jueves, 21 de noviembre de 2019

SNVBAHIA-2019-VII

DANTZA FILMA
"Nuestros antepasados eran «ursinos», tuvieron al oso como paradigma durante milenios, y eso nosotros lo hemos perdido. En Juan Artza, la madre es la inteligencia y el padre, el oso, es la fuerza. Aquí, ahora, lo aplicamos al revés: funcionamos con la inteligencia del padre y con la fuerza de la madre. No hay nada que hacer... El igualitarismo es la inteligencia de la madre y la fuerza del padre, no al revés..".Tres años han pasado. y Urbeltz, nos lo recuerda acada pensamiento.
Los vascos no tenemos héroes; socialmente no hay héroes. Por ejemplo, cada familia sabe dónde pelearon los suyos en la Guerra del 36, pero la guerra es para olvidar. En las carlistadas, por ejemplo, no hay héroes; hay un caudillo famoso, Zumalakarregi, pero el pueblo vasco no lo considera un héroe caballeresco en el sentido heroico. Cuasi nos han obligado a ver gudaris, donde solo hay dantzaris. 
 La Ilustración se pega a la idea de progreso y que ésta entre los campesinos sería la idea de fertilidad, pero el campesino no persigue la fertilidad; la fertilidad no es una ley de la naturaleza que podamos capturar, lo que existe en la naturaleza es el mal -en abundancia-, pero si lo apartamos, el bien sale por sí solo. Es una concepción absolutamente distinta, permite comprender por qué ha funcionado ese universo. Ha funcionado también dentro de un humor socarrón y fatalista porque el campesino sabe que, por mucho que haga, la naturaleza hará lo que tiene que hacer; es gente que tiene sentido común y experiencia. Una vida sin prisa, un reloj que manda y no esta en la muñeca.
El mundo tradicional es una parte importante de ese abanico amplio que es la cultura. Va más allá del propio mundo campesino que lo ha creado, porque está lleno de metáforas maravillosas que, si somos capaces de descubrirlas, nos pueden permitir continuar en el tiempo. Y hay más, incluso. Por ejemplo, el filósofo Bertrand Russell ofrece un apunte muy interesante. En su libro «Elogio de la ociosidad» propone trabajar sólo cuatro horas al día y, a partir de eso, considera que las danzas tradicionales, cuyo sentido por el que fueron bailadas originalmente no ha desaparecido de la naturaleza humana -o sea que espiritualmente estamos pegados al neolítico-, serían una buena actividad para el tiempo libre. Pleno siglo XXI y pegados a un mar de fondo el cual no sabemos desde cuando nos marca nuestros pasos.
 Horas y muchas, las charlas y las "lecturas", con y sobre JUAN ANTONIO URBELZ. Solo así un proyecto como DANTZA baila y florece cada vez, ante nuestros ojos.
Telmo nos pidió algo atod@s, que "cuidemos la película" porque " ya es nuestra". Horas despues nosotr@s ya tan relajad@s como el, nos regalo para nuestras almas un "una danza fina y bien bailada".

AITOR ALAVA
 21/11/19






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