EUSKAL EMAKUMEAK
Eran las 7:30 de la mañana de un Miércoles de Febrero, primer día después de las vacaciones, un micro-cine vacío y despachado el saludo de rigor,,,como viene Gernika, fue la pregunta. Un director, directo y una repuesta, también trabajada, cuando se supone que todo es descanso. Así antes de cualquier formalidad el primer acto del año estaba en marcha. El más difícil, si y aún más cuando siendo libres, decidimos bailar en el alambre.
Una 4ta edición, para nuestro 26 de Abril, hace que el público Euskal Etxea, sepa e intuya, lo distinto que puede suponer.
Así era, este año 2018, la Kultura Vasca, vuelve estar presente en el nivel medio. Previa y acertada presentación de nuestro Director Hector Bruno, mas de una treintena de "dantzaris", interpretaban una Kontra-dantza. Alegre y distendida, como día de mercado, sin saber que tras el silbido de las Xirula-k, el viento sembró de llamas, la vida durante años.
"Guernica de Pablo Picasso es la gran escena trágica que representa el horror ante la muerte, se ha dicho que esta obra es difícil de entender pero en realidad sus elementos son claros y patentemente simbólicos … Guernica es una escena de horror compartido por mujeres cuyos cuerpos muestran inevitablemente las huellas de la fuerza mortífera de las bombas, un tableau vivant congelado en el que la reproducción humana queda expuesta a una amenaza mortal…la pérdida sufrida ha hecho que las madres del mural se vuelvan monstruosas, El miedo, el dolor, la muerte súbita, la desorientación, la inmediatez estridente, la incredulidad, el sufrimiento reúne la inmortalidad del grupo de mujeres trastornadas y sumidas en el pánico, gritan, lloran, estallan y tratan de afrontar la aniquilación para ver de dónde viene y qué forma va a adoptar su tragedia." (Gabriela Bacasun)
Discurso sobre el bombardeo a Gernika: El rol de la mujer.
.La historia se sigue escribiendo, narrando. Este año la intención es atender la diversidad con la que el Gernika puede verse a sí mismo corriéndose del canon oficial de la historia y mostrando que todavía está vivo. ¿Sabían que durante el bombardeo a Gernika murieron más mujeres que hombres? ¿Por qué las mujeres no aparecen en las entrevistas? ¿No fueron también víctimas de este atroz ataque a la comunidad? ¿Acaso no son parte de la historia? De igual modo que los niños y los ancianos, las mujeres fueron invisibilizadas por quienes cuentan la historia en nombre de la verdad. Como dice Walter Benjamin, los derrotados padecen una doble muerte: no solo son derrotados sino que también son olvidadas sus voces. Una doble muerte: física, por un lado, y su silenciamiento, por el otro.
En este sentido cabe preguntarse cómo poder hacer que sean escuchados. Siempre que estén ninguneados, excluidos, olvidados seguirán siendo vencidos. Está latente la necesidad de redimir la historia, de recuperar sus voces y, tal vez, visibilizar el rol de las mujeres en el Gernika puede ser un espacio de resistencia donde “la verdad” puede ser narrada de otra manera. Una verdad que abra y no que se cierre sobre sí misma.
Por eso, y como siempre, el arte es un lugar de salvación. Los que recuperan a las mujeres en esa época son los artistas: García Lorca, Dalí, Picasso son algunos de ellos. Con referencia al cuadro de este último, son protagonistas varias mujeres, por ejemplo, una de ellas sosteniendo una lámpara, otra cargando a su bebe muerto, otra sufriendo una herida en la pierna. Se desconoce si Picasso conocía la importancia de la mujer en la cultura vasca pero sí podemos afirmar que en el cuadro aparece plasmada. Y el verdadero arte habla a través del artistas. Cada una de ellas encarniza el sentimiento de dolor de aquellas que fueron víctimas del bombardeo, y también del olvido.
En cada palabra un grito de justicia, en cada danza sueños de libertad, en cada pincelada la memoria de un pueblo que no olvida, en cada voz recuperada, su redención.(Federico Ratti)
El acto presentado, sus liniamientos, su intención, que nos une, que tenemos, que somos, donde estamos, el presente y el pasado, para un hoy, donde la metáfora es real y sentimiento hierve en pulsos musicales:
Euskal Emakumeak. Las mujeres vascas. No fueron las únicas, pero son las nuestras. Las que lucharon, las que trasmitieron, las que perduraron,,,todas ellas. Consuelo Ruiz, inmortalizó, todo ello, en su gran poema, sobre las mujeres. Nuestra vice-directora, Mariana Theiler, declamó, un estracto, adaptado del mismo:
Nosotras.
Las que
nos quedamos solas
Con sus
hijos en los brazos,
Sin más
sostén ni más fuerza
Que el que
daba el abrazarlos
Todos
perdimos la guerra,
Todos
fuimos humillados,
Pero para
las mujeres
El trance
fue aún más amargo.
Caminatas
bajo el sol
Con los
pies semidescalzos.
Esos días
siempre solas,
Esos días
largos, largos,
Que fueron
semanas, meses,
Que fueron
tanto, tanto que,
Entre
dolor y entre lágrimas,
¡Se
convirtieron en años!
Pero las
mujeres seguimos,
A nuestro
modo luchando
Y esa guerra,
solo nuestra
Esa guerra
la ganamos.
Los hijos
de nuestros hombres
Quedaron
en nuestras manos
Y supimos
inculcarles
Un culto
casi sagrado
Por los
muertos, los ausentes,
Los padres
que les faltaron.
|
Éramos
pobres mujeres
Y supimos
elevarnos
Sobre el dolor,
sobre el miedo,
Sobre el
hambre y el fracaso
Y criamos a
nuestros hijos
Dignos,
serios, responsables,turo
Que aun
parecía lejano.
Quisiera
escribir un himno
Grande,
estupendo, fantástico,
De pobres
mujeres débiles
Con
heroísmos callados,
De esfuerzos
y sufrimientos
Que eran
el vivir diario
Y, que a
pesar de ello supieron,
Con un
esfuerzo titánico
Ir
manteniendo la llama
De amor al
padre lejano,
Al padre
que estaba preso
O al que
habían fusilado.
Yo
quisiera a voz en grito
Poder
entonar un cántico
Que dijera
todo eso,
Que
nosotras, las mujeres,
Que
bastante hemos callado.
Creemos
tener, al menos,
El derecho
de contarlo.
|
Sentir, el chispazo de la idea, ese acantilado donde el sinsentido del otro, no importa y cabalgar con la convicción, que si, que todo se va a entender. Es tan arriesgado, como apasionante. Melodías de grandes, no tan del gran publico como debieran, Alboka, Juan Mari Beltrán y Tomás San Miguel, conjugadas con la confianza de nuestros alumnos y un equipo osado, Euskal Emakumeak se vio de esta manera.
Unos días después, reproducimos, una versión reducida del montaje Euskal Emakumeak, en el evento BUENOS AIRES CELEBRA al PAIS VASCO:
Uno de los himnos-populares vascos es sin duda el Gernikako Arbola. Desconocido no es su autor, Iparragirre, sino su verdadera extensión, por desgracia la modernidad no cabalga/mos en el corcel de la memoria y la transmisión oral. Un árbol, un símbolo, toda una historia detrás, para conocer, divulgar y que su sombra algún día nos refugie en libertad:
Un telón cerrándose, esperando y palpitando la 5ta edición. Mientras, los temores del escenario, abrazaron cada una de nuestras dudas, sabiendo, que solo con el otro, hasta lo más osado, llega a puerto.
AITOR ALAVA
14/5/18
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