31
de MAYO del 2015
BEATIFICACIÓN
del padre
EDUARDO CESTAC.
Fundador
de la Congregación SIERVAS DE MARIA DE ANGLET/ANGELU.
Las
religiosas llegan a la Argentina en 1905 respondiendo al llamado de
Eduardo Cestac, para confiarles la educación y formación de las
niñas en Capital (Buenos Aires) y mas tarde en LLavallol, 1907. En
Llavallol con la misma misión además de cuidar y mimar a los
aiton/amonak-abuelos/abuelas del Hogar.
Creador
del «Refuge Notre-Dame», de Anglet (Laburdi) y fundador de la
«Congregation des Servantes de Marie». Nació el 6 de enero de 1801 en Bayona.
Ingresó en el seminario de Aire donde tuvo por condiscípulo a San Michel de
Garikoitz. En 1819 fue enviado al seminario de Saint-Sulpice, de París, por
cuenta de la diócesis. Un año más tarde debió regresar al seminario de
Larresoro por motivos de salud donde acabó sus estudios y recibió las órdenes
sagradas. El 17 de diciembre de 1825 fue elevado al sacerdocio. Primeramente
fue ecónomo del «Petit Séminaire» y profesor en 1827. El 27 de agosto de 1831
fue nombrado vicario de la catedral y Canónigo titular el 23 de enero de 1850,
retirándose a Angelu el 4 de junio de 1858, como superior del convento de
Notre-Dame. Murió en olor de santidad el 27 de marzo de 1868. La causa de
beatificación fue introducida en Roma en abril de 1908. Hubo de sufrir Cestac
la prueba del jansenismo entonces desbordado por Francia. Se sabe que en 1822,
ya tonsurado, terminando los estudios de Teología y siendo profesor de matemáticas
y de música y ecónomo de la casa, durante las vacaciones y en ausencia de su
confesor habitual, se dirigió al cura de Uztaritze, el abate Etcheberry, para
confesarse. Pues bien; éste remitió su absolución para una octava más adelante.
Y así de octava en octava fueron pasando La Presentación, la Imnaculada,
Navidades, la Epifanía, la Purificación y la Anunciación. El escrupuloso
confesor no le dio la absolución ansiada ni siquiera por Pascua; la obtuvo, por
fin, cuando fue llamado al diaconato. Más tarde, el propio P. Cestac estableció
en el convento de las Siervas de María, por él fundado, sólo tres comuniones
semanales. Pero, ha de tenerse en cuenta que en el s. XIX no existía ningún
convento en el que pudiera comulgarse diariamente. También se vio acusado,
durante el episcopado de Mgr. Astros, de ser el promotor de las nuevas ideas
que ejercían por ese tiempo una gran influencia en el seminario de Larresoro.
Era Cestac entonces profesor de Filosofía. Mgr. d'Astros, exageradamente
escrupuloso, de gran modestia y bondad, liberal en cierta medida y ocasiones,
creyó que en estas corrientes de pensamiento no todo era ortodoxo y exigió a
Cestac y a Hiriburu su retractación: Cestac quemó sus papeles y se sometió con
toda humildad. La obra cumbre del P. Cestac fue la fundación (1833) de la
«Congregation de Servantes de Marie», en Angelu, dedicada a la educación. A
resultas de las leyes francesas de 1903-1904, treinta establecimientos
escolares de las Siervas de María debieron cerrar, a pesar de las protestas de
las familias afectadas. Se trataba, por lo general de establecimientos
dedicados a los niños de los campesinos vascos, algunos fundados directamente
por Cestac. Los periódicos franceses e incluso algunos vascos como «Ariel» o
«La Sentinelle de Bayonne», solían molestar, injuriar y mofarse de aquellos que
se dedicaban directamente a la obra social en favor de las clases necesitadas.
Entre los que se distinguieron por su obsesión contra la vida religiosa, y
contra el P. Cestac en particular, figura el célebre Chaho, por lo menos desde
1845. Se trata siempre de diatribas y causticidades literarias entretanto la
«Congregation de Servantes de Marie», el «Orphelinat» de Baiona y el «Réfuge de
Notre-Dame», de Angelu, se desvivían al servicio de las clases pobres y desvalídas.
Pensionado, escuela profesional, orfelinato y refugio rivalizaban en actividad
y servicio. En menos de 16 años, el P. Cestac, con su esfuerzo personal y su
pobreza, había fundado 55 escuelas que aumentaron en 20 más después de su
muerte. En esta labor silenciosa e infundida de amor cristiano fue ayudado por
su hermana Elise Cestac. Las biografías del P. Cestac comienzan a publicarse
poco después de su muerte: la de Ed. Puyol, en 1878; la del Abbé Madaume, en
1882; otras dos, sin mención de autor, en 1896; las de P. Bordarrampe, en 1925
y 1928; y el estudio comparado de las vidas de Garikoitz y Cestac, por L.
Silhouette, en 1933; en fin, en 1931-32, la revista «Gure- Herria» publica otra
en lengua vasca que corona las anteriores. Refs. Moreau
Roland: Histoire de l'Ame Basque, Bordeaux, 1970 y Bilbao, J.: Eusko-Bibliographia, tomo II, art. Cestac.
Durante la homilía
el coro/abesbatza del colegio dirigido por Alejandro Hansen, interpretó en
Euskera el AITA GUREA/Padre Nuestro del compositor Aita Madina, además de la
canción popular vasca HAURTXO POLITA. Estas melodías vascas, seguidas de un
AURRESKU, a cargo de mi persona, sirvieron para recordar el origen vasco de
EDUARDO CESTAC.
La celebración/fiesta,
continuó en el teatro. Numerosos testimonios celebrando la importancia del
acontecimiento fueron leídos ante un teatro repleto. La parte artística fue
iniciada por el Taller de Euskal Dantzak del Nivel Secundario
de Euskal Echea-LLavallol, mis alumnos, 17 que al igual que en el pasado Buenos
Aires celebra al País Vasco, interpretaron KAXKAROTEN DANTZAK, repertorio
dancístico de Lapurdi como lo era Eduardo Cestac.
Audiovisuales,
danzas, y cantos dignificaron, la importancia de la celebración. Una colección
de fuegos artificiales fue el cierre de la fiesta así como el nexo de unión
entre el nuevo beato y la comunidad que lo recuerda.
AITOR ALAVA
1/6/15
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