eso del OUTFIT
Esa palabra, anglosajona ella, buscada en el querido Roca, me devolviá a mis aposentos, inmerso en un mar-pensante. Mientras nuestro Aritza/roble, se llenaba de grupos para inmortalizar un momento único en la vida de cada cual.
Un "te veo tranquilo", escondía ya, para esa temprana hora, una par de carreras y sendos problemas resueltos. A la par que nuestros siempre alumnos hacian las mismas preguntas, para darles las mismas respuestas. El escenario produce inseguridades, las cuales quizás, el tiempo puede disipar o no. La paciencia anestesia toda nube, mientras la secuencia del Outfit, comenzaba.
Solo los duendes del euskal, sabrán que pasa por las mentes en esos instantes. Imaginar se puede, solo vivirlo te coloca en un lugar inesperado. Vivir ese momento hace calificar las trayectorias cual senderos fulgurantes, que uno quisiera inmortalizar en un cielo eterno,,, para no volver a esta tierra-terrenal.
Donde enfrentar mil-largo de ojos chispeantes, es tarea ardua. Solo a los vascos se les ocurre tener coreografias tan expuestas, tan trasparentes. No hay duda, si se ve, es real. El engaño, queda relegado. Es ahi donde, el motor-inferior, funciona. Ese tren, lento en el arranque, secuenciador de movimientos constantes, en bloque, avanza y avanza.
AGURRA
A esta altura el Outfit, en su momneto menos conocido, producido por un alumno. su acción hizo lo que nunca. Los actos no (me)están hechos para estar en la platea, ni por instantes. Esta vez, una segunda linea, con vista preferente a ese atril donde se desgranaban textos e ideas, donde el escuchar para pensar es posible, donde esta vez, con un "difrutar escuchando" no era necesario nada más.
El vetusto escenario, solo él, se queda con esas charlas entre compañeros eternos, que compartimos mucho menos de lo que debieramos. Así, solo nosotros vimos los rostros del centenar de egresados y como esos pasos firmes, los dejaban en ese escenario, para esta accion unica en la vida. Yo no tuve estas cosas. Tuvimos otras. La matematicas en la vida nos dejan ecuaciones imposible, con cocientes, sin lugar propio y divisores que aprendieron a multiplicar,,, y así, un futuro aviador me co-participa su momento.
Las dos, siempre las dos. Desapercibido pasó como en los cuatro discursos, las dos estuvieron presentes.
Cuando, un triangulo imaginario perfecto se da, no digamos nada!.
Habia que estar a esa altura. Un peleador de la historia, que no hubo un pasillo que no cruzara para saludar. Mientras el Outfit, se guardaba, para la próxima ocasión que lo merezca.
Aitor Alava
8/12/17
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