SIEMPRE
Bucear en el folklore mundial en busca del mismo dirigido a los extremos de nuestro calendario vital, no es tan sencillo. Pareciera que nunca fuimos niños y no llegaremos a ser adultos-mayores, nos evaporaremos antes. Todo pasa por ese ser adulto y pleno en facultades. La perfeccion-perpetua en un estado físico, siempre envidiando el del otro.
Así esta "falsa" Danza de los Viejitos de Mochiacan-Mexico, entre parodia y banaliza una necesidad. Seguir danzando. Zaratustra, cuyas palabras por su contundencia suenan más que reales, desmonta esa idea:
Yo sólo creería en un Dios que supiera bailar.
Cuando vi a mi demonio, le hallé serio y grave, profundo y solemne. Era el espíritu de la pesadez: por él caen todas las cosas.
No se mata con la ira, sino con la risa: ¡Matemos pues al espíritu de la pesadez!
Aprendí a caminar, y desde entonces, corro. Aprendí a volar, y desde entonces no tolero que me empujen para pasar de un sitio a otro.
Ahora soy ligero, ahora vuelo, ahora me veo a mi mismo por debajo de mí, ahora un Dios baila en mí”
La sensación no escrita, donde la edad roba al disfrute y la pausa inunda el compás musical. La alocada danza-juventud, ya pasó y ahora a ser formal y recatado. Todo en su sitio, no más que el básico de cada turno, y un adorno cada tres tandas, o no?
La diversión, no coarta en la danza, profundizar en ellla, paralelos al engrosar de nuestro calendario, nos hará, no sabemos si mejores bailarines, pero si divertidos siempre. Solo así no transitaremos el termino ex-lo que sea. sabiendo que siempre seremos, lo que queremos ser, seres danzantes!
AITOR ALAVA
26/3/18
0 comentarios:
Publicar un comentario