FIESTA DE LAS MAYAS
MAIATZEKO
ERREGIÑAK
Finalizaba, la década del 80, y para nuestros 6 primeros años de vida formal en el folklore de Euskal heria, comenzaba una singladura, sin fin. Ensayos separados, algunos días, para atonitos, comprobar el esfuerzo por afinar de nuestras compañeras, para unas coplas las cuales solo podíamos distinguir un laconico "erregiñetakkkkk",,,
Así, como tantas veces, tendría que ser J.A.Urbeltz, el que abriera la puerta del conocimiento y cerrara la de la ignorancia. En la enciclopedia Aunamendi, podemos encontrar, un buen articulo del que destacamos estos dos párrafos:
"Celebración que conmemora la resurrección de la naturaleza con la llegada de la primavera al hemisferio norte. Se ha celebrado en toda Europa y procede de las festividades religiosas de griegos, fenicios y, sobre todo, romanos. Suelen ser sus protagonistas adolescentes de ambos sexos, sólo niñas en Euskal Herria. La celebración fue perdiéndose a comienzos del siglo XX y renació, de forma precaria, durante los años 30. Se celebraba en el valle de Baztan y en otros pueblos como Irun, Errenteria, Oiartzun, Elgeta y Hondarribia, aunque en siglos anteriores la costumbre debió estar más extendida y asociada al árbol de mayo que se plantaba, por lo general, el último día de abril y cuyo nombre mayatza recha (Mayatz aretza) deja ver una alusión al roble a no ser que en Larramendi se refiera el significado general de "árbol". La fiesta de las Mayas (valle de Baztán) recibía el nombre Erregiña eta saratzak, literalmente, "La reina y los sauces". La que hacía de reina se distinguía de su corte de saratsak, el grupo de chicas que le acompañaban. La reina, vestida de blanco, era llevada en comitiva de casa en casa mientras se cantan canciones apropiadas a ta petición, unas veces de alabanza si el donativo era espléndido, otras de burla si se mostraba mezquino. A las canciones se solían añadir breves danzas que daban sabor a la fiesta. En Arrayoz (Navarra ) se celebraba la fiesta el último domingo de mayo."
"Para celebrar la fiesta dice Iribarren- se reúnen las muchachas (aproximadamente de doce años) y eligen las que han de ser durante el año reina y damas. Estas se adornan con claveles blanquirrojos y otras flores de bonitos colores. Una vez vestidas, y llevando un lindo sombrero, se conoce entre las demás quiénes son la erregiña y las saratsak. En la citada reunión se eligen también las cantoras, y para distinguirlas de las demás se les pone, en el pecho, una cinta de seda adornada de flores. Una toca la pandereta y las otras cantan. Al oír la canción, la erregiña y las saratsak dan comienzo a un baile o danza al suelto. En la primera canción piden a la etxeko-andre que salga a la ventana, y si no, a la puerta. A continuación cantan el siguiente estribillo: Trian la ra, lara, ra la, Trian la ra, la lai...Trian la ra, lara, ra la, Trian la ra, la lai. Cuando callan las cantadoras y descansan las bailarinas, una muchacha, con la pandereta en la mano, se adelanta hacia la etxeko-andre para recoger su presente. Y si ésta ofrece algo, le dan las gracias con otra canción. Pero si al llamar a la puerta no aparece el ama de la casa ni en la ventana ni en la puerta, le cantan cosas poco amables. Y así andan de casa en casa por todo el pueblo. Al final van a la casa del cura, a quien cantan así mismo una canción".
Pequeños tesoros, que tiene nuestro basto folklore, no dejemos todos los focos para las danzas aparentemente espectaculares y fijemonos y reguemos estas hermosas plantas.
ARTICULO Nº 30
FIESTA DE LAS MAYAS
24/5/18
AITOR ALAVA
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