Cosme y Damián (del griego Κοσμάς y Δαμιανός) fueron dos hermanos médicos cristianos, célebres por su habilidad en el ejercicio de su profesión y por su costumbre de prestar servicios desinteresadamente. Los dos hermanos fueron torturados, quemados vivos y, como sobrevivieron, fueron decapitados por orden de Diocleciano hacia el año 300 d. C. Su festividad hasta el año 1969, se celebraba el 27 de Septiembre, se cambió al 26 de septiembre, porque el 27 de septiembre son los dies natalis de San Vicente de Paul. En Canadá se trasladó al 25 de septiembre (ya que el 26 de septiembre es la fiesta de los mártires canadienses en Canadá). Para los vascos, en el año 1975, el 27 de Septiembre supone una fecha trágica: El régimen franquista decidió que los militantes de ETA y el FRAP que habían sido detenidos entre 1974 y 1975 acusados de distintos atentados fueran juzgados en consejos de guerra, esto es, por tribunales militares. Por lo que respecta a Garmendia y Otaegi, el juicio se desarrolló el 28 de agosto en 1975 en el Regimiento de Artillería número 63, de Burgos. Bastaron cinco horas de vista para que el tribunal, presidido por el coronel José Urtubia, decretara la condena a muerte de ambos. Los familiares de los juzgados ni siquiera habían podido acceder a la sala de vistas, ni los observadores enviados por grupos de defensa de los derechos humanos. () Según sus compañeros del penal, las palabras de despedida de Angel Otaegi fueron: «Euskadirengatik hil behar naute. Ez nago damututa. Gora Euskadi askatuta! Iraultza ala hil!». Jon Paredes pudo pasar la noche previa a la ejecución con su hermano Mikel; en el reverso de una foto de sus cuatro hermanos pequeños escribió un poema del Che Guevara que recorrió Euskal Herria de boca en boca: «Mañana cuando yo muera/ no me vengáis a llorar/ Nunca estaré bajo tierra/ soy viento de libertad». Al recibir los disparos del pelotón de ejecución, Txiki cantaba el ‘‘Eusko Gudariak’’. Su menudo cuerpo tenía ya once orificios de bala. Desde hace unos años, la festividad de Cosme y Damian, fue trasladada del 27 de Septiembre, celebrándose en algunas localidades vascas el 28, un día después. Una jornada más y llegamos al 29, San Miguel. Donde encontramos otra festividad paralela al santoral. Cuya celebración actual, es menor y se circunscribe a algunas asociaciones de la diáspora vasca. El origen y coincidencia para esta celebración la tenemos que ir a buscar 111 años atrás: "La primera concentración de nacionalistas de las cuatro provincias se produjo en 1909 en el Santuario de Aralar, donde fue proclamado San Miguel Patrón del Partido Nacionalista Vasco. A partir de 1910, aparecen las primeras noticias oficiales de la organización nacionalista en Navarra, con la creación del Centro Vasco de Pamplona* (Batzoki) en la Plaza de San José. Siguieron otros en diversos puntos de la Provincia (Urroz, Puente la Reina, Estella, Aoiz, Arbizu, Elizondo, Leiza, Marcilla, Goizueta, Sesma, Sangüesa, Tafalla y Villava). Aunque dichas entidades se definieran como “centro recreativo”, nacieron con una clara voluntad política, a pesar de lo cual sus socios no tenían obligación de afiliarse al Partido nacionalista. A partir de 1932 las sociedades nacionalistas dejaron de llamarse “Centro Vasco” para convertirse en Euzko etxea, siendo ya ésta una asociación política en la que sus socios debían de estar afiliados al Partido Nacionalista."(enciclopedia navarra). Un ejemplo, donde historia, política, crueldad y adoctrinamiento, nos pasan desapercibidos en el deambular del calendario.
aitor alava
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