Buenos
Aires, 28 de abril de 2017.
A
NUESTROS AMIGOS
Y
A TODA LA COMUNIDAD VASCA DE LA ARGENTINA:
Por
este medio queremos informarles que, al día de la fecha, seis
miembros de la Comisión Directiva de Eusko Kultur Etxea (Aitor
Alava, Marina Aranguren, Sebastián Amaya, Rocío Corales, María
Belén Girasole y Diego Orellana), profesores y alumnos de euskera,
la totalidad del grupo de danzas Ekin Dantzari Taldea y algunos
socios más, nos hemos desvinculado de manera completa y definitiva
de la Casa de la Cultura Vasca.
Nuestras
renuncias fueron presentadas oportunamente por escrito fundamentadas
en las siguientes razones:
- No compartimos en absoluto el estilo de conducción institucional que desde un tiempo a esta parte se impone desde la presidencia. Consideramos que es anacrónico, autoritario, personalista y cerrado al diálogo.
- No podemos seguir tolerando el maltrato y desprestigio sistemático por parte de la directiva de Eusko Kultur Etxea a algunos miembros de la Comisión Directiva y socios de la institución. Adherir a ello sería actuar en contra de nuestras conciencias.
- A lo largo de estos años, la ineptitud de la directiva de Eusko Kultur Etxea y su falta de liderazgo provocaron el derrumbe progresivo de la institución y el alejamiento de muchos de sus socios y miembros. Una verdadera destrucción institucional provocada desde adentro mismo.
Lamentamos profundamente ya no
contar con un espacio físico para seguir encontrándonos con todos
ustedes con la asiduidad y cordialidad con la que lo veníamos
haciendo, pero estamos trabajando presurosamente para organizarnos
como una nueva asociación comprometida -como siempre- con la cultura
vasca. Los vínculos de amistad y compañerismo que creamos a lo
largo de este tiempo, no hicieron más que acrecentarse con todos
estos tristes sucesos. Estamos alegres por estar y trabajar juntos,
por tener los mismos sentimientos y anhelos. Es preferible siempre
una comunidad unida sin casa a una casa vacía y sin comunidad.
Intentamos recuperar los
trajes del grupo de baile, los cuales también fueron pagados con el
trabajo, sacrificio y dinero de los dantzaris. Bajo llave no sirven a
nadie. Si bien es verdad que sus legítimos poseedores pueden bailar
sin ellos porque su arte y amor a la danza van más allá de lo
material, son parte importante de cada escena, de cada recreación
puesta al servicio de la comunidad.
Muchas gracias a todos.
Nuestro saludo cordial y afectuoso de siempre. Nuestro deseo de
seguir compartiendo lo que nos une.
EKIN DANTZARI TALDEA
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