este punto donde todo el entramado metáforico Urbeliano adquiere un dimensión verdadera y creíble. Todos ven una novia, todos vemos una novia,,, si hasta mi daltonismo me respeta en esto es por ello que lo obvio no es tal, y es una novia por csar cuya situacion espacial en el cortej la situa con el padrino de boda o Jauna al señor que el robaron la pareja de bueyes. Todo es circular. Todo tiene sentido, rebuscado dirán, quizás si, lo que no se duda es de su magnetismo. Obsevar detenidamente los impás en una maskarada te da el pie hacia un hilo conductor no sabido y respetado a la vez que cual guion sabido sus participantes ejecutan con la alegría que les da su saber de pertenencia grupal y cultural.

Añadir texto después de estas imagenes, es un ejercicio de imprudencia. Solo Tomen el libro de Urbeltz y disfrútenlo!

AITOR ALAVA
26/3/17


jueves, 24 de marzo de 2016

MASKARADA-IX


DANZA en ZUBEROA



La especificidad de la danza tradicional en Zuberoa radica en una depurada y particular técnica que muestra un nivel excepcional en las usanzas populares y que ha sido transmitida de generación en generación por expertos maestros a alumnos selectos.

Los difíciles bailes suletinos se construyen a partir de unidades básicas de movimientos: punttuak (los puntos) o "points de principe" [Guilcher]. Desde los más sencillos: sinple, pika... a los más difíciles: entrexat, freja o frejat doblea. Que, según el origen geográfico del dantzari o de su maestro varían de estilo. Las danzas brotan de la combinación de esos pasos y si se quieren bailar adecuadamente, alcanzan una complejidad técnica considerable.

La tradición de danza en la región es antigua. Desde la primera mitad del siglo XIX, los estudiosos de la cultura vasca vienen señalando la singularidad de las danzas propias de Zuberoa. Los más antiguos testimonios hablan de largas veladas de iniciación por parte de los maestros veteranos a los jóvenes a partir de los diez o doce años, tras las labores cotidianas. Hasta la segunda mitad del siglo XX los muchachos suletinos se esforzaban en imitar a los buenos bailarines a los que tomaban por modelo. Después otras posibilidades vinculadas al deporte o al ocio desplazaron aquél aquilatado interés. En el último cuarto del siglo XX, la incorporación de la mujer en los papeles antes reservados a los hombres y la toma de conciencia sobre la propia identidad y el patrimonio inmaterial han revitalizado la danza suletina. Los eventos que la ensalzan siguen fieles a la herencia y sin menoscabo del Dantza-jauzien eguna y las respectivas fiestas patronales, la danza suletina sigue viva en las Maskaradak carnavalescas y en las Pastorales.

La fuerza generatriz de la mascarada de Zuberoa es la danza. Sin el número adecuado de bailarines versados no se puede sacar la maskarada. Suele estar integrada por un cortejo de unos veinte o treinta personajes divididos en dos facciones contrapuestas. De un lado la mascarada roja (en ordenado séquito) y del otro la negra (en forma anárquica). Los músicos separan los grupos. En la primera encontramos los cinco dantzaris principales o aitzindaris que protagonizan, con su propio carácter y personalidad, los bailes más bellos y difíciles: txerrero, gatuzain, kantiniersa, zamaltzain y entseñaria.

Del repertorio suletino popular destacamos: Satan Dantza, Gabota, Mariana, Godaleta, Braletik jaustia I, II y III, Barrikada, Arribada, Entsenai phuntia, Barrikada haustia, Air de la paix y Aintzina phika como danzas principales a las que hay que añadir: Makila, Kestuen Dantza, Kauteren Dantza, Xiberoko Kadrilla, Mazurka, Maitena (Kadrilla), Buhamiak, Kokot, Kaidera Dantza, los Phastualeko Ahaideak (Jelkhia eta Erretira, Turkak, Turkuen martxa, Guduka, Kurra, Pape, Khiristiak) y la colección de Iautziak vigentes que se cita más adelante.

Las danzas en su contexto.

Barrikada. La acción con la que se pone en marcha la maskarada se denomina Barrikada haustia. Los primeros en proceder son los errezibitzaileak, quienes, individualmente primero, y colectivamente después, bailan dando comienzo a la celebración. A continuación viene el turno de maskarakaiak, es decir los miembros de la Mascarada visitante. La tarea inicial consiste en superar un pequeño obstáculo colocado por los anfitriones en medio del camino (podría estar formado por barricas). Los componentes de los aintzindariak pertenecientes a los "rojos" son los primeros en atravesar la barricada danzando. El obstáculo es atravesado en el siguiente orden: entsenaria, xerreroa, gatüzaina, zamalzaina, y kantiniersa. Les siguen jauna y anderea. Tras ellos vienen laboraria y laborarisa. A continuación marexalak. Posteriormente küküileroak. Al igual que los errezibitzaileak, bailan primero individualmente, y después en grupo. Una vez que los componentes del grupo "rojo" sortean la barricada, llega el turno de que hagan lo mismo los del grupo "negro". Éstos tienen su propia forma de atravesar la barricada: a la carrera y emitiendo gritos y alaridos, describiendo un círculo alrededor del grupo "rojo", para arrojarse finalmente al suelo unos encima de los otros. Los participantes son obsequiados con comida y bebida. La misma secuencia se repite durante toda la mañana ante cada una de las barricadas que puedan hallar en el recorrido hasta la plaza donde aguarda la barricada final preparada por las autoridades locales.

Iautziak. Salvada la última barricada, los miembros de los grupos "rojo" y "negro" junto con las autoridades y habitantes de la localidad anfitriona y otros visitantes, se disponen en círculo para bailar los iautziak denominados Aitzina-phika y Moneinak. Concluidos los iautziak todos los participantes son invitados a comer. Una vez finalizada la comida vuelven a reunirse en las proximidades de la plaza donde se celebrará la función completa. En la función de tarde, tras los números de Kereztuak y Marexalak intervienen los Aintzindariak que bailan varias danzas y dan paso a los xorrotxak y éstos a los buhameak; tras ellos tiene lugar la escena de los Kauterak con la muerte y resurrección de Pitxu. Los dos iautziak citados se bailarán al final de la fiesta en corro abierto a la participación del público. El repertorio habitual de iautziak a comienzos del siglo XXI es el que sigue: Ostalersa, Ahüntza, Hegi, Zazpi Jauziak, Moneiñak o Mouneñak, Mutxikoak, Atharrastarrak, Txarmantina, Gibandriak, Bralia, Lapurtar Mutxak, Laraburu...

Entre otras danzas propias de estos cinco distinguidos componentes, los Aintzindaris muestran su habilidad en Godalet dantza que por su vistosidad ha devenido en símbolo del folclore zuberotarra. En esta danza, cada aintzindaria debe bailar por turno en torno a un vaso de vino de forma precisa casi rozándolo, saltando junto a él o sobre él y procurando no derribarlo. Y en Gabota que es otra de sus danzas características, elaborada a partir de un iautzi, ejecutada tanto en filas como en círculo. Del conjunto de Gabotak existentes al norte de los pirineos, la suletina es la de mayor desarrollo y dificultad.

En contraste con las anteriores la fiesta incluye las danzas de los gremios u oficios. Así, los Kerestuak o castradores desempeñan su labor mediante una representación teatral con un baile donde se parodia el trabajo de castrador: el aprendiz no acierta por lo que es despedido y el patrón contrata a Pitxu que confunde Zamalzain con Kantiniersa, visto lo cual el aprendiz vuelve a ser admitido y logra terminar el trabajo. Los Marexalak son los encargados de herrar a Zamalzain y también ejecutan su propio baile. Los Buhameak largan un sermón con sus aventuras y concluyen su actuación con una danza de espadas de madera ejecutada de forma descoordinada. El afilador (txorrotxa) después de entrar en la plaza y saludar mediante una serie de cantos debe afilar la espada de Jauna. Al igual que antes se producen tres intentos. En el primero el ayudante es despedido y es contratado Pitxu que resulta, como cabía esperar, peor que el ayudante. De nuevo se contrata al ayudante para terminar la labor.

Bralia [Brale, branlea] Se baila en la representación de la tarde. Se forma un gran corro abierto, colocándose el Jauna y el Laborari en cada extremo. Entre ellos se encuentra el Bandelaria, encargado de guiar el corro en todo momento, formando otro corro en el centro los aitzindaris. En esta danza se busca la participación popular, introduciendo los buhameak y kauterak a gente del público en el corro. Se reservan siempre los puestos al lado de jauna y laborari para los invitados de honor. La danza se divide en tres partes: kontrapas, Braletik Jauztia y Karakoltzia. El kontrapas es un jauzi que se baila de forma muy lenta y cogidos de las manos. Los participantes, incluido el público que lo desea, forman una cadena abierta encabezada por jauna y cerrada por laboria. Enseñaria dirige la danza y baila cambiando de mano la bandera. Txerrero, Gathuzain, Kantiniersa y Zamalzain bailan en corro dentro del círculo. En Braletik jauztia los aitzindaris van exhibiendo uno a uno sus facultades con los pasos más delicados. En la Karakoltzia el entseñari ejecuta una serie de pasos con el jauna y laborari, haciendo mover el corro por un extremo u otro con un paso constante. Resurrección María de Azkue habla de una melodía de este tipo recogida en la localidad de Santa Grazi en la alta Zuberoa, se cree que también se bailaba al finalizar la comida de bodas.

Braletik Jaustia:

Kadrille. Tanto en el recorrido de la mañana como en la actuación de la tarde se puede presenciar los cuadros de danzantes para otros bailes de corte eminentemente mixto y social: Kadrillak, Polkak y Kontrajantzak. La kadrille, del francés quadrille y a su vez del español cuadro o cuadrillo, proviene de un tipo de danza de salón, heredera de la antigua contradanza francesa del siglo XVIII, que estuvo de moda desde principios del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. Se realizaba por cuatro bailarines en parejas o por cuatro parejas en una formación en forma de cuadrado. Es un antecedente de la Square dance.

Gabota, Satan Dantza y Godalet:

Los personajes

Txerrero: Lleva un palo del que cuelga de su punta una cola de caballo. En la cintura lleva seis cencerros de bronce. Txerrero es el personaje que barre el suelo con un palo en cuyo extremo cuelga una cola de caballo

Gathuzain: Puede coger lo que quiera con su instrumento, parecido a un pantógrafo, con el que no para de molestar a la gente.

Kantiniersa: Es una cantinera ataviada al uso militar del siglo XIX. La Kantiniersa es otro de los personajes femeninos de la Mascarada, el único en el grupo de Aintzindariak. Su vestimenta se asemeja a la del Ejército Napoleónico, al igual que el resto de los gorriak.

Zamalzain: El caballo, está considerado como el figurante más destacado. Zamaltzaina es un personaje de aspecto equino, sin duda el personaje principal de la Mascarada.

Enseñaria: Es quien se encarga de portar y ondear la bandera de Zuberoa.

Manitxalak: Los herreros de Zamalzain, suelen ser tres o cuatro, el que hace de patrón, además de tenazas y un martillo, lleva delantal de cuero.

Kerestuak: Son los castradores. Muestran un comportamiento serio y ordenado, y en general suelen ser dos: el patrón y el aprendiz. Visten con traje de pana y portan un bastón a la espalda y hablan en bearnés.

Jauna eta Anderia: los señores, hacen de presidentes de los diferentes trabajos que se realizan en la danza. Él viste un frac y lleva un bastón y sable. Ella luce un vaporoso vestido blanco.

Laboraria eta Laborarisa: los campesinos, vestidos con oscuras ropas, él con un akullu (aguijada, palo con pincho en la punta para dirigir al ganado), símbolo de su condición, y ella con una cesta.

Txorrotxak: son los alfiladores, un patrón y un aprendiz. Su función es afilar la espada de Jauna y durante la Mascarada, en su discurso van haciendo comentarios alusivos y críticas. Su vestimenta es similar a las anteriores, traje de pana, y gorras de pana con una ardilla disecada incrustada.

Bohaumiak: En número de cuatro, llevan una gran espada de madera con la que bailan una danza. Buhameak son gitanos que van vestidos con trajes hechos con tela de colores y flores, llevando consigo una espada de madera.

Kauterak son los participantes más sucios y feos. Son media docena, uno de ellos suele hacer de médico. Llevan los bastones hechos de raíces, de los que cuelgan campanillas de bronce. Su ropa, vieja y rota, acentúa más su baja condición. Visten abrigos negros y largos, gorros negros con plumas, llevando consigo ramas y raíces de árboles. Ejercen de caldereros de manera ruidosa. Entre ellos cabe destacar a dos personajes; el primero es Kabana, el jefe de todos ellos que va con un gran libro y un látigo y el segundo, Pitxu, personaje más travieso y gracioso de toda la Mascarada. Para finalizar, Medikuak o Médicos tienen como función resucitar a Pitxu. La función de estos tres últimos personajes es alborotar e incordiar al público. Para finalizar Kabana da un sermón mientras sus oficiales tratan de reparar un caldero.

Antiguamente eran habituales otros personajes con sus tareas, bailes y pantomimas que han desaparecido, como es el caso del Oso, el Barbero, las vendedoras de flores o los sapurrak.

Mikel Aranburu Urtasun
2012

martes, 22 de marzo de 2016

lunes, 21 de marzo de 2016

MASKARADA-VIII

GAUR/HOY

El pequeño territorio de Zuberoa ofrece al visitante la tranquilidad de sus villas y valles: el verdor de sus campos, su arquitectura típica y, como no, diversas celebraciones festivas que se extienden a lo largo de todas las estaciones del año en un ambiente distendido y cercano.

La importancia de la música, la canción y el teatro popular no hacen sombra a la danza, la cual ocupa un lugar predominante en todos los actos del año: desde las Pastorales realizadas entre finales de julio y principio de agosto, pasando por el Jauzien Egüna de julio, hasta completar su recorrido en las fiestas patronales y las Mascaradas.

Pero las Mascaradas no sólo son danzas. Las parodias, los juegos y el lenguaje toman carta de naturaleza en la estación climatológica más dura del año: el invierno. Desde mediados de los años noventa, del siglo XX, el período de ejecución se ha extendido desde enero hasta marzo, e incluso abril.

Las Mascaradas, en plural por ser una denominación aplicada desde el idioma vasco a todo acto festivo, han sido y son una forma de conmemoración ritual-lúdica en la que tradicionalmente, y así lo determinan las informaciones y datos más antiguos, los jóvenes varones, solteros, se enmascaraban y disfrazaban, formando dos grupos antagónicos que iban de pueblo en pueblo, a lo largo de Zuberoa, interpretando danzas, bailes, canciones e historias.

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Estos dos grupos se distinguían entre sí por el color mayoritario, por la pulcritud de sus ropas y por el tipo de comportamiento y movimiento corporal que acompañaban a sus actos. A principios del siglo XX, la mayoría de las pequeñas entidades organizaban este tipo de representación. Tras visitar los pueblos vecinos, al llegar el último día de Carnavales, el Martes de Carnaval, quemaban un muñeco llamado Zanpantzar (Saint Pansard). Al día siguiente daba comienzo la Cuaresma.

El contexto socio-cultural 

Se trata sin duda de unas de las celebraciones más estudiadas. Esto lo demuestran los diferentes trabajos realizados por Georges Hérélle, Violet Alford, Julio Caro Baroja, Jean-Michel. Guilcher y, sobre todo, Kepa Fernández de Larrinoa. Desde el aspecto histórico, pasando por el coreográfico y finalizando en el antropológico-etnográfico, los investigadores nos han dado, no sólo diferentes perspectivas, sino lo que es más importante, información escrita y visual de gran valor social y cultural. 

Las representaciones que se originan a finales del siglo XX tienen una composición algo diferente a las referidas por los estudiosos de principios de dicho siglo. Y es que debe tenerse en cuenta que tras las guerras europeas y hasta los años setenta la organización de las Mascaradas entró en una profunda crisis.

No es hasta la década de los noventa de dicho siglo cuando, debido a una impresionante revitalización, surgen una serie de cambios significativos destacando entre las innovaciones acaecidas las siguientes: se festejan en domingo y traspasan el tiempo de Carnaval para invadir el de la Cuaresma; el número de localidades que se visitan se amplía; la distancia a la que se encuentran las localidades visitadas aumenta; las mujeres comienzan a desempeñar papeles muy activos y prestigiosos como protagonistas y dantzaris (danzantes).


Existen, sin duda, unas características compartidas con otras fiestas del invierno fuera de Zuberoa, con las que forman parte de un amplio grupo de festivales rituales celebrados en dicha época del año por grupos humanos residentes en áreas rurales de Europa y el Mediterráneo en general. De esta forma, las Mascaradas se conforman como una manifestación local de una tipología de comportamiento ritual que se extiende a lo largo de una amplia área geográfica. Las características generales de la representación son las siguientes:


1. Universo agrícola y campesino. Estas fiestas son cíclicas y estacionales, pues están directamente relacionadas con los ritmos biológicos de la naturaleza y con la periodicidad de las actividades agrícolas y pastoriles del mundo campesino..


2. Máscaras y disfraces zoomórficos. Se advierte en ellas una utilización importante de disfraces y máscaras con componente animal. Animales, por lo demás, que deben ser cazados, domesticados o sacrificados. En definitiva, dominados y controlados..

3. Época de Carnaval. Se desarrollan en torno a los días de Carnaval en su forma más antigua..

4. Teatralidad y ritualidad. Las fiestas de invierno poseen un claro sentido escénico, simbólico y social. Su alta teatralidad proyecta temas socialmente relevantes, ya que dramatizan ritos de paso y de socialización en la comunidad rural celebrante..

5. Sociabilidad y comensalidad. La reunión alrededor de una mesa y el acopio de bebidas y alimentos por parte de algún sector de la población, mediante el establecimiento de rondas con postulación, son elementos repetidos a lo largo de la geografía en estas fiestas. Esto es así debido a que, no sólo la danza, el canto, la máscara y el disfraz son importantes en las Mascaradas, sino a que la comida y la bebida juegan igualmente un papel preponderante, e incluso central. En conclusión, las fiestas de invierno en general, y las Mascaradas en particular, conllevan un alto contenido social y simbólico..

6. Cortejos y procesiones. Se aprecia igualmente en que sus componentes se ordenan en cortejos y procesiones, que ordenan a sus componentes en jerarquías y categorías, entre los que se encuentran: grupos de gitanos; el grupo de dantzaris expertos; las representaciones de animales del bosque y la montaña; el canto y las coplas de cuestación; tropas de turcos, árabes, judíos, húngaros, diablos, caldereros y oficios varios..

7. Personajes, danzas y melodías. Estas representaciones poseen elementos que las relacionan con otras áreas culturales. Si nos fijamos en los personajes (gitanos, caldereros, castradores, afiladores, centauros, abanderados, osos, etc.), se advierte que éstos están presentes en otros Carnavales, en otras festividades, en diferentes zonas del país, pirenaicas, europeas y norteafricanas. Las melodías que se interpretan están emparentadas con las utilizadas en otras festividades del Pirineo u otros lugares. Igualmente se aprecia que los instrumentos musicales empleados coinciden con los que se usan en zonas colindantes. Otro tanto puede decirse de las danzas..

A pesar de estas coincidencias, ofrecen una personalidad propia, que, al ser representadas por los jóvenes de los pueblos de esta comarca, reciben similares nombres en los idiomas de los agentes que las utilizan o en los ámbitos en las que son conocidas: Zuberoko Maska(ra)dak, Mascarades souletines o Mascaradas suletinas.

Los personajes 

Esta fiesta se escenifica tanto en el seno del pueblo organizador como en otros a los que los participantes son invitados. En los años ochenta y noventa del siglo XX se extendió la costumbre de responder afirmativamente a las invitaciones cursadas desde pueblos y ciudades del otro lado de los Pirineos (de Euskal Herria). 

Si bien han cambiado muchas cosas a lo largo del tiempo, algunas tratan de recordarnos que la anarquía no es tal, sino es manteniendo una serie de patrones establecidos, tal y como sucede con la primera y última representación, las cuales se siguen realizando en el pueblo o pueblos originarios de los componentes del cortejo. 

Aunque el contexto del Carnaval es prioritario, debe ser reseñado que las danzas se han representado en diversas situaciones y ante distintas audiencias fuera del tiempo y lugar propios (Carnavales). Hay constancia de que dichas danzas se escenifican: en fiestas y ferias rurales fuera de Zuberoa; en restaurantes y hoteles de Maule (capital de Zuberoa), ante los comensales y turistas allí hospedados; en teatros prestigiosos de ciudades de Hego-Euskal Herria y Francia; fuera de Europa, en las celebraciones organizadas por las comunidades de emigranteszuberotarrak; y no hay que olvidar que estas danzas se improvisan entre los asistentes a banquetes de amigos y bodas.

El cortejo está formado por diversos personajes ordenados en dos grupos contrapuestos: gorriak, o "rojos" y beltzak, o "negros".

Forman parte del grupo gorriak: aintzindariak [los primeros, o los de delante]; jauna[el señor] y anderea [la señora]; laboraria [el agricultor] y laborarisa [la agricultora]; marexalak [los herradores] y küküileroak [filos de la cresta].

Entre los beltzak se encuentran: kereztuak [los castradores]; xorrotxak [los afiladores]; buhameak [(la tribu de) gitanos], kauterak [los caldereros], y medizina[el médico].

Aintzindariak conforman un grupo de dantzaris que representan cinco figuras distintas: entseinaria obanderazaina [el portador de la bandera o estandarte]; xerreroa o txerreroa [¿el herrero?];gatia o gatüzaina [el gato]; zamalzaina [el hombre caballo o centauro]; y kantiniersa [la cantinera].Marexalak o manetxalak son dos personajes: el patrón y el aprendiz o criado. El papel de küküileroa es dado a los participantes más jóvenes y su número varía, aunque dos o tres es lo usual. Kereztuak, al igual que xorrotxak, son dos: el patrón y el aprendiz o criado. Buhameak son cuatro personajes: buhame jauna [el rey gitano]; zilintzau [colgado]; y otros dos más sin denominación conocida. Kauterak son: Kabana handi [gran chabola] jefe del grupo, y Pitxu, Fripu y Pupu (ayudantes del primero). Medizina suele ser una sola persona.

En el olvido han quedado otros: el pastor y los corderos (artzaina eta atxuriak), el barbero, el notario, la española, los deshollinadores, los mendigos y el obispo. Otros, en cambio, como la gitana o el oso, hacen su aparición de forma esporádica. Es el oso (hartza), disfraz ampliamente difundido por toda Europa, y sobre todo en Euskal Herria, el que sirve de apoyo al bando de los "negros" en sus pantomimas.

Los personajes centrales de la Mascarada "roja" (entseinaria, xerreroa, gatüzaina, zamalzaina y kantiniersa), tienen su paralelismo en determinados años con una copia aproximada de los mismos en el bando contrario predominando, como es de aventurar, en sus vestimentas, el color negro.

En este punto, estamos obligados de advertir, de la existencia de diferentes formas ortográficas, propuestas por los diferentes escritores que han tratado la temática, para la designación de los diferentes personajes. Así tenemos, como ejemplos más significativos: kukulleroak, kherestuak, txorrotzak, entseñaria, gathuzaina, zamaltzaina o kantiniertsa.

El recorrido itinerante matutino 

La acción ritual se desarrolla a lo largo de una secuencia predecible de acontecimientos, en dos tandas, separadas temporal y espacialmente: lo que ocurre por la mañana, a lo largo del pueblo, y lo que sucede por la tarde en la plaza o recinto central. 

Por la mañana, la comitiva llega a la localidad anfitriona donde es recibida por un grupo dedantzaris de esta localidad, son los errezibitzaileak[los recibidores]. El festival comienza al son de la música tocada por un tabalaria [tamborilero] y untxilaia o txirularia [ejecutante de la flauta de pico y tres agujeros, conocida bajo la denominación de xirula o txirula]. Puede ocurrir, y de hecho muchas veces así sucede, que un instrumentista taña latxirula y golpee con un palo el salterio, conocido aquí por ttunttun. 

La ejecución de cada una de las danzas y resto de elementos que componen la representación matutina, por orden de realización y siguiendo un ritual fijo, se resume en las siguientes líneas. 

La acción con la que se pone en marcha la fiesta se denomina Barrikada haustia. Son primeros en proceder los errezibitzaileak, quienes, individualmente primero, y colectivamente después, bailan dando comienzo a la celebración. A continuación viene el turno de maskarakaiak, es decir los miembros de la Mascarada visitante. La labor inicial consiste en atravesar un pequeño obstáculo colocado por los anfitriones en medio del camino. Este obstáculo son botellas de vino colocadas ante ellos; por ello recibe el nombre de Barrikada [barricada]. 

Los componentes de los aintzindariak pertenecientes a los "rojos" son los primeros en atravesar la barricada danzando. A comienzos del s. XXI el obstáculo es atravesado en el siguiente orden: entsenaria; xerreroa; gatüzaina; zamalzaina; y kantiniersa. Les siguen jauna y anderea. Tras ellos vienen laboraria y laborarisa. A continuaciónmarexalak. Posteriormente küküileroak. Al igual que los errezibitzaileak, bailan primero individualmente, y después en grupo.

Una vez que los componentes del grupo "rojo" sortean la barricada, llega el turno de que hagan lo mismo los del grupo "negro". Éstos tienen su propia forma de atravesar la barricada: a la carrera y emitiendo gritos y alaridos, describiendo un círculo alrededor del grupo "rojo", para arrojarse finalmente al suelo unos encima de los otros, acabando de la misma forma que cuando una melée de rugby se desmorona.

El orden en que se distribuyen los "negros" es el siguiente. Por delante, sujetados mutuamente por los hombros y abriendo camino, van los kereztuak. A pequeña distancia, también abrazados en grupos de dos o tres miembros, les siguen buhameak, kauterak y medizina. Estos tres últimos son los que se arrojan al suelo de forma desordenada. A continuación, aparecen xorrotxak, quienes caminan bordeando, o atravesando, la barricada. Mientras caminan cantan una copla de salutación que concluyen al llegar frente a quien ha colocado la barricada. En este momento, se oyen gritos de júbilo y vivas. Todos los presentes se mezclan en conversación, mientras que las botellas de la barricada se retiran del camino y se abren, ofreciéndose a los congregados. También se reparten alimentos sólidos (embutidos y dulces), refrescos y otras bebidas.

A continuación más Barrikada haustiak ante las autoridades locales. Esta misma secuencia se repetirá durante toda la mañana, cada vez que aparezca una barricada ante los miembros de las Mascaradas. Lo cual acontece, o puede suceder, varias veces en el recorrido que va desde la entrada del pueblo hasta la plaza. Aquí les espera la barricada final, preparada por las autoridades locales; para entonces es mediodía. Salvada la última barricada, los miembros de los grupos "rojo" y "negro" junto con las autoridades y habitantes de la localidad anfitriona y otros visitantes, se disponen en círculo para bailar Aitzina-phika y Moneinak; dos modalidades de jautziak [saltos (vascos)] o danzas.

Tanto en el recorrido de la mañana, como en la actuación de la tarde, en ciertos años se pueden presenciar, la manera desenfadada y particular con que se forman los cuadros de danzantes para efectuar otros bailes de corte eminentemente mixto y social: Kadrillak, Polkak y Kontrajantzak.

Concluidos los jautziak, o cualquiera de las otras danzas nombradas, todos los participantes son invitados a comer, generalmente en un restaurante o local preparado para el evento en el pueblo. Una vez finalizada la comida vuelven a reunirse en las proximidades de la plaza.

La representación vespertina 

Por la tarde las fonctions (nombre utilizado en francés por distintos autores que las han descrito en sus publicaciones) rituales se celebran en la plaza. Los actos se inician cuando los miembros del cortejo se ordenan por grupos para representar Barrikada haustia, y entrar así dentro del espacio interior de la plaza. Inmediatamente después se intercalan una serie de episodios, a base de danzas y funciones. Los diferentes oficios (castradores, herradores, afiladores y caldereros) son el referente de los "negros" y, en otros tiempos, como si de un posicionamiento marginal se tratara, hablaban en bearnés y francés para diferenciar del resto que operaba en el idioma utilizado, habitualmente, por sus pobladores: el euskara. 

A pesar de que cada año no tienen, exactamente, los mismos elementos y que, según las informaciones más antiguas, éstas nos indican la inexistencia de ciertos componentes como la representación de la tarde, de forma abreviada se pueden distinguir los siguientes actos:

1. Kereztuak [los castradores] capturan y castran a zamalzaina [caballo].

2. Marexalak [los herradores] hierran a zamalzaina.

3. Aintzindariak bailan varias danzas entre las que destacan las llamadas Gabota, Godalet Dantza y Bralia haustia.

4. Los afiladores [xorrotxak] afilan la espada de jauna. Todas las acciones transcurren entre el canto de coplas, la seriedad del baile y los diálogos irónicos y burlescos.

5. El grupo de buhameak destaca porque su jefe buhame jauna recita un sermón opheredikia. Finalizan su actuación con una danza de espadas (de madera), ejecutada de forma exageradamente descordinada, como si de arrítmicos movimientos se tratara.

6. Kauterak [los caldereros] escenifican el arreglo de un caldero mandado reparar por jauna. Mientras, varios caldereros se ocupan de esta tarea, su jefe, kabana handia, lee ante la audiencia un sermón en el que da cuenta de los hechos que en el mundo, y en el pueblo en que se encuentran, han acaecido durante el año. El reparto de la paga dejauna por la reparación del caldero suscita una disputa en la que Pitxu "muere". Se llama a medizina quien le resucita para alegría de todos los presentes.

7. Canto final y jautziak. Las Mascaradas finalizan con dos actos que sirven de colofón estético y popular. Uno consiste en que los actores se acercan unos a otros formando un coro en el que cantan una canción compuesta para la ocasión. El segundo, consiste en colocarse en círculo para bailar Aitzina-phika y Moneinak, invitando a incorporarse a todos los que así lo deseen.

Tras estas y otras danzas, se da por concluida oficialmente la representación hasta el año siguiente, aunque la fiesta continúa en la taberna o tabernas de la localidad, interpretando canciones entre trago y trago.

Las Mascaradas, sin duda alguna, son el cortejo más completo y variado de personajes, teatro y danza de los existentes en el país. Después de un período, comprendido entre las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado, su supervivencia está fundamenta, en lo que va de siglo, por el fortalecimiento producido de componentes más jóvenes y del género femenino.

Kepa Fernández de Larrinoa
Emilio Xabier Dueñas
2010

domingo, 20 de marzo de 2016

GERNIKA






Guión y Dirección
ANGEL SANDIMAS 

Dirección Artística
ANGEL SANDIMAS
JOSE LUIS ZUMETA 

Composición
MIKEL LABOA 

Orquestación
CARLOS PUIG

Intérpretes
JOVEN ORQUESTA DE EUSKAL HERRIA 
ORFEON DONOSTIARRA
MIKEL LABOA

Dirección musical
JOSE ANTONIO SAINZ ALFARO


 Gernika (trailer):