Danza,
pensamiento
y
creación
coreográfica
Desde el campo de la danza, el cuestionamiento sobre
los procesos de creación artística; así como la mirada acerca de las nociones
de coreografía y creación, entre otras, se han convertido en una verdadera
obsesión contemporánea. En este sentido, resulta interesante realizar
brevemente una mirada en torno de las variaciones conceptuales de estas
palabras.
Por Elisa Pérez Buchelli
Desde hace algún tiempo, asistimos internacionalmente a
una tendencia de nuevas búsquedas por parte de diversos sectores científicos,
artísticos y culturales, vinculada a necesidades de generar espacios para
entablar cuestionamientos y prácticas de autorreflexión, tendientes a poner en
discusión los procesos transitados en variados campos. En esta dirección,
especialmente en esta última década, desde el ámbito de la danza también se
desarrollan estrategias de autoanálisis.
La particularidad de este movimiento parece estar, no
tanto en la necesidad reflexiva como tal, sino más bien, en las modalidades de
ejecución adoptadas con las ideas generadas: intercambio, circulación,
horizontalidad, polifonía, interacción, difusión, entre otras. Esto se ha
puesto de manifiesto a través de una proliferación de eventos y congresos
internacionales , no ya únicamente concentrados en la exhibición de la
producción dancística, sino especialmente, interesados en indagarla,
analizarla, ponerla en discusión, comprenderla. Otro elemento novedoso es
la periodicidad de estos eventos, y su planificación progresivamente a través
del tiempo, que ponen de manifiesto la incorporación del concepto de creación
de conocimiento artístico como proceso, como construcción provisional
colectiva.
De este modo, desde el campo de la danza, el cuestionamiento
sobre los procesos de creación artística; así como la mirada acerca de las
nociones de coreografía y creación, entre otras, se han convertido en una
verdadera obsesión contemporánea. En este sentido, resulta interesante realizar
brevemente una mirada en torno de las variaciones conceptuales de estas
palabras.
La noción de “coreografía” es una categoría occidental,
no presente en culturas tradicionales orientales, en donde la figura del
“coreógrafo” es inédita. Etimológicamente, “coreografía” viene del griego
choros (coro; cuyo significado inicial era danza colectiva y posteriormente
canto colectivo ) y de grafía (relativo a la escritura). Significa, entonces,
desde este punto de vista: escritura de la danza colectiva. De este modo, se
usaba originalmente para designar la anotación del desarrollo de los bailes por
medio de signos, tarea realizada según esta acepción por el coreógrafo. A
partir del siglo XIX, estas palabras se usaron con significados distintos; el
coreógrafo era concebido como “el creador de bailes”, mientras que la
coreografía como “el arte de crear bailes”.
En la perspectiva histórica, creadores, intérpretes,
teóricos, historiadores y críticos, han continuado posicionándose de diversas
maneras en torno a este concepto, estrechamente vinculado a la danza como arte.
A grandes rasgos, entre las nociones más difundidas, vinculadas a los
paradigmas de danza clásica y moderna, de mediados del siglo XX, sin entrar en
el análisis de las teorías artísticas vinculadas, se ha concebido a la
coreografía en líneas generales desde los siguientes puntos de vista.
Lincoln Kirstein, autor muy influyente de numerosas
publicaciones respecto de la historia de la danza (especialmente acerca del
Ballet), define “coreografía” como la ciencia de colocar pasos juntos para
formar una danza y danzas separadas para formar una composición de danza o
ballet; también como diseño realizado por un compositor de patrones de danza
que comprenden el ballet . Otras acepciones corrientes, en sintonía, la asocian
con “una pieza bailada, su ordenamiento, su idea general traducida en
movimientos”.
Doris Humphrey, una de las figuras más relevantes de la
danza moderna, ha realizado un aporte teórico destacado para la danza a través
de la escritura de su libro sobre composición coreográfica, denominado “El arte
de crear danzas”. Se refiere a la creación en danza como “oficio coreográfico”,
viéndolo como elemento fundamental, más allá de la interpretación, para el
desarrollo de este arte, el cual debe trascender procedimientos intuitivos.
Con respecto a la creación artística, también se han
esbozado muchas interpretaciones. Superada la concepción platónica según la
cual la poesía, la música y la danza eran productos de la inspiración
individual, así como la noción aristotélica del arte como imitación, de
grandísima influencia para la teoría del arte hasta el siglo XIX; desde el área
incipiente de reflexión sobre danza se han manejado, en líneas generales, las
siguientes nociones. Se ha visto a la “creación” como “la asimilación
constructiva de elementos preexistentes en nuevas síntesis, nuevas normas o
formas de conducta artística, buscando satisfacer deseos estéticos”.
Desde el campo de la filosofía, Susanne K. Langer ha
realizado reflexiones sobre el arte, y dentro de este específicamente sobre la
danza, planteándose la cuestión de la “creación” como uno de los problemas
centrales del arte. Definiendo a la danza como imagen dinámica, concibe a la
creación como la formulación del artista de una realidad subjetiva objetivada,
que expresa sentimiento humano.
La idea del arte como producto “creativo”, constituye
una categoría innovadora. Se inscribe en el marco del pensamiento filosófico
del siglo XVIII, el cual introdujo un nuevo conjunto de términos (provenientes
de la teología), sin precedentes en el vocabulario de la crítica de arte,
incorporados por ésta después de la tercera década del siglo XX, y de gran
influencia hasta la actualidad, para especificar la naturaleza y criterio de
las obras de arte. Estos son, la idea de “contemplación” en la percepción de la
obra de arte (perceptual paradigm), y la obra de arte considerada como “un
mundo en sí mismo” (heterocosmic model). De acuerdo con esto último, en la
realización de la obra de arte, el artista no imita la realidad sensible de la
naturaleza (teoría mimética); sino que “imita” el poder creativo por el cual la
naturaleza produce esa realidad. De esta forma, el artista “crea” su propio
mundo, el cual es una totalidad autosuficiente y autogobernada; una segunda naturaleza.
A comienzos del siglo XXI, más allá de la relativa
vigencia y en gran medida coexistencia de la mayoría de las nociones sobre
coreografía y creación expuestas, sin embargo, estos conceptos continúan siendo
reformulados. A través de aproximaciones más contemporáneas, en muchos ámbitos
artísticos la noción de “autoría” comienza a ser relativizada. También se
cuestiona la idea de unicidad en el trabajo coreográfico, y la identidad misma
de “coreógrafo” como “el creador”. Asimismo, la categoría “creación artística”
como proceso de elaboración de la obra de danza está siendo resignificada.
Aspectos de la posmodernidad en el arte, como la simultaneidad, la
fragmentación, la intertextualidad, el uso de la cita, el trabajo sobre
referencias históricas, y en el caso de la danza, el hecho de la participación
activa de los intérpretes como generadores del material dancístico, contribuyen
a una tendencia de transformación radical, o aún “extinción” , del
coreógrafo tradicional.
Uno de los caminos transitados por la danza en esta
dirección, es, por ejemplo, entre muchos otros, el trabajo de la compañía
Wuppertal Dance Theater: “la importancia de Pina como creadora está en cómo
logró ampliar los horizontes del lenguaje de la danza, liberando la palabra
“coreografía” de su estrecho significado limitada a poner movimientos en un
cierto orden estético [...] Una compañía sabe mucho más de lo que un solo
coreógrafo puede saber. El método se basa en el conocimiento guardado en cada
cuerpo, haciéndolo exterior” . Otra de las características más salientes de
este “teatro de experiencia”, es la noción del trabajo creativo concebido desde
una dimensión fundamentalmente sensitiva, no intelectualizable ni pasible de
explicaciones lógicas.
Con respecto al proceso creativo, Bausch afirma: “De
repente, todo se acomoda en su lugar pero no hay un camino determinado [...]
Estas son las grandes proposiciones: No puedo decir cómo ni por qué los pasajes
llegan a la obra. No puedes forzar este proceso; sólo puedes seguir trabajando
pacientemente”. Art. publicado en www.movimiento.org
Entre ellos: Congress of Research in Dance (realizado
en EE.UU.); World Dance Alliance (con sede en diferentes ciudades); World
Congress on Dance Research (organizado por el Consejo Internacional de la Danza).
Esta tendencia se viene sintetizando en América Latina
a través de “Diálogos”.
En esta instancia, por razones de espacio, no abordamos
los supuestos ideológicos y las teorías artísticas que sustentan estos
posicionamientos conceptuales, ni sus relaciones con los contextos históricos
(políticos, económicos, sociales, culturales) en que se han desarrollado.
TATARKIEWICZ, Wladyslaw, “Historia de la estética. La
estética antigua”, Madrid, Akal, 1991, T. I, p. 22.
BULNES, Esmée, “Vocabulario técnico de la danza
clásica”; En: VAGANOVA, A, “Las bases de la danza clásica”, Buenos Aires, Centurión,
1945, p. 241
KIRSTEIN, Lincoln, “The Book of The Dance. A Short
History of Classic Theatrical Dancing”, New York, Garden City Publishing Co.,
1942.
PAHLEN, Kurt, “Diccionario universal de la música”,
Buenos Aires, “El Ateneo” Editorial, 1959, p. 88.
“Todos los conocimientos posibles acerca del oficio
coreográfico deben influir sobre el proceso creativo [...] La danza, como todas
las artes teatrales, es una síntesis, y el coreógrafo es responsable de la
justa armonización de los elementos”. HUMPHREY, Doris, “El arte de crear
danzas”, Buenos Aires, EUDEBA, 1965, pp. 41-42.
DUFRENSE, Jean, “Los estilos en el Ballet”, Buenos
Aires, Anaquel, 1945, p. 23.
Entendido ampliamente como todo lo que puede sentirse,
desde sensaciones físicas hasta emociones y tensiones intelectuales, entre
otros. LANGER, Susanne K., “Los problemas del arte. Diez conferencias
filosóficas”, Buenos Aires, Ediciones Infinito, 1966, pp. 11-34.
ABRAMS, M. H., “From Addison to Kant. Modern Aesthetics
and The Exemplary Art”; En: “Doing Things with Texts”, London, W. W. Norton
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GREINER, Christine, “A dança e seus novos corpos”; En:
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SERVOS, Norbert, “Pina Bausch - Wuppertaler Tanztheater
oder Die Kunst, einen Goldfisch zu dressieren”, [Pina Bausch - Wuppertal Dance
Theatre or The Art of Training a Goldfish], Seelze-Velber, Kallmeyer, 1996, pp.
286-287, En: “Goethe-Institut 50 Choreographers - Bausch, Pina –Portrait”, www.goethe.de
“Pina Bausch talks with Norbert Servos”, En: “Ballet International. Tanz
Aktuell”, English Edition, Erhard Friedrich Verlag GmbH & Co. KG, Issue 12,
December 1995, pp. 37-39.
Bibliografía citada:
- •“Pina Bausch talks with Norbert Servos”, En: “Ballet International. Tanz Aktuell”, English Edition, Erhard Friedrich Verlag GmbH & Co. KG, Issue 12, December 1995.
- •ABRAMS, M. H., “From Addison to Kant. Modern Aesthetics and The Exemplary Art”; En: “Doing Things with Texts”, London, W. W. Norton & Company. N. Y., 1989.
- •BULNES, Esmée, “Vocabulario técnico de la danza clásica”; VAGANOVA, A, “Las bases de la danza clásica”, Buenos Aires, Centurión, 1945.
- •DUFRENSE, Jean, “Los estilos en el Ballet”, Buenos Aires, Anaquel, 1945.
- •GREINER, Christine, “A dança e seus novos corpos”; En: “Repertório Teatro & Dança”, Salvador, Universidade Federal da Bahia, Ano 7, Nº 7, 2004.
- •HUMPHREY, Doris, “El arte de crear danzas”, Buenos Aires, EUDEBA, 1965.
- •KIRSTEIN, Lincoln, “The Book of The Dance. A Short History of Classic Theatrical Dancing”, New York, Garden City Publishing Co., 1942.
- •LANGER, Susanne K., “Los problemas del arte. Diez conferencias filosóficas”, Buenos Aires, Ediciones Infinito, 1966.
- •PAHLEN, Kurt, “Diccionario universal de la música”, Buenos Aires, “El Ateneo” Editorial, 1959.
- •SERVOS, Norbert, “Pina Bausch - Wuppertaler Tanztheater oder Die Kunst, einen Goldfisch zu dressieren”, [Pina Bausch - Wuppertal Dance Theatre or The Art of Training a Goldfish], Seelze-Velber, Kallmeyer, 1996, En: “Goethe-Institut 50 Choreographers - Bausch, Pina –Portrait”, www.goethe.de
- •TATARKIEWICZ, Wladyslaw, “Historia de la estética. La estética antigua”, Madrid, Akal, 1991, T. I.
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