LAPURDIKO MAKIL DANTZA
Corría mayo del 2008, una llamada, una entrevista para el día siguiente. Toda una propuesta encima de la mesa, cinco personas que me miraban. Esa oficina sigue estando donde estaba y sigue escondiendo ese sotano que guardaba unas viejas espadas, esperando que alguien las blandiese al viento.
Siete cursos después, el Taller de Euskal dantzak del colegío Euskal Etxea de Llavallol, no solo trabaja, aprende y disfruta para mostrar a su propía comunidad el extenso folkore tradicional vasco, sino que ya se ha presentado en varias ocasiones tanto en el Buenos Aires celebra al Pais Vasco, como hace unos días en la Semana Nacional vasca celebrada en la ciudad de La Plata y organizada por Euzko Etxea.
Corría mayo del 2008, una llamada, una entrevista para el día siguiente. Toda una propuesta encima de la mesa, cinco personas que me miraban. Esa oficina sigue estando donde estaba y sigue escondiendo ese sotano que guardaba unas viejas espadas, esperando que alguien las blandiese al viento.
Siete cursos después, el Taller de Euskal dantzak del colegío Euskal Etxea de Llavallol, no solo trabaja, aprende y disfruta para mostrar a su propía comunidad el extenso folkore tradicional vasco, sino que ya se ha presentado en varias ocasiones tanto en el Buenos Aires celebra al Pais Vasco, como hace unos días en la Semana Nacional vasca celebrada en la ciudad de La Plata y organizada por Euzko Etxea.
El escenario platense esuvo representado no solo por parte de los alumnos que forman el taller, no , un halo de cada integrante que ha pasado por el masculló el escenario, no estabamos solos, ellos con nosotros y un institución que nos animó a danzar nos guió, nos acompañó y sigue con nosotros. Eskerrik asko.
Aitor Alava
29/11/14
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