Durante estos días he podido asistir a varias charlas ofrecidas por la brillante Toti Martinez de Lezea. Lo didáctico y pedagógico aderezados de un baño de un conocimiento de historia y sensibilidad afloran en su interior. Un concepto conocido ya, sobrevoló varios momentos, la existencia o no de las brujas vascas. Aflora escuchar ese "NO" tan rotundo y contundente. Traemos hoy parte de los hechos y como fueron escritos, ocurridos en Zugarramurdi hace unos siglos y los cuales construyeron un mito totalmente falso, el cual se sigue utilizando hoy en dia.
Yacimientos prehistóricos
En la cueva de Bidartia, que se encuentra situada cerca del caserío
Errotaxarreko-borda, hay un yacimiento prehistórico con cerámica neolítica, que
fue descubierto en 1935. En la de Lexotoa, situada a pocos metros de la
frontera de Sara, se encuentra un yacimiento prehistórico con sílex tallado
descubierto en 1941 adscribible al Paleolítico Superior. En una cata realizada
en 1941 por José Miguel de Barandiarán en la cueva de Lexotoa I,
señala asimismo útiles de sílex atribuibles al Paleolítico Superior. En Sorginen-lezea,
hay un yacimiento con láminas de pedernal de facies magdaleniense, descubierto
en 1935. En Akelarren-lezea, cueva de Zugarramurdi, en comunicación
con la de Sorginen-lezea, fue descubierto un yacimiento con cerámica neolítica,
el año 1935.
Secuencia cultural del complejo de Soriñen-Lezea
De la prospección realizada en 1977 por Ignacio Barandiarán Maestu
extraemos el resumen final de su informe:
Atribución cultural del relleno arqueológico de Sorgiñen-Leze
"En su prospección, J. M. de Barandiarán había hallado láminas de sílex
que atribuyó a un Magdaleniense genérico. Imposible de comprobar la
estratigrafía de Sorgiñen-Leze, en la galería de Akelarren-Leze hemos
encontrado -en una exigua superficie de prospección- los materiales expuestos
anteriormente, que se ordenan en dos momentos culturales y estratigráficos
distintos: precerámico el inferior y cerámico el más reciente. A su vez, en
este nivel I se han detectado evidencias de dos etapas antiguas diferenciables;
se data una en época romana y la otra en un período prehistórico de cerámicas
no a torno.
Epoca romana. El fragmento de olla descrito corresponde a
un tipo muy bien conocido en estaciones de establecimientos romanos del País
Vasco: así Imus Pyrenaeus (establecimiento de protección de la vía XXXIV, en
Saint-Jean-le Vieux; excavación de Jean-Luc Tobie), en Pompaelo (excavación de María
Angeles Mezquíriz; en cuya estratigrafía ejemplar puede ser muy bien fechado),
en la villa de Liédena, en Ouéleia (Iruña actual, no lejos de Vitoria;
excavación de G. Nieto y J. C. Elorza), o en la necrópolis de Santa Elena (en
Irun; excavación de I. Barandiarán y M. Martín Bueno). Su cronología puede
fijarse en época Altoimperial: posiblemente los dos primeros siglos de la Era. En varias cuevas
vizcainas y alavesas se aprecia también la presencia de elementos romanos
(cerámica, monedas), al estilo de lo observado en Akelarren-Leze; así en
Lumentxa (Lequeitio), Arezti y Santimamiñe (Guernica), Solacueva (Jócano ), ...
Casi nunca llegan a formar estratos de espesor sensible, debiéndose más bien a
una presencia esporádica, o no continuada.
Epoca prehistórica cerámica. Contados elementos cerámicas,
no decorados y cuya forma completa es imposible de reconstituir, se atribuyen
(en la parte inferior del nivel I de Akelarren-Leze) a técnicas de fabricación
anteriores a la utilización del torno. Lo que, para la zona del País Vasco en
que se ubica, puede -a título de hipótesis- fecharse entre la Edad del Hierro y la del
Bronce, y el Eneolítico. No se han encontrado otros elementos arqueológicos
(metálicos, o de piedra pulimentada, o formas particulares de puntas de flecha
de piedra tallada) que permitan decidir algo más concreto dentro del señalado
amplio ámbito temporal. Quizá la posible "hoja de hoz" de sílex
encontrada en superficie se pueda hacer contemporánea del momento de ocupación
de Akelarren-Leze que representan las citadas cerámicas a mano: en cuyo caso,
preferiremos su fechación de conjunto del Eneolítico al Bronce Medio.
Epoca prehistórica pre-cerámica. Se halla representada
exclusivamente en el nivel II: no excesivamente rico ni potente. Su concreción
cultural ha de establecerse a partir de la consideración de los caracteres
presentes en un reducidísimo repertorio instrumental (apenas dos docenas de
objetos) tanto como por la ausencia de algunos rasgos que definirían
modalidades industriales características. Entre estos caracteres no presentes
(un argumento ex silentio) destacaríamos: la ausencia de cerámica, la ausencia
de instrumental óseo (que tan frecuente resulta en los depósitos del
Paleolítico superior), la no existencia del retoque plano (propio del
Eneolítico-Bronce), la ausencia de elementos geométricos (triángulos,
trapecios, segmentos; y de los correspondientes elementos acompañantes:
microburiles, muescas sobre lámina, láminas estranguladas). En cuanto a los
caracteres existentes, a valorar, subrayaríamos: el carácter fundamentalmente
laminar de esta industria (en tamaños medianos y pequeños); los raspadores
cortos y pequeños (alguno sobre lámina de bordes retocados); la escasez de
buriles (el único es diedro); la presencia sensible de las piezas de dorso
(abrupto profundo o marginal) y en especial de dos puntitas típicas (figuras
5.7 y 5.8) de particular peso porcentual en los conjuntos instrumentales del
Tarchglaciar (Paleolítico final y Epipaleolítico). Desde el Magdaleniense
superior en la zona más "clásica" de Europa (Cantabria, Pirineos y
Dordoña) se han de afianzar una serie de elementos de cultura que, por una
mínima evolución, continuarán en el Aziliense y en etapas inmediatas
posteriores pre-neolíticas: entre ellos siempre poseen especial peso
proporcional las llamadas "puntas azilienses" (variedades del tema
punta o puntita de dorso) y los raspadores, más o menos microlíticos, de
tendencia unguiforme y carenada. A este período de tradición remontable al
Paleolítico final peroetro probable desarrollo en una época inmediatamente po
liense, es decir en pleno Epipaleolítico, habrá que adscribir el escaso ajuar
hallado en el nivel II de Akelarren-Leze. Las recientes excavaciones de Zatoya
nos han permitido señalar con bastante precisión los caracteres de la evolución
in situ de los ajuares propios de grupos cazadores de tradición
superopaleolítica, pudiendo marcar hasta tres horizontes en su secuencia:
Zatoya inferior (nivel II), en el Epipaleolítico no geométrico (un post- o
epi-Aziliense); Zatoya medio (nivel Ib) en el Epipaleolítico geométrico
(influido por elementos del contemporáneo Tardenoisiense ultrapirenaico);
Zatoya superior (nivel I), en que sobre el Epipaleolítico geométrico se produce
la aparición de la primera cerámica (en una neolitización harto parcial, y
mínima). Así, no encontramos dificultad en datar este nivel inferior, II, de
Akelarren-Leze en el Epipaleolítico no geométrico: si valiera intentar su
fechación absoluta sugeriríamos el 6500-6000 para su inicio y del 5500 al 5000
para su final."
"Príncipe de Viana", n° 148-149.
El proceso de Logroño
El 12 de enero de 1609 la
Inquisición de Logroño recibe la denuncia de diversas
concentraciones de brujos y brujas acaecidas en Zugarramurdi. El 13 del
siguiente mes los inquisidores Becerra Holguin y Valle Alvarado remiten el
proceso de seis encartados al Consejo General de la Inquisición sito en
Madrid. Los principales instigadores del asunto fueron, al parecer, el vicario
de Bera, Hualde, y el señor de Alzate, Tristán de Urtubia, que residía en su
castillo laburdino de Urrugne y que fue el que provocó la llegada a Laburdi del
temible De Lancre. El inquisidor Alvarado pasó varios meses en Zugarramurdi y
el resultado de su encuesta fue que cerca de 300 personas estaban complicadas
en las prácticas brujeriles, de las que llevó 40 a Logroño en el año 1610
para ser juzgadas por la
Inquisición. Entre los encartados figuraban: Graciana de
Barrenechea, reina del akelarre; Miguel de Goiburu, marido de la anterior y rey
de lo brujos; Martín Bizcar, alcalde del akelarre; Joanes de Etxalar, ejecutor
de las penas que dictaba el demonio; María de Zozaya; María Chipía y otras
personas. Los acusados encontraron un magnífico defensor en el Inquisidor
Alonso de Salazar y Frías. El auto de fe en Logroño duró dos días. El 7 y el 8
de noviembre de 1610 los brujos oyeron sus sentencias. 18 de ellos fueron
reconciliados después de confesar sus culpas y pedir perdón con lágrimas en los
ojos. Siete personas no se retractaron y murieron en la hoguera. Otras cinco
personas, entre ellas María de Zozaya, murieron en la cárcel y fueron quemadas
en efigie. El inquisidor Salazar efectuó a continuación una encuesta entre
1.384 niños y 420 personas mayores, poniendo por sus conclusiones en evidencia
a los demás inquisidores que promulgaron una tan cruenta sentencia. En su viaje
por las montañas navarras efectuado en 1611-1612 demostró por medio de
verificación personal la falsedad de la aseveración de dos niñas que afirmaban
haber estado en un akelarre en el famoso campo de Berroskoberro. (Véase Brujería). Un libro con el
relato del Auto de Fé fue impreso en Burgos en 1611 por Juan Baptista Varesio:
Relación summaria del auto de la fe que los señores doctor Alonso Bezerra
Holguin, del abito de Alcantara, licenciado loan de Valle Aluarado, licenciado
Alonso de Sala car Frias, inquisidores apostolicos en el reyno de Nauarra y su
destricto, celebraron en la ciudad de Logroño, en siete y ocho dias del mes de
nouiembre, de mil seysientos y diez años / recoxida y ordenada por el maestro
Luis de Fonseca... a ocho de enero de mil y seyscientos y once años.
En 2005 la
Universidad Pública de Navarra lo digitalizó. Existe una
relación del Auto de fe de 1610, impresa en Logroño en 1611 por Juan de
Mongaston. Fue reeditada a principios del siglo XIX, con notas, por Leandro
Fernández de Moratín, con un párrafo mutilado a causa de la censura de la
época. Transcribimos a continuación el Auto completo, restituyendo la totalidad
del párrafo suprimido (Ref. Biblioteca Gonzalo de Berceo, Catálogo
en línea, y Julio Caro Baroja, Estudios vascos y Brujería vasca):
AUTO DE FE CELEBRADO EN LA CIUDAD DE LOGROÑO en los
días 7 y 8 de noviembre de 1610
Relación de las personas que salieron al Auto de la Fee que los señores Doctor
Alonso Bezerra Holguín, del ábito de Alcántara, licenciado Juan de Valle de
Alvarado, licenciado Alonso de Salazar Frias, inquisidores apostólicos del
Reyno de Navarra, y su distrito, celebraron en la ciudad de Logroño, en 7 y en
8 dias del mes de noviembre de 1610 años, Y de las cosas y delitos por que
fueron castigados.
Aprobación
Por comision del señor doctor Vergara de Pones, chantre y catedrático de la
colegial de la ciudad de Logroño, vicario por el señor obispo de Calahorra: yo
fray Gaspar de Palencia, guardián del convento de San Francisco de la dicha
ciudad de Logroño, y consultor del santo Oficio, ví y examiné una relacion de
los procesos y sentencias que se relataron en el Auto que celebraron los
señores inquisidores en la dicha ciudad en 7 y 8 dias del mes de noviembre de
1610 años y hallo ser toda muy conforme á lo que se relató en dicho Auto y
ninguna cosa de la dicha sumaria relacion es contra nuestra santa fe católica y
buenas costumbres cristianas antes muy verdadera, y necesario que venga á
noticia de todos los fieles para desengaño de los engaños de Satanás. Fecha en
San Francisco de Logroño en 6 de enero de 1611. Fray Gaspar de Palencia.
Licencia
Nos el doctor Vergara de Pones, chantre y canónigo de la colegial de Nuestra
Señora de la Redonda
de esta ciudad de Logroño, y vicario en todo este arciprestazgo de la dicha
ciudad por don Pedro Manso, obispo de Calahorra y la Calzada, del consejo del
rey nuestro señor etc. Por las presentes y su tenor damos licencia á Juan de
Mongaston, impresor, vecino de esta dicha ciudad, para que pueda imprimir esta
sumaria relacion del Auto de Fe que se ha celebrado en esta dicha ciudad en 7 y
8 dias del mes de noviembre del año de 1610, sin incurrir en pena ni censura
alguna; atento á no haber en ella cosa contra nuestra santa fe católica y
buenas costumbres.
Dada en Logroño, á 7 de enero de 1611 años. El doctor Vergara de Porres. Por
su mandato, Cristóbal de Enciso, notario.
Juan de Mongaston, impresor, al lector
Esta relacion ha llegado á mis manos, y por ser tan sustancial, y que en
breves razones comprende con gran verdad y puntualidad, los puntos y cosas mas
esenciales que se refirieron, en las sentencias de los reconciliados y condenados
por la demoniaca secta de los brujos, he querido imprimirla para que todos en
general, y en particular, puedan tener noticia de las grandes maldades que se
cometen en ella. Y les sirva de advertencia para el cuidado con que todo
cristiano ha de velar sobre su casa y familia.
Impresa con licencia en la muy noble y muy leal ciudad de Logroño. En este
año de 1611 años.
AUTO
Este Auto de la Fe
es de las cosas mas notables que se han visto en muchos años, porque á él
concurrió gran multitud de gente de todas partes de España y de otros reinos; y
sábado 6 dias del mes de noviembre se comenzó el Auto con una muy lucida y
devotísima procesion, en que iban, lo primero, siguiendo un rico pendon de la
cofradía del santo Oficio, hasta mil familiares, comisarios y notarios de él,
muy lucidos y bien puestos, todos con sus pendientes de oro y cruces en los
pechos. Después iba gran multitud de religiosos de las órdenes de Santo
Domingo, San Francisco, la
Merced, la Santísima Trinidad y la Compañía de Jesus, de los
cuales hay conventos en la dicha ciudad; y para ver el dicho Auto, de todos los
monasterios de la comarca había acudido tanta multitud de religiosos, que vino
á ser tan célebre y devota esta procesion como jamás se ha visto. Al cabo de
ella iba la Santa Cruz
verde, insignia de la
Inquisicion, que la llevaba en hombros el guardián de San
Francisco, que es calificador del santo Oficio, y delante iba la música de
cantores y ministriles, y cerraban la procesion dos dignidades de la Iglesia colegial y el
alguacil del santo Oficio con su vara, y otros comisarios y personas graves,
ministros del santo Oficio, que todos en muy buen órden llevaron á plantar la Santa Cruz en lo mas
alto de un gran cadalso de ochenta y cuatro piés en largo y otros tantos en
ancho, que estaba prevenido para el Auto, y con vistosos faroles y familiares
de guarda estuvo toda la noche, hasta que el dia siguiente, luego que amaneció,
salieron de la
Inquisición.
Lo primero, cincuenta y tres personas que fueron
sacadas al Auto en esta forma: Veinte y un hombres y mujeres que iban en forma
y con insignias de penitentes, descubiertas las cabezas, sin cinto y con una
vela de cera en las manos, y los seis de ellos con sogas á la garganta, con lo
cual se significa que habian de ser azotados. Luego se seguian otras veinte y
una personas con sus sambenitos y grandes corozas con aspas de reconciliados,
que también llevaban sus velas en las manos, y algunos sogas á la garganta.
Luego iban cinco estatuas de personas difuntas con sambenitos de relajados, y
otros cinco ataudes con los huesos de las personas que se significaban por
aquellas estatuas, y las últimas iban seis personas con sambenito y corozas de
relajados, y cada una de las dichas cincuenta y tres personas entre dos
alguaciles de la
Inquisicion, con tan buen órden y lucidos trajes los de los
penitentes, que era cosa muy de ver. Tras ellos iba, entre cuatro secretarios
de la Inquisicion
en muy lucidos caballos, una acémila, que en un cofre guarnecido de terciopelo
llevaba las sentencias; y en lo último iban á caballo los señores inquisidores
doctor Alonso Becerra Holguin, licenciado Juan de Valle Alvarado, y licenciado
Alonso Salazar y Frias, llevando en medio al mas antiguo, acompañados del
estado eclesiástico al lado derecho, y de la justicia y regimiento al lado
izquierdo, y un poco delante iba en medio de la procesion el doctor Isidoro de
San Vicente con el estandarte de la
Fe, puestos en muy buen orden, que representaba todo grande
autoridad y gravedad.
Documentos del Auto de Logroño
Transcripciones de diversos documentos relacionados con el Auto de Logroño
Documento 1
Maria de Yriarte, de hedad de 40 años, n.° 6, fol. 36-37, dize que para
hazer las ponzoñas, lo mas ordinario se juntauan en diferentes casas los bruxos
mayores, que tiene esta preeminencia, unas bezes en unas y otras en otras,
segun la comodidad que tenian para poder hazer] con mayor secreto. Y que esta y
Graziana, su madre, y Estevanya, su hermana, y Joanes de Goyburu, su marido, y
Miguel de Goyburu, su padre, suegro de la dicha su hermana, y Joanes de Sansin,
su sobrino, que todos contestan con esta, unas bezes de din y otras de noche,
se juntauan en una de las casas de los dichos. Y que en casa de Graçiana, su
madre, se juntauan pocas bezes, porque como su padre y una hermana y cuñado, y
otros hijos suyos que bibian en ella, no eran bruxos, no aula comodidad para se
poder hazer los dichos unguentos. Y quando algunas pocas bezes alli se hazian,
aguardauan que todos los que no eran bruxos estubiesen fuera de casa. Y lo mas
hordinario, se hazian en casa de Esteuania, hermana desta, porque como ella y
su marido eran bruxos, no auia estorbo ninguno. Y aquel dia, antes de se
juntar, se auian ydo a los campos y montes a buscar los sapos y las demas
sabandijas ponzoñosas de que se hazian los dichos unguentos. Y tambien se
prevenian y lleuauan de los aquelarres sesos de niños y huesos, y las demas
cosas que eran neçesarias. Y como tenian hecha la dicha preuencion y señalada
la ora y casa, se juntauan con puntualidad el demonio y sus criados y los
bruxos. Y estando todos juntos y hauiendo cerrado las puertas por dentro en la
cozina, el demonio ordenaua lo que se auia de hazer. Y lo primero desollauan
los sapos y sabandijas y lo hazian pedaços; y echauan en una olla y lo
rebolbian, estando a la lumbre dicha. Declara la forma como lo hazian y que
tardaban como dos o tres oras en hazerlo. Y que pocas vezes aciertan a yr
personas de fuera a la dicha casa, porque procuran hazer los dichos unguentos
en tiempos escusados y guando la gente esta ocupada en sus labores o de noche
guando cada uno esta en su casa. Y quando açiertan a llamar a la dicha casa
algunas personas que no son bruxas, la corresponden y despiden desde las
bentanas. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de actos
comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio Idoate, Un
documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.
Documento 2
Graziana de Barrenechea, madre de la preçedente y Reyna del aquelarre, de
hedad de 80 años, n.° 7, fol. 76, dize que muchas bezes el demonio y bruxos
hazen los unguentos y ponzoñas fuera del aquelarre, en casas particulares,
preueniendo las sabandijas y los demas materiales de que se hazian, que todo lo
nombra y declara, y las ollas y basijas para ello. Y hauiendo señalado la ora,
que por la mayor parte era dia, a la que les parecia mas acomodada de la mañana
o a medio dia, guando la gente andaua en el campo, y otras bezes los hazian de
noche. Y hordinariamente se hazian en casa de Estebanya de Yriarte, hija desta,
porque como ella y su marido eran bruxos, no thenian de quien se recatar. Y en
casa desta se hazian pocas bezes, porque su marido y una hija y yerno no eran
bruxos, y ansi no se podian hazer con comodidad, sino con mucho recato y
peligro de que echasen de ver lo que se hazia. Y que para hazer los dichos
unguentos en casas particulares, esta solamente se citaua con los bruxos de su
camarada, que son seis personas que nombro, que todos contestan, y el demonio y
sus criados con ellos, y en otras casas se juntauan otra camarada de çinco o
seis bruxos antiguos, que nombro. Y estando juntos, el demonio dize entre si
ciertas palabras y echa la bendicion [con la mano izquierda, a las cosas y
materiales de que se an de hazer las ponzoñas. Y luego dize a los bruxos que
trauajen y ansi lo hacen, y les ayudan los criados del demonio. Y que las cosas
de que se hacen son sapos, culebras, lagartos, lagartijas, limacos, unas turmas
de tierra que llaman pedos de lobo, y sesos de niños, y xugo y agua que sacan
de los huesos de cuerpos de bruxos difuntos, que para este hefecto guardan,
despues que en el aquelarre an comido la carne. Y todo lo conficcionan con el
agua que an sacado de los sapos bestidos, guando los açotan, la qual tienen
guardada en una olla. Y todas estas cosas las ponen al fuego en las basijas que
son menester, y las incorporan y mezclan y rebuelben hasta que les dan su
punto. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de actos
comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio Idoate, Un
documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.
Documento 3
La dicha Maria de Ximildegui, de 20 años, natural de Francia, cerca de la
raya, criada y rresidente en Çugarramurdi, y la que, como esta dicho, dio
principio al descubrimiento del aquelarre y compd. de bruxos de aquel lugar,
moca de buen entendimiento y de bida exemplar, dize que estando en casa de sus
padres en el lugar de Çuyburu, abria como dos años, tenia amistad con una moça,
su vecina, y algunas noches se yba a dormir con ella. Y una de las noches le
dixo la dicha moça que le hiciese compañía y fuese con ella a cierta parte. Y
esta lo hizo asi y se fueron juntas por sus pies, bestidas y como se hallaron,
sin auerse acostado y sin que las sintiese persona alguna de su casa, entre las
diez y las once de la noche, a un arenal que estaua como dos o tres tiros de
vallesta de la dicha casa, en el qual hallaron mucha gente y el demonio en una
silla, y todas se holgauan, dançando y bailando cada una como queria. Y esta se
espanto de ver tanta gente, y el ruido y confusion que trayan con los sones de
los instrumentos, y casi se queda elebada y no sabia lo que era. Y como algunas
mugeres de las que alli estauan la vieron tan afligida y que lloraua, la
consolauan y dezian que aquello hera de muy gran gusto y que no tubiese pena,
como lo echaria de ver otras bezes. Y por entonces no bio otra cosa mas que,
como dicho tiene, muchas gentes de diferentes hauitos, y no sospecho lo que era
ni que los que alli estauan fuesen bruxos, ni que el que presidia fuese
demonio, ni que aquello fuese cosa mala. Y a cauo de un rato, se fueron todos,
y esta y la compañera se bolbieron por el camino que se auian ydo y se
desnudaron y acostaron juntas en una cama, y entraron por la puerta sin hazer
ruido. Y esto mismo le suçedio otras [muchas noches que se fue en compañia de
la dicha moça al dicho puesto, y todabia la consolauan y animaban unas mujeres
que bibian cerca de la casa de sus padres. Y aunque preguntaua a las dichas
mugeres y moça que entretenimiento era aquel, le respondian que no era mas de
aquello que behia. Y una noche, bolbiendo del dicho arenal, en compañia de la
dicha moça y dos mugeres a pie y en combersacion, apretadamente les pregunto
que le dixesen que hera aquello, porque si era cosa mala las auia de acusar, y
ellas le dezian que no era sino la cosa mejor que auia visto y que adelante ve
holgaria mucho. Y la dicha moça, aunque dibersas bezes la ymportunaua, nunca le
quiso decir otra cosa mas de que hazian aquella junta para holgarse, y como
esta las fue apretando a que la dixesen lo que hera y las amenazaua, le binieron
a dezir que la ahogarian si descubria cosa alguna de lo que ails pasaua. Y
pasaron otras cosas que no son buenas para este proposito, mas de que siempre
fue a pie y sin untarse al aquelarre durante el tiempo que fue bruxa, que fue
como un año, y no quiso renegar de Nuestra Señora. Y de pena e maginacion cayo
o enferma y lo estubo hasta que fue absuelta]. (Del manuscrito Inquisición
de Navarra. Cuaderno de actos comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref.
Florencio Idoate, Un documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.
Documento 4
Miguel de Goiburu, de hedad de 60 años, u.' 8, fol. 50 dize que el quiere
dezir en todo la verdad y que hasta aora no la a dicho porque el demonio se lo
a ympedido. Y que lo que pasa es que, por la Pascua de Nabidad, estando mas de 50 personas
juntas en la yglesla de Çugarramurdi, este y otros bruxos confesaron que lo
eran. Y despues, fray Phelipe, vicario de la dicha yglesia, los aconsejo que si
querian açeptar su negocio, se viniesen a presentar en este Santo Offiçio y que
confesasen en el la verdad, y que asi les suçederla bien. Y hauiendose ydo a
confesar con el, les dixo que no los podia absoluer si no se benian a este Santo
Offiçio. Por lo qual, este y Graziana de Yriarte, y Esteuania y Maria, sus
hijas, y Johan de Goyburu, hijo deste y Joanes, hijo de Sansin, su sobrino,
trataron de se venir a presentar a este Santo Offiçio y lo comunicaron y
prometieron asi al dicho vicario. Y despues de asi conçertado, fueron una noche
al aquelarre, donde lo consultaron y comunicaron con el demonio, el qual les
dixo y aconsejo que no biniesen, y que si benian, no confesasen la verdad,
porque si la confesauan, luego los hauian de quemar, y que no le desamparasen y
dexasen a el ni a su fee. Y lo mismo les aconsejauan y dezian todos los demas
bruxos, por lo qual, todas las dichas seis personas, biendo que ya no podian
dexar de benir, segun lo tenian determinado y prometido, se resoluieron en que
biniesen a dezir y declarar como el vicario y todo el lugar, por fuerça los
auian obligado a decir que eran bruxos, pero que ellos no eran bruxos, [y que
por librarse de las amenazas del vicario y del lugar lo auian confesado contra
verdad. Y auiendose partido y beniendose a presentar en este Santo Offiçio,
despues de auer pasado de la villa de Lesaca un buen trecho, bebieron y
merendaron en una fuente, y pasando adelante, donde esta una encrucijada de
camino que atrauiesa, un hombre que trahian para que les señalase el camino se
quedo atras. Y en el entretanto, el demonio se les apareçio con un semblante
muy triste y en su talle muy feo, como siempre se les mostraua, y les dixo con
una boz muy ronca: ¿Donde bais perdidos? Y alli les bolbio a aconsejar y
amonestar que mirasen lo que hazian y que no confesasen, sino que negasen la
verdad, porque si confesauan luego, los hallan de quemar. Y se aparto un
poquito con este y con Graziana de Yriarte y les dixo que no le desamparasen ni
dexasen su fee, y le rrespondieron que antes consentirian que los hiziesen
pedaços que desampararle y dexar su fee, y que estubiese çierto, que hasta la
muerte no le desampararian. Y encomendando a todos que negasen y estubiesen
firmes en el, y se despidio dellos, y auiendo andado un poco de trecho,
desaparecio. Y por lo que les mando y aconsejo, siempre a pretendido negar la
verdad, segun que todos seis thenian conçertado y el demonio se lo auia
aconsejado y mandado]. (Del manuscrito Inquisición de Navarra. Cuaderno de
actos comprobados de bruxos, fechable en 1613). Ref. Florencio
Idoate, Un documento de la inquisición sobre brujería en Navarra.
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