domingo, 2 de marzo de 2014

ALDIZKARIA



DANTZARIAK



La inicial revista "Dantzari" y posteriormente, con la denominación de Dantzariak aparecen bajo las atentas directrices de Euskal Dantzarien Biltzarra. Asociación que desde sus inicios surge como órgano aglutinador de los grupos de danza o folklore que desarrollan su actividad en el marco cultural de Euskal Herria.
 
En su primera etapa y bajo el nombre de Dantzari, nace en Baiona el año 1966 y en su filosofía inicial, se constituye en punto de opinión y encuentro. Dicha revista "Dantzari" fue dirigida en sus 12 primeros números por Xabier Gereño. Durante estos primeros años se plantea, como eje motor la danza vasca (en todas sus facetas: recuperación o mantenimiento, divulgación y difusión o creación de nuevas composiciones coreográficas), danza y folklore en general o abrir el abanico a toda la cultura vasca (especialmente, preocupa el estado del euskera). Además desde la revista se hace hincapié en el mantenimiento de la relación con los grupos de danza o su reciente asociación, el fomento del debate sobre las líneas filosóficas a seguir, foros de discusión o cartas de opinión, concursos y alardes, partituras musicales y otra serie de curiosidades propias del momento.

Debido a la situación interna de Euskal Dantzarien Biltzarra, en 1969 se edita de nuevo la revista, pero ahora bajo la denominación de Dantzariak y en este periodo, se realiza desde Donostia a lo largo de sus primeros siete números (1970-1975). Periodo renovador que señala la especialización de la revista en torno a la danza tradicional y sus orígenes. Se inician los artículos de eruditos sobre algunas danzas vascas, la publicación o reedición de trabajos concretos y conferencias, referencias de la trayectoria histórica de algunos grupos e informaciones sobre el mundo de la danza y circulares informativas de la misma asociación.

Con un nuevo formato y planteamiento se vuelve a publicar la revista Dantzariak, en 1978 y su sede se va a situar en Bilbo, se opta por la creación de un consejo de redacción estable y progresivamente, en cada delegación va surgiendo un equipo de investigación serio que tendrá por objetivo el folklore de su territorio. Conjunto de elementos que propiciaron que fuese una época dorada, tanto por la cantidad publicada (3 números extraordinarios y la publicación del número 8 al 52) como por el nivel o calidad de los artículos.

Es más, se va a seguir desarrollando la labor divulgadora de la revista Dantzariak y a la vez, se va a incidir, especialmente, en la investigación folklórica. De este modo y siguiendo su cronología: los dos números extraordinarios y los números ordinarios 8 y 9 (1978-79) son dirigidos por el vizcaíno Mariano Luño Guzmán, a partir del número 10 al 30 (1979-85) el director será el alavés Jesús Fernández Ibáñez y la posterior y dilatada dirección, número 31 al 52 (1985-95) y la extraordinaria Dantzariak-Txistulari, pasa a cargo del navarro Mikel Larramendi Garbisu. En ella y durante esta época, se suceden una serie de focos de atención o prioridad:
  • Editoriales.
  • Historia de los grupos asociados.
  • Artículos de opinión y noticias.
  • Circulares internas.
  • Trabajos de investigación o difusión específica sobre danza o folklore.
  • Entrevistas a personas relevantes del mundo del folklore.
  • Partituras musicales y fotografías antiguas.
Además, gracias a la iniciativa de Javier Santamaría, en el numero 50 se realiza un interesante índice de los números publicados y destacando diferentes campos o posibilidades: lista de revistas, lista de danzas y lista de pueblos. Actualmente, desde el año 2006, Euskal Dantzarien Biltzarra ha editado un CD-rom con miras a servir de instrumento de ayuda en el campo del folklore y que se ciñe a la revista Dantzariak 1 al 52 (1970-95). Junto con ella, también se solían editar boletines informativos internos de carácter general (Dantzariak kazeta) o propios de cada delegación (Artazi).
 
Hoy en día, la asociación sigue en su línea de proyectar y divulgar el mundo del Folklore Vasco: ahí siguen sus diferentes publicaciones (en el 2006 y 2008, bajo la coordinación de Santi Rodríguez, se ha vuelto a publicar las revistas número 53 y 54), su terco empeño en la difusión y divulgación de la danza vasca, sus instrumentos musicales y la indumentaria o la búsqueda de nuevos horizontes u objetivos.

Entre sus cientos de artículos, podemos encontrar materiales interesantes cara a la información de una tradición concreta o de un conjunto festivo tradicional, trabajos puntuales propios de sistematizados estudios etnográficos o etnológicos e incluso, estudios comparativos o académicos de alto nivel. También conviene destacar el importante legado de fotografías antiguas y partituras inéditas que aparecen en sus páginas. Así como irrepetibles e interesantes entrevistas a personas relevantes de nuestro espectro cultural. Además, su diseño, maquetación y la riqueza de sus ilustraciones consiguió que fuese apreciada y valorada positivamente por el amplio número de suscritores y por los lectores en general, a pesar de ser un tipo de revista especializada. Y sirviendo, en todo momento, como puente de unión y cooperación entre la gente que la sacaba adelante y entre los lectores que se asomaban a sus variados contenidos.
 
A lo largo de su amplia trayectoria, su periodicidad y salida al público ha sido bastante irregular (desde cuatro números al año a una sola revista) debido, en buena parte, a la dificultad de conseguir artículos variados y de un cierto nivel o calidad. Pero lo que es indiscutible, que durante años ha sido un referente importante para el mundo de la investigación, divulgación y difusión, entre los colectivos y gentes aficionados a la danza y un medio de información cara al conjunto de grupos de danza existentes en todo el territorio de Euskal Herria.


 Fuente: http://www.euskomedia.org/aunamendi/27634


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