MAURICE RAVEL
"el músico vasco que compuso música vasca, y que creía en el Zazpiak Bat"
La apertura de la temporada de la Sinfónica de Boise, con un programa dedicado de forma especial a Maurice Ravel, nos sirve como excusa para volver a escribir sobre uno de los asuntos que más tristeza nos produce: la apropiación por parte de España y Francia de la Historia de los vascos, del papel de los vascos en la historia y del origen nacional de los vascos que han influido en las diferentes facetas de la realidad global.
No es la primera ocasión en la que señalamos la tendencia que existe ente los medios de comunicación españoles y franceses de que cuando se habla de elementos negativos, como los atentados los terroristas, estos se atribuyan a los vascos (terroristas vascos); mientras que cuando se habla de logros positivos (como los de investigación, economía o actividad empresarial) estos son atribuidos a españoles o franceses.
El caso de Ravel es paradigmático. Sus biografías nos recuerdan a la que aparecía en una enciclopedia francesa en la que se afirmaba que Picasso era un artista francés nacido en Málaga. Algo similar ocurre con el compositor vasco. Nos encontramos en todos los lugares aquello de que era un compositor francés, mientras que se obvia, se disimula, o se minimiza, su origen vasco y la influencia de la cultura vasca en su obra. Todo esto cuando él era vasco, vascoparlante, fue influenciado profundamente por la cultura y la música vasca, y resulta evidente que tenía un sentimiento nacional vasco que se proyecta en su obra inconclusa y poco conocida, Zazpiak Bat, de la que escribimos hace tiempo en nuestra web un entrada que , sinceramente, creemos que es de lectura obligada.
Ziburu, casa natal de Maurice Ravel.
El lo dejo muy claro en su relación de amistad con Aita Donostia, tan y como cuenta Josu Okiñena, pianista e investigador de la obra de Aita Donostia: cuando conoció al sacerdote donostiarra, en 1920, “tenía miedo a encontrarse con una música muy monástica, pero se llevó una agradable sorpresa por la sensibilidad musical de la obra”. Tanto que escribe a su profesor, Eugène Cools, para recomendarlo: “Un compatriota mío, porque ha de saber usted que los vascos tenemos dos patrias, Aita Donostia, me ha visitado para darme a conocer sus obras y pedirme consejo…”. “Es una evidencia objetiva -enfatiza Okiñena-, lo estamos leyendo en las fuentes primarias. No solo al analizar su obra se encuentran elementos de la música vasca, sino que él mismo confiesa que se siente vasco”. (Noticias de Araba 30/1272012)
Todo esto nos ha venido a la cabeza al leer la nota del Boise Weekly, en la que resaltan la influencia de la tradición vasca en la obra del Compositor. Algo que es difícil de encontrar en los artículos o notas al programa, y que incluso se pone en duda, o se relativiza, en las informaciones más enciclopédicas. Pero claro, por suerte para ellos, Boise está muy lejos de París o Madrid.
FUENTE: http://www.nabarralde.com/es/nabarmena/10839-maurice-ravel
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