domingo, 22 de marzo de 2015

LAS ALEGORÍAS EN LA DANZA



El Ballet italiano ligado a los modales cortesanos y la moda de las alegorías
LOS BAILES DE CORTE:
Desde su orígen y florecimiento en Europa Occidental y Oriental:
Las raíces históricas de la Danza Clásica se remontan al siglo XV y XVI, en el gran lujo de los bailes de los antiguos palacios de toda Europa, pero especialmente de lo que hoy conocemos como Francia e Italia, obedeciendo a aquel ambiente social que fue fuente del gran renacer cultural en Occidente. Creció durante el ocaso de la sociedad de los señores feudales, en los costosos espectáculos que se desarrollaban en los ampulosos salones de los palacios de Tullerías y del Louvre, luego de ser importada de Italia en el siglo XVI.

A continuación veremos cómo la danza clásica se ha gestado y desarrollado a lo largo de los distintos períodos históricos y cómo ha sido llevada a las distintas naciones, que han hecho los aportes y cambios más importantes para forjar la compleja estructura que comprende al arte de la danza.

ITALIA
La danza de la realeza:
Durante la época llamada Renacimiento, Italia no era aún una nación unificada, sino que era un territorio compuesto por una cantidad de estados que estaban gobernados por diferentes príncipes. Cada uno de estos estados vecinos se encontraban enfrentados por intereses de poder, razón por la que sus monarcas se disputaban entre ellos también el prestigio de su estado, e intentaban que su corte fuese la envidia de las otras. Dicha competencia por ser los mejores, los llevó a ostentar no sólo sus riquezas frente a los demás príncipes, sino a querer impresionarlos mediante el arte y la educación. Por ello alentaron a que la danza se hiciese popular, ya que servía a sus objetivos. Comenzó entonces la tradición de recibir a los príncipes extranjeros con espectáculos costosos y opulentos, en donde se conjugaban la pantomima, la poesía y la danza. Generalmente, los integrantes de la realeza integraban estos bailes con papeles protagónicos dignos de su majestuosidad; y así enviaban un doble mensaje mediante su espectáculo: demostraban el lujo de su corte y la figura imponente de Su Majestad. 

Ante los requerimientos de dicho arte, aparecieron por ese entonces los primeros maestros de danza y coreógrafos. Entre los principales estuvieron: Doménico di Piacenza y Antonio Cornazano, quienes luego serían utilizados como oficiales asesores en otras cortes de Europa. Realizaban puestas escénicas muy diversas, en donde las escenas se sucedían con muy poca relacion entre sí, recurriendo a temas de la mitología griega. No existían los escenarios, sino que se utilizaban los pisos del gran salón de los palacios para hacer las funciones, el público se ubicaba en las tres paredes de sus galerías, y en la pared restante del fondo se sentaba la realeza sobre un estrado.


Llegados a este punto, podemos decir que el ballet encuentra su origen en las diversiones de la corte real de este país, que estaban divididas en tres clases de espectáculos:
  • DISFRACES (Momeries).
  • CARNAVALES (Mascherate).
  • DIVERSIONES (Intermedii).
Dentro de las diversiones, durante los siglos XV, XVI Y XVII hubo un género conocido como "masque" -que al mismo tiempo que se desarrollaba en Italia alcanzando su máximo de perfección, lo hizo en otros países europeos con menos alcance-. La "masque" consistía en una reunión o ceremonial y social, muy de moda por esos años para los aficionados nobles y ricos, que combinaban la música instrumental y vocal, la poesía recitada y los bailes para la representación de piezas basadas en alegorías y mitología. Luis XIV en Francia, por ejemplo, realizaba éste tipo de diversiones en sus bailes de corte, en donde todos los participantes del espectáculo cubrían sus rostros con máscaras- y por ello el nombre de éste genero-. Solía ocurrir a menudo que artistas profesionales acudiesen para recitar, bailar o cantar en ellos. Varios historiadores creen que el ballet ha nacido a partir de las "masque", mediante una lenta transformación que llevó a la danza a tomar cuerpo e iniciarse como doctrina en Italia. 



El primer ballet italiano de grandes proporciones según el libro "La Danse ancienne et moderne" (1.754) fue un espectáculo coreográfico realizado en una gran fiesta de 1.489 durante el banquete de las nupcias del duque de Milán Galeazzo Visconti e Isabel de Aragón, despertando el interés por este arte en todas las cortes europeas. Estos primeros intentos aficionados eran realizados por los mismos nobles, y a esto se debe la simplicidad de los pasos - que en general no divergían demasiado de los de los bailes de salón -.

Ballet Ecuestre y figuras alegóricas en las coreografías:
Hacia el siglo XVI, las diferencias entre los bailes teatrales y los del salón aumentaron, dado que la danza teatral comenzó a ser más pulida y elaborada. En esta etapa, los maestros de danza se ocupaban también de unir el arte a los modales, dictando normas de etiqueta y elegancia a sus alumnos. La danza era un asunto de caballeros, así como la esgrima y la equitación, por lo que comenzó a adiestrarse a los caballos para que realizasen formaciones coreográficas. Así nació lo que desde el siglo XVI fue conocido popularmente como "Ballet Ecuestre", que se trataba de un conjunto de equinos muy bien entrenados que danzaban en movimientos de masas, destacándose por lo grandioso de sus espectáculos, donde los espectadores también formaban parte de la representación como caminantes entre los jinetes. Uno de los primeros espectáculos ecuestres fue que se hizo para unos festejos en honor al príncipe de Urbino, y como todos los de su clase contaba con un riguroso planeamiento de acuerdo a figuras geométricas. Como ejemplo de estos planes que realizaban los coreógrafos, que debían ser a la vez maestros de baile y de equitación, se realizaban una serie de gráficos con el detalle de los dibujos que formaban los caballos en dichos ballets (que hasta hoy día sobrevive como parte de la alta escuela de caballería de países como Viena).

Durante la misma época se crearon otras danzas de mayor relevancia, ya que se trataba de danzas bailadas por personas - y no por animales, como en la danza ecuestre-. Entre ellas se destacaron "la pavana", seguida de "la gallarda" en los festejos cortesanos, además de la courante -con grandes desplazamientos y corridas- y la lavolta -con giros y saltos en pareja-. La que ocasionó problemas morales fue la zarabanda, ya que sus movimientos se creían lascivos. Todos estos bailes eran realizados por bailarines de género masculino, ya que por costumbre de la época también los papeles femeninos de ballet estaban a su cargo. Las mujeres podían participar sólo de los bailes de salón dentro de la corte, donde se requería gran elegancia y refinamiento, pero menor virtuosismo técnico en sus pasos.

Igualmente todos estos bailes eran realizados en los salones reales, sean pertenecientes a un espectáculo con danza o en ocasión de un festejo de algún príncipe; y como ya hemos dicho, los espectadores se situaban en las galerías que bordeaban al recinto. Por tal razón, las coreografías se diagramaban según figuras -por lo general geométricas- que se formaban en el piso.
De la misma manera que ocurría con los ballets ecuestres, lo alegórico estaba de moda para reflejar simbólicamente los sentimientos. Así es que se observaban composiciones de círculos, rombos, cuadrados, triángulos y óvalos para lograrlo, ya que cada uno tenía su significado propio. Por ejemplo:
  • Tres círculos (cada uno dentro del otro): Eran signo de "la Verdad absoluta".
  • Un triángulo: Tenía en sí el símbolo de "la Justicia".
  • Dos triángulos (unidos entre sí): Eran significantes de "la Verdad revelada".
  • Dos cuadrados (uno conteniendo al otro): Se entendía por "la Virtud".
  • Letras o palabras: Se formaban también iniciales de nombres o palabras completas durante las representaciones.
En 1.518, Ludovico Ariosto ofreció en Italia sus "suppositi"; contando la fábula de la Gorgona pero en forma de ballet. Otra fiesta producida en el año 1.521 en el Castillo Sant' Angelo, auspiciada por el Papa León X, también se consideró como un verdadero espectáculo de danza.


* Luego de afianzarse en Florencia, la danza clásica llegaba hacia el siglo XVII a todas las cortes europeas, incluso hasta Inglaterra donde la reina Isabel la había adoptado como parte de su ejercitación, entusiasmada por este nuevo arte. Durante el período jacobino, los bailes en ese país fueron más populares y complejos, ya que con Enrique VIII; se realizaron las "mascaradas". Estas tendían a destacar mayormente el aspecto literario del espectáculo más que la coreografía, y es por ello que han contribuído más ala historia del arte dramático que a la de la danza.

* También fue llevada hacia Francia a pedido de Catalina de Médici (1.519-1.589), para esparcimiento de sus hijos Francisco II, Carlos IX y Enrique III, introduciéndolo en la corte al comenzar ella su reinado. Para este fin, consiguió la asistencia de varios maestros italianos que viajaron a Francia, como el coreógrafo Pompeo Diabono - que escribió "Gratie d'Amore" en 1.602 - y llegó a París en 1.554, y los también coreógrafos Virginio Brecesco, Ludovico Palvello, Ciampietro Gallino y Giesa. Cabe destacar a Baltazarini, quien luego de venir a Francia en 1.555 fue nombrado en su mérito por los servicios prestados a la corte, ayudante de cámara de la reina en el año 1.567; y al compositor fiorentino J.B. Lulli, creador de toda la música para los ballets de la corte de Luis XIV.

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