martes, 6 de febrero de 2024

INAUTERIAK 2024-V

 INUDE ETA ARTZAIAK

La Comparsa de Artzaias e Iñudes es una Comparsa centenaria, típica de los Carnavales de San Sebastián, que, organizada por la Sociedad Kresala, desfila el primer domingo de febrero en recuerdo de las amas de cría, nodrizas o ayas que en el paseo de la Concha cuidaban de los bebés.

Con reminiscencia en la Comparsa de Jardineros, que en varias ocasiones desfiló durante el siglo XIX en los Carnavales donostiarras, la de Artzaias e Iñudes fue organizada por vez primera el año 1885 haciendo su salida la mañana del día 2 de febrero, festividad de la Candelaria, organizada por las Sociedades La Fraternal y La Unión Artesana.

Teniendo en cuenta que en aquella época el traje de iñude era cotidiano en las calles de la ciudad, para darle mayor carácter carnavalero las primeras comparsas estuvieron formadas exclusivamente por hombres, siendo elegidos los más obesos para el papel de mujer y los más delgados para el de pastor o artzaia.

Cuando el año 1912 el Papa Pío X suprimió el carácter festivo de la Candelaria, que pasó a ser jornada laborable, la Comparsa dejó de hacer su salida como hasta la fecha lo venía haciendo, conociéndose los siguientes años algunas salidas esporádicas en las que participaban únicamente niños y niñas.

Entre los años cincuenta y sesenta fue organizada por los Luises del Antiguo siendo, a partir de estos años, el grupo infantil de danzas vascas Gaztetxo, dirigido por Lorenzo Gorrotxategi, el que mantuvo la tradición sacándola en torno a la Semana Grande.

El año 1981 se hizo cargo de la organización la Sociedad Kresala instituyendo la Comparsa, ya con carácter tradicional, el primer domingo de febrero a las doce del mediodía.

Debe destacarse, como cantera de la fiesta, las comparsas que se organizan en distintas ikastolas y barrios de la ciudad.

También cuentan o han contado en momentos concretos con su propia Comparsa de Iñudes y Artzaias, entre otras, las localidades de Astigarraga, Pasajes, Renteria, Tolosa, Bergara, Azpeitia, Hernani, Eibar, Zarautz, Irán, Urretxu, Arrasate-Mondragón, Alsasua, Pamplona y Estella.
Las iñudes lucen los vistosos, a la par que sencillos, vestidos que habitualmente utilizaban las institutrices, en los que destaca el bordado delantal y la toca, así como los imprescindibles largos pendientes de oro y los llamativos collares.

Los artzaias visten camisa y pantalón de color blanco, con txapela, faja y chaleco rojos que en ocasiones son azules.

Ellas llevan en su mano un bebé (muñeco) con largo mantón y ellos una makilla cruzada sobre los hombros que utilizarán en sus bailes.

La comitiva que acompaña a los dantzaris representa personajes clásicos del momento, no faltando invitados y profesionales populares como el barquillero, pirulero, limpiabotas, panadero, etc. así como "gente del pueblo" con trajes de la "belle opoque", sin olvidar la figura del médico y sus enfermeras, el Alcalde, también vestido de época, acompañado de su séquito y el obispo con sus monaguillos.

Las distintas composiciones que forman el repertorio de la Comparsa de Iñudes y Artzaias fueron escritas en su mayoría por el maestro Raimundo Sarriegui y figuran en un amplio álbum que atiende al nombre genérico de Carnavales Donostiarras, aunque algunas de las obras fueron compuestas con antelación a 1885.

El pasacalles fue escrito el año 1869, Festarik bear bada corresponde a una Comparsa de Oficios que desfiló en 1830 y es de 1810 la titulada Armeniyako artzaiak.

Son otras danzas Mediku eta iñudeen dantza, Neskameen sarrera eta dantza, las varias partes de la Contradanza y las que cerraban la actuación dando entrada al público, conocida como Fandango (Andre Madalen) y Arin Arin (Baratzako Pikua).

En la comparsa de Kresala figuran txistularis, banda de música y tamborrada con tambores y barriles.

Aunque las músicas de la Comparsa de Iñudes y Artzaias no tienen letra propia, existe un zortziko del maestro Santesteban, con letra de Ramón Artola, que dice así:

Zori onian gechi
gezada artzayak
dantan ikusitzera
emengo aurtzayak;
Oso chukunkidaude
ahí, zer egokiyak
begira chit gustora
dauskagu begiyak.
Se respeta la ortografía original.
Los participantes en la Comparsa recorren las calles ya sea formando parejas o en grupos de iñudes y artzaias para, en momentos determinados del recorrido, realizar bailes conjuntos. El itinerario termina en una plaza, en el caso de San Sebastián en la plaza de la Constitución, donde en un recinto acotado se procede a la especificación de la fiesta.

Aunque el baile puede variar en función de las posibilidades de la organización, una actuación completa podría desarrollarse de la forma siguiente: Las iñudes, con el niño en sus brazos, se acercan a una mesa central donde, dependiendo de la fantasía de los organizadores, puede haber una txokorra o ternera a la que se simula ordeñar para llenar los biberones que luego serán dados a los bebés a medida que van acercándose. A esta escena también puede añadirse al médico que, ayudado por sus enfermeras, procede a la vacunación de los rorros.

El obispo o cura participante puede tener su papel en la parodia bendiciendo a los pequeños.

Mientras se producen los citados movimientos, cada uno con su propia música, las comparsas que configuran la fiesta pasean por el recinto.

Javier María Sada Anguera





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