Hicimos todo,
fue un todo menos-bien.
No pesamos,no vimos,
no sentimos, y, claro está,
mucho menos leimos!
En esa angustia, del tren que pasó, al cual le pedimos, !no pares!
El otro es el culpable.
El poeta-escultor, ya dejó,
"no he tenido otra vida que la tuya".
Sin reproches, la sabidura se anda en el amor.
En balcones encerrados,
aldeano es la pausa.
Sabiendo, que en ella es la esperanza ,,,
y si hay prisa
siempre volverás a OTEIZA
aitzol abala
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