martes, 13 de agosto de 2024

EZPATA DANTZA -LEITZA 2024

 


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Festividad de San Tiburtzio, en el día del patrón ayer no faltó la Ezpatadantza, el acto más solemne de las celebraciones y también uno de los más esperados, sobre todo por los y las dantzaris así como sus familiares. “Bailar la Ezpatantza es el mayor honor para un dantzari de Leitza”, aseguraba Eneko Barriola, de 18 años, que ayer se estrenó en la plaza con nota. También era nueva Nerea Aranberri, otra de las dantzaris que estas últimas semanas se ha preparado a conciencia, al igual que María Sagastibeltza, Eider Apezetxea, Manex Moreno, Andoni Amadoz, Nahia Escudero y Miel Olano, el más veterano con 35 años.


Lo cierto es que Leitza volvió a vibrar con sus dantzaris en una plaza a rebosar en la que para encontrar un sitio a la sombra había que ir con tiempo. Las personas menos previsoras lo hicieron bajo un sol de justicia y los termómetros cerca de los 40º. Pero la ocasión merecía la pena. Más mérito tenían los y las dantzaris, que también bajo el sol y frente a la Corporación, durante unos 20 minutos no pararon de bailar, un gran esfuerzo físico y mental que los y las leitzarras ponían en valor con aplausos y gritos de ánimo. También fueron muchas las felicitaciones que recibieron una vez finalizada la actuación, a la sombra de Karrape, con mucha emoción contenida que se canalizó en abrazos e incluso lágrimas.

Se trata de una coreografía procedente del Duranguesado y que en Leitza se baila desde 1932, salvo el paréntesis de la guerra y la pandemia, en la que se alternan nueve danzas durante unos 20 minutos, sin tregua.


 Tras Agintearena, comienza con Zortziko lekun, Zortziko mutuz y Zortziko mugituz. Después son Banakoa, Binakoa y Launakoa, que tal y como indican sus nombres, bailaron de uno en uno, de dos en dos y de cuatro en cuatro. Continuaron con otras tres danzas con juegos de palos y espadas: Makildantza y Ezpadantza, para finalizar con Txakarrakua, cuando los dantzaris alzaron a María Sagastibeltza mientras empuñaban al alto sus espadas.

“Durante todo el año ensayamos todos los viernes y, a partir de Sanfermines, todos los días”, observó Miel Olano, responsable de Aurrera Dantza Taldea junto con Nahia Barriola. Son 36 dantzaris adultos y 60 txikis, de cuyos ensayos también se encarga Nahia Escudero. Precisamente, dantzaris txikis le entregaron ayer un ramo de flores y una cena para agradecerle su trabajo y que puedan seguir soñando con bailar algún día, no muy lejano, la Ezpadantza en la plaza, sin género desde 2015.

De poner la música se encargaron los txistulares de Leitza, es decir, Pilartxo Sagastibeltza, José Luis Uharte, Juan Miguel Saizar y José Mari Etxeberria además de Leire Retegi, Eki Mateorena, Iraitz Zabaleta y Jokin Barriola, veteranía y juventud que asegura futuro a este instrumento en Leitza.


TEXTO: DIARIO DE NAVARRA
IRUDIAK: JESUS CANO

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