viernes, 13 de junio de 2014

EL TAMBOR DE CUERDAS



TTUN TTUN
Cordófono que consiste en una caja de resonancia de madera sobre la que se disponen varias cuerdas bien tensadas que se percuten con una baqueta.

La caja de resonancia, alargada, presenta en su parte anterior dos o tres aberturas talladas de formas geométricas que sirven de ventanas para el sonido. Se construye en maderas autóctonas como el cerezo o el nogal. Se conoce con el nombre genérico de tambor de cuerdas y se considera como una derivación de los salterios de percusión medievales.


El Museo Vasco de Baiona conserva cuatro ttunttunak, dos de ellos de seis cuerdas, uno de cinco y otro con diez cuerdas. Tienen clavijero de madera y su longitud oscila entre 77 y 84 centímetros. En el catálogo del Museo del Conservatorio Real de Música de Bruselas, Mahillon dice que la caja mide 91 por 20 centímetros.

El nombre de Ttunttun es expresión onomatopéyica del sonido que produce y, en Euskal Herria recibe o ha recibido también los nombres de danburia, soinu, rabete, salterio, tambourin e incluso tympano. En el Alto Aragón es chicotén y acompaña al chiflo y al norte de los Pirineos se conoce como tambourin basque o tambour de Bearn. En una cita de 1701 se le denomina "tambourin de Biscaye". Según el libro de Pierre de Lancre, inquisidor llegado al País Vasco a proceder contra la epidemia brujeril, las reuniones de brujas o akelarres no se hacían sin música de tamboril, violin o salterio al que denomina "tambor de bizcaya sin cuero".


Es un instrumento netamente pirenaico y su uso en Euskal Herria por tradición oral ha quedado restringido a zona continental, en particular la región de Zuberoa, y acompañando a la txirula o al txistu. El último afamado constructor en esta región fue Pierre Errekalt.

Según se desprende tanto de la documentación histórica como de lo observado en Zuberoa, la forma más común de interpretar el Ttunttun de manera tradicional es acompañando a la txirula de modo que el mismo músico, txirulari, toca a la vez los dos instrumentos. Con el brazo con el que toca la txirula, por lo general el izquierdo, sostiene el Ttunttun contra su costado. Emplea la mano libre para manejar el palillo percutor que, en ocasiones, se revestía con tela, piel o terciopelo. Se marca el ritmo mediante el palo, o baqueta, llevando el bordón musical del roncón. Por lo tanto cumple dos funciones, ayudar rítmicamente a las melodías producidas por la txirula y establecer base armónica de dos notas, a modo de bajo permanente dando una nota pedal, grave y rítmica.


La costumbre quiere que las cuerdas estén afinadas a la quinta - tónica y dominante de la txirula-. Cuando lleva seis cuerdas, tres son graves y tres agudas. Y predominan las graves (cuatro) cuando cuenta con siete. Se afinan mediante clavijas de hierro o madera. El modo de tocar el ttun-ttun es muy elemental. Por imperativo de la respuesta mecánica de la cuerda golpeada, distinta a la del parche tensado, el ttunttun ofrece figuras rítmicas menos elaboradas o adornadas que las usuales en el tamboril del txistulari. Así por ejemplo el aire popular en 6/8 que el txistulari marca de diversas formas, más o menos complejas, suele ser para el txirulari el básico negra-corchea. El músico puede golpear todas las cuerdas o tan sólo las afinadas a la quinta o a la tónica. En la tradición de danza de Zuberoa el txirulari se ve asistido por un tabalari que tañe un tambor, o tabal, y ofrece una gran variedad de esquemas rítmicos característicos de los distintos aires, entre otros, los de las maskaradas o de las pastorales. El tabal es de dimensiones mayores que el atabal de la banda de txistularis.

Testimonios históricos

Se cree que el Ttunttun llegó a Euskal Herria procedente del sur de Francia. La Enciclopedia de Diderot y D'Alembert cita la txirula y el soinu o el Ttunttun como instrumentos vascos y provenzales - aunque hoy la voz soinua se emplea en euskara preferentemente para designar al acordeón y, en su caso, habría que entender que hace referencia a la combinación de sonidos de la txirula y el Ttunttun -. Las funciones del txirulari norpirenaico fueron reflejo especular de las ejercidas por los tamborileros peninsulares incluso en aquellas ajenas a la danza. Ambas tradiciones divergen a partir de la Revolución francesa con efecto notable en el proceso de municipalización, desconocido en el territorio continental.
 
Del ttunttun o soinua y sus diferencias con otros instrumentos se ocupó Herelle con cierta atención. Según Angel de Apraiz:

"el soïnua es para Hérelle el tamboril llamado "de Gascuña", muy diferente del tamboril provenzal, pues según dice el mismo autor mientras que el de Provenza es un simple tambor de caja prolongada, el de Gascuña es una caja resonante de madera, casi rectangular, como unas cinco veces más larga que ancha y sobre la cual van montadas seis cuerdas que se templan, con clavijas. Añade que el soïnua no se engancha a la cintura del músico, ni se cuelga de su espalda con un tirante, sino que cuando el músico está de pie sostiene el instrumento entre su antebrazo y su costado derechos y cuando se sienta lo apoya oblicuamente sobre el hombro derecho y la pierna izquierda, quedando de este modo siempre libre su mano derecha para sostener la tchirola y la izquierda para golpear con un palo las cuerdas del soïnua".

En los siglos XVI y XVII estaba extendido por toda Navarra y por una parte de Laburdi, sin embargo no está tan documentado su uso en los territorios de Gipuzkoa, Bizkaia o Araba. Su uso fue reseñado en el siglo XVIII por Manuel Larramendi en su Corografía. Al explicar las danzas ordinarias del tamboril en Gipuzkoa señala la diferencia con el uso en Labort de una especie de harpa con cuerdas gruesas que, heridas del palo, suenan roncamente y sin tanta bulla como nuestro tamborcillo.

En el siglo XVI se registra el salterio o ttun-ttun como instrumento de percusión acompañante de la flauta en Tudela, en Baztán y en la Baja Navarra. El instrumento fue usado en los valles pirenaicos de la merindad de Sangüesa hasta fecha tardía y es origen probable del nombre que recibe el baile popular típico del valle del Roncal, Ttun-ttun, por se éste el instrumento principal que se empleó en esta danza. También en Navarra, las pinturas del siglo XVI del Palacio de Oriz muestran un friso de ángeles o amorcillos uno de los cuales tañe el ttunttun y la flauta.



Las relaciones de músicos contratados por el Ayuntamiento para los Sanfermines incluían una sección específica para los ejecutantes del salterio; así dichas relaciones llevaban por encabezamiento, desde el siglo XVI y hasta el XIX, los siguientes: Tamboriles (son los actuales txistularis), violines, salterios, vihuelas y dulzainas. En ellas consta la identidad y procedencia de los tañedores así como los pagos que se les hizo.

El científico y mecenas Abbadie, a instancias de Arturo Campion y de acuerdo con las prácticas del país vasco peninsular, convocó en Ustaritz un concurso de xirula y Ttunttun en 1893.

BIBLIOGRAFIA:
  • ARAMBURU, Mikel: "Glosario de instrumentos de música tradicionales vascos" Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, nº 58. pp.187-198. Pamplona. 1991.
  • DONOSTIA. P: "Instrumentos musicales populares vascos" en Obras completas. Tomo II pp. 257-310. Editorial La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao. 1983
  • JORDÁ, Enrique: "Apuntes sobre el ttun-ttun" Musiker, Cuadernos de Música, nº 9. p. 80-83. 1997.
  • JORDÁ, Enrique "En torno al ttun-ttun (resumen)" Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, nº 52. p. 389-390. 1988
  • OIARBIDE, Andoni: "Ttun-ttun o salterio" Txistulari. nº 106. Abril-Junio. p. 9. 1981.
Mikel Aranburu Urtasun
2010

1 comentario: