..así será!
Exactamente 33 años, la edad del Señor, enrolado en grupos de danza vasca. Edad suficiente, para que a pesar de una cruz de otros, se soporte su transito con el orgullo de ser honesto. Responder, preguntas lógicas y recibir tantos apoyos como interlocutores, no alivia el vivir diario, pero insufla un aire fresco y confianza hacia el futuro. Comunicar que la mitología nos ampara, existimos por que somos y tenemos nombre. Si Mari habitaba en varios lugares no era por gusto. No la homenajearemos en nuestro danzar diario, pero si aprenderemos de ella para seguir siendo nosotros.
AITOR ALAVA
21/3/17
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