DANZA
en ZUBEROA
La especificidad de la danza tradicional en Zuberoa radica en una depurada y particular técnica que muestra un nivel excepcional en las usanzas populares y que ha sido transmitida de generación en generación por expertos maestros a alumnos selectos.
Los difíciles bailes suletinos se construyen a partir de unidades básicas de movimientos: punttuak (los puntos) o "points de principe" [Guilcher]. Desde los más sencillos: sinple, pika... a los más difíciles: entrexat, freja o frejat doblea. Que, según el origen geográfico del dantzari o de su maestro varían de estilo. Las danzas brotan de la combinación de esos pasos y si se quieren bailar adecuadamente, alcanzan una complejidad técnica considerable.
La tradición de danza en la región es antigua. Desde la primera mitad del siglo XIX, los estudiosos de la cultura vasca vienen señalando la singularidad de las danzas propias de Zuberoa. Los más antiguos testimonios hablan de largas veladas de iniciación por parte de los maestros veteranos a los jóvenes a partir de los diez o doce años, tras las labores cotidianas. Hasta la segunda mitad del siglo XX los muchachos suletinos se esforzaban en imitar a los buenos bailarines a los que tomaban por modelo. Después otras posibilidades vinculadas al deporte o al ocio desplazaron aquél aquilatado interés. En el último cuarto del siglo XX, la incorporación de la mujer en los papeles antes reservados a los hombres y la toma de conciencia sobre la propia identidad y el patrimonio inmaterial han revitalizado la danza suletina. Los eventos que la ensalzan siguen fieles a la herencia y sin menoscabo del Dantza-jauzien eguna y las respectivas fiestas patronales, la danza suletina sigue viva en las Maskaradak carnavalescas y en las Pastorales.
La fuerza generatriz de la mascarada de Zuberoa es la danza. Sin el número adecuado de bailarines versados no se puede sacar la maskarada. Suele estar integrada por un cortejo de unos veinte o treinta personajes divididos en dos facciones contrapuestas. De un lado la mascarada roja (en ordenado séquito) y del otro la negra (en forma anárquica). Los músicos separan los grupos. En la primera encontramos los cinco dantzaris principales o aitzindaris que protagonizan, con su propio carácter y personalidad, los bailes más bellos y difíciles: txerrero, gatuzain, kantiniersa, zamaltzain y entseñaria.
Del repertorio suletino popular destacamos: Satan Dantza, Gabota, Mariana, Godaleta, Braletik jaustia I, II y III, Barrikada, Arribada, Entsenai phuntia, Barrikada haustia, Air de la paix y Aintzina phika como danzas principales a las que hay que añadir: Makila, Kestuen Dantza, Kauteren Dantza, Xiberoko Kadrilla, Mazurka, Maitena (Kadrilla), Buhamiak, Kokot, Kaidera Dantza, los Phastualeko Ahaideak (Jelkhia eta Erretira, Turkak, Turkuen martxa, Guduka, Kurra, Pape, Khiristiak) y la colección de Iautziak vigentes que se cita más adelante.
Las danzas en su contexto.
Barrikada. La acción con la que se pone en marcha la maskarada se denomina Barrikada haustia. Los primeros en proceder son los errezibitzaileak, quienes, individualmente primero, y colectivamente después, bailan dando comienzo a la celebración. A continuación viene el turno de maskarakaiak, es decir los miembros de la Mascarada visitante. La tarea inicial consiste en superar un pequeño obstáculo colocado por los anfitriones en medio del camino (podría estar formado por barricas). Los componentes de los aintzindariak pertenecientes a los "rojos" son los primeros en atravesar la barricada danzando. El obstáculo es atravesado en el siguiente orden: entsenaria, xerreroa, gatüzaina, zamalzaina, y kantiniersa. Les siguen jauna y anderea. Tras ellos vienen laboraria y laborarisa. A continuación marexalak. Posteriormente küküileroak. Al igual que los errezibitzaileak, bailan primero individualmente, y después en grupo. Una vez que los componentes del grupo "rojo" sortean la barricada, llega el turno de que hagan lo mismo los del grupo "negro". Éstos tienen su propia forma de atravesar la barricada: a la carrera y emitiendo gritos y alaridos, describiendo un círculo alrededor del grupo "rojo", para arrojarse finalmente al suelo unos encima de los otros. Los participantes son obsequiados con comida y bebida. La misma secuencia se repite durante toda la mañana ante cada una de las barricadas que puedan hallar en el recorrido hasta la plaza donde aguarda la barricada final preparada por las autoridades locales.
Iautziak. Salvada la última barricada, los miembros de los grupos "rojo" y "negro" junto con las autoridades y habitantes de la localidad anfitriona y otros visitantes, se disponen en círculo para bailar los iautziak denominados Aitzina-phika y Moneinak. Concluidos los iautziak todos los participantes son invitados a comer. Una vez finalizada la comida vuelven a reunirse en las proximidades de la plaza donde se celebrará la función completa. En la función de tarde, tras los números de Kereztuak y Marexalak intervienen los Aintzindariak que bailan varias danzas y dan paso a los xorrotxak y éstos a los buhameak; tras ellos tiene lugar la escena de los Kauterak con la muerte y resurrección de Pitxu. Los dos iautziak citados se bailarán al final de la fiesta en corro abierto a la participación del público. El repertorio habitual de iautziak a comienzos del siglo XXI es el que sigue: Ostalersa, Ahüntza, Hegi, Zazpi Jauziak, Moneiñak o Mouneñak, Mutxikoak, Atharrastarrak, Txarmantina, Gibandriak, Bralia, Lapurtar Mutxak, Laraburu...
Entre otras danzas propias de estos cinco distinguidos componentes, los Aintzindaris muestran su habilidad en Godalet dantza que por su vistosidad ha devenido en símbolo del folclore zuberotarra. En esta danza, cada aintzindaria debe bailar por turno en torno a un vaso de vino de forma precisa casi rozándolo, saltando junto a él o sobre él y procurando no derribarlo. Y en Gabota que es otra de sus danzas características, elaborada a partir de un iautzi, ejecutada tanto en filas como en círculo. Del conjunto de Gabotak existentes al norte de los pirineos, la suletina es la de mayor desarrollo y dificultad.
En contraste con las anteriores la fiesta incluye las danzas de los gremios u oficios. Así, los Kerestuak o castradores desempeñan su labor mediante una representación teatral con un baile donde se parodia el trabajo de castrador: el aprendiz no acierta por lo que es despedido y el patrón contrata a Pitxu que confunde Zamalzain con Kantiniersa, visto lo cual el aprendiz vuelve a ser admitido y logra terminar el trabajo. Los Marexalak son los encargados de herrar a Zamalzain y también ejecutan su propio baile. Los Buhameak largan un sermón con sus aventuras y concluyen su actuación con una danza de espadas de madera ejecutada de forma descoordinada. El afilador (txorrotxa) después de entrar en la plaza y saludar mediante una serie de cantos debe afilar la espada de Jauna. Al igual que antes se producen tres intentos. En el primero el ayudante es despedido y es contratado Pitxu que resulta, como cabía esperar, peor que el ayudante. De nuevo se contrata al ayudante para terminar la labor.
Bralia [Brale, branlea] Se baila en la representación de la tarde. Se forma un gran corro abierto, colocándose el Jauna y el Laborari en cada extremo. Entre ellos se encuentra el Bandelaria, encargado de guiar el corro en todo momento, formando otro corro en el centro los aitzindaris. En esta danza se busca la participación popular, introduciendo los buhameak y kauterak a gente del público en el corro. Se reservan siempre los puestos al lado de jauna y laborari para los invitados de honor. La danza se divide en tres partes: kontrapas, Braletik Jauztia y Karakoltzia. El kontrapas es un jauzi que se baila de forma muy lenta y cogidos de las manos. Los participantes, incluido el público que lo desea, forman una cadena abierta encabezada por jauna y cerrada por laboria. Enseñaria dirige la danza y baila cambiando de mano la bandera. Txerrero, Gathuzain, Kantiniersa y Zamalzain bailan en corro dentro del círculo. En Braletik jauztia los aitzindaris van exhibiendo uno a uno sus facultades con los pasos más delicados. En la Karakoltzia el entseñari ejecuta una serie de pasos con el jauna y laborari, haciendo mover el corro por un extremo u otro con un paso constante. Resurrección María de Azkue habla de una melodía de este tipo recogida en la localidad de Santa Grazi en la alta Zuberoa, se cree que también se bailaba al finalizar la comida de bodas.
Braletik Jaustia:
Kadrille. Tanto en el recorrido de la mañana como en la actuación de la tarde se puede presenciar los cuadros de danzantes para otros bailes de corte eminentemente mixto y social: Kadrillak, Polkak y Kontrajantzak. La kadrille, del francés quadrille y a su vez del español cuadro o cuadrillo, proviene de un tipo de danza de salón, heredera de la antigua contradanza francesa del siglo XVIII, que estuvo de moda desde principios del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. Se realizaba por cuatro bailarines en parejas o por cuatro parejas en una formación en forma de cuadrado. Es un antecedente de la Square dance.
Gabota, Satan Dantza y Godalet:
Los personajes
Txerrero: Lleva un palo del que cuelga de su punta una cola de caballo. En la cintura lleva seis cencerros de bronce. Txerrero es el personaje que barre el suelo con un palo en cuyo extremo cuelga una cola de caballo
Gathuzain: Puede coger lo que quiera con su instrumento, parecido a un pantógrafo, con el que no para de molestar a la gente.
Kantiniersa: Es una cantinera ataviada al uso militar del siglo XIX. La Kantiniersa es otro de los personajes femeninos de la Mascarada, el único en el grupo de Aintzindariak. Su vestimenta se asemeja a la del Ejército Napoleónico, al igual que el resto de los gorriak.
Zamalzain: El caballo, está considerado como el figurante más destacado. Zamaltzaina es un personaje de aspecto equino, sin duda el personaje principal de la Mascarada.
Enseñaria: Es quien se encarga de portar y ondear la bandera de Zuberoa.
Manitxalak: Los herreros de Zamalzain, suelen ser tres o cuatro, el que hace de patrón, además de tenazas y un martillo, lleva delantal de cuero.
Kerestuak: Son los castradores. Muestran un comportamiento serio y ordenado, y en general suelen ser dos: el patrón y el aprendiz. Visten con traje de pana y portan un bastón a la espalda y hablan en bearnés.
Jauna eta Anderia: los señores, hacen de presidentes de los diferentes trabajos que se realizan en la danza. Él viste un frac y lleva un bastón y sable. Ella luce un vaporoso vestido blanco.
Laboraria eta Laborarisa: los campesinos, vestidos con oscuras ropas, él con un akullu (aguijada, palo con pincho en la punta para dirigir al ganado), símbolo de su condición, y ella con una cesta.
Txorrotxak: son los alfiladores, un patrón y un aprendiz. Su función es afilar la espada de Jauna y durante la Mascarada, en su discurso van haciendo comentarios alusivos y críticas. Su vestimenta es similar a las anteriores, traje de pana, y gorras de pana con una ardilla disecada incrustada.
Bohaumiak: En número de cuatro, llevan una gran espada de madera con la que bailan una danza. Buhameak son gitanos que van vestidos con trajes hechos con tela de colores y flores, llevando consigo una espada de madera.
Kauterak son los participantes más sucios y feos. Son media docena, uno de ellos suele hacer de médico. Llevan los bastones hechos de raíces, de los que cuelgan campanillas de bronce. Su ropa, vieja y rota, acentúa más su baja condición. Visten abrigos negros y largos, gorros negros con plumas, llevando consigo ramas y raíces de árboles. Ejercen de caldereros de manera ruidosa. Entre ellos cabe destacar a dos personajes; el primero es Kabana, el jefe de todos ellos que va con un gran libro y un látigo y el segundo, Pitxu, personaje más travieso y gracioso de toda la Mascarada. Para finalizar, Medikuak o Médicos tienen como función resucitar a Pitxu. La función de estos tres últimos personajes es alborotar e incordiar al público. Para finalizar Kabana da un sermón mientras sus oficiales tratan de reparar un caldero.
Antiguamente eran habituales otros personajes con sus tareas, bailes y pantomimas que han desaparecido, como es el caso del Oso, el Barbero, las vendedoras de flores o los sapurrak.
Mikel Aranburu Urtasun
2012
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