lunes, 17 de junio de 2024

DIMELO AL OIDO (y más)

Hace mucho tiempo que ciertas melodias pueblan mi poblada cabeza de pensamientos. Nuestras plazas y romerias, siempre han tenido a ciertos tangos como sonido. Como se han bailado estas mismas, es otro cantar. En este transitar por mi vida, tanto como como dantzari y depues como docente de Tango, de a poco hemos ido ubicando ciertas melodias en  su origen.
KUTX ALA PIl

DIMELO AL OIDO-MERCEDES SIMONE

Francisco Lomuto (Buenos Aires, 24 de noviembre de 1893 - Tortuguitas, 23 de diciembre de 1950) fue un director de orquesta, compositor y pianista argentino, considerado una importante figura dentro de la música tanguera. Ocasionalmente utilizó el seudónimo Pancho Laguna.

Fue un músico muy prolífico en materia de grabaciones ya que entre 1922 y 1950 registró más de 950 obras. Entre las composiciones que realizó se destacan Muñequita, Sombras nada más, Cachadora, Dímelo al oído y Si soy así, algunas de las cuales fueron grabadas por Carlos Gardel.

Una cita: El 9 de febrero el diario El Liberal de Bilbao publicaba, con algo de sorna y mucho de mala entraña: “Como nosotros no tenemos suficiente confianza con el famoso cantador de tangos, no lo llamaremos Carlitos, sino Carlos. Pues bien, Carlos debutó ayer en compañía de sus guitarristas y ante un numeroso público cantó esas canciones argentinas sentimentales y lánguidas, que reflejan siempre alguna desgracia de familia."


TANGOA-LAJA eta LANDAKANDA

FELICIANO LATASA: Músico guipuzcoano nacido en San Sebastián el 25 de septiembre de 1870. Fallecido en Córdoba (Argentina) el 18 de septiembre de 1906.

En 1893, cuando contaba con 23 años, se traslada a Argentina. Tras pasar por Buenos Aires, se asentó en la ciudad de Rosario, donde trabajó como profesor de música y fue director de la Sociedad Española y el Orfeón. En 1904 se traslada con su mujer e hijos a la localidad de Córdoba para trabajar como pianista en el Gran Hotel Victoria, donde se convertirá en un popular intérprete de la música de moda del momento: el tango. En dicho hotel interpretará obras de otros compositores, así como tangos compuestos por él como el Gran Hotel Victoria. Además de la música de salón, de su obra como compositor destacan también las zarzuelas Risas y lágrimas, -estrenada en 1902 en el teatro La comedia-, Celeste o Currita.

En 1897, Anselmo Rosendo Mendizábal —que firmó sus tangos como A. Rosendo— se encontraba amenizando las veladas de la casita de María Rangolla, La Vasca. Eran días duros; la mayor parte de las ganancias de los músicos provenía de las generosas propinas, aunque para ello hubiera que dedicar alguna composición al oportuno donante. Ese, precisamente, fue el caso del tango que Mendizábal tocó por primera vez en el piano de La Vasca, el 25 de octubre de aquel año.

La vivacidad canyengue de la melodía deslumbró a la concurrencia desde el primer compás. El bailarín José Guidobono —que era de la partida—, olvidó sacarle viruta al piso paralizado por el hechizo de aquellas notas. Terminada la ejecución, se acercó al compositor y le sugirió: «¿Por qué no se lo dedica a Segovia?»

El mencionado era Ricardo Segovia, un hacendado oriundo de Entre Ríos, que andaba tirando manteca al techo por la noche de Buenos Aires. Mendizábal le propuso el honor de titular “El entrerriano” al nuevo tango.

En la calle Europa, hoy Carlos Calvo, 2721, la casa de baile conocida como de María "La Vasca", fue como un faro tanguero que alumbraba las noches diqueras del viejo San Cristóbal. Aún perdura su fama, hecha leyenda en la eufonía de ese nombre que evoca un Buenos Aires lejano, un Buenos Aires que aunque parezca de museo, nos ha legado componentes emocionales incorporados a la idiosincrasia del porteño.

Y POR ÚLTIMO:

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