OLENTZERO
Origen
Lejos
de conocerse documentalmente el origen de Olentzero, las más antiguas versiones
tienen bastante similitud con la que José Miguel Barandiaran
dijo haber oido a un pastor de Aralar.
Contaba
aquel hombre que, por tradición oral, se había ido transmitiendo de padres a
hijos la historia de que un día de fiesta, quizá cuando se celebraba el solsticio de invierno, los
paganos o gentiles del lugar bailaban en la pradera de Matxabaleta, en Aralar,
cuando una nube se fue acercando al lugar hasta llegar a tapar el sol. Se
asustaron los allí reunidos y consultado el más anciano vaticinó que la nube
anunciaba la venida de Kixmi, que en el lenguaje del momento significaba la
llegada del Cristo, la venida del cristiano y el consiguiente final de su
cultura, por lo que gritó:
Sortu dek Kixmi, Galduak gaituk. Jauzi
mallotik bera¡ (¡Ha nacido Kixmi¡, ¡Estamos perdidos¡. ¡Arrojadme por los mallos¡.)
Cumplieron
los deseos del anciano y le arrojaron al precipicio en tanto que la nube fue
acabando con la vida de todos los pastores menos uno que pudo bajar corriendo
hasta los pueblos cercanos para anunciar la sucedido: era Olentzero que, en
versión cristiana, es el mensajero que comunica la llegada de Cristo mientras
que en la explicación primitiva representa el final de la cultura hasta
entonces existente. Olentzero también puede anunciar la llegada de la nueva
luz, la luz del sol, al tratarse de la época en la que los días comenzaran a
ser más largos.
En
Aralar el lugar donde se ubican los hechos relatados sigue siendo conocido con
el nombre de Jentillarri.
Personaje
simbólico precristiano que parece representar el fin del ciclo anual o el
solsticio de invierno. Su nombre tiene variantes en diversas localidades del
país: Olentzaro en Orexa, Lesaka y Arakil; Olentzero en Bera,
Irún, Oiartzun y San Sebastián; Orentzaro en Zarautz; Onentzaro
en Andoain; Orantzaro en Berastegi y Larraun. El área de este nombre
con sus variantes comprende, pues, la zona costera y Beterri en Guipúzcoa y una
parte de Navarra. Algunos de los temas que andan agrupados alrededor de este
nombre van ligados en otros sitios a nombres como Xubilaro (Arakil), Suilaro
(Sara), Xiularo (Uhart-Mixe), Suklaro (Salazar), Galerre
(Salvatierra y Alegría), Kalerre (Ullíbarri-Gamboa), Putierre
(Amarita). Según el historiador Isasti, de Lezo, con el nombre Onenzaro
era designada Nochebuena en el s. XVII y
dice que esa palabra significa "sazón de los buenos".
Resurrección María de Azkue
le atribuye la misma significación. Otras interpretaciones apuntan a cierta
época de las Antífonas de la O
o "época de Oleries" (Caro Baroja) o a la "época de Noel"
(Severo Altube). Satrústegui cree ver en la voz un eco más autóctono:
"Cabe,
sin embargo, una última posibilidad que permite desandar el camino evolutivo de
esta palabra, sin necesidad de recurrir a fuentes extrañas. Oles, es
término conocido y muy arraigado en las tradiciones vascas. Es el símbolo de
las canciones de ronda y significa cuestación. Todavía ahora en algunos pueblos
de Vizcaya (Olaeta, Ochandiano, etc.) se valen de la expresión olez-olez
ibili, para referirse a las cuestaciones de los muchachos. Quedan
vestigios fehacientes de que en Navarra se conocía asimismo esta acepción. En
la canción del Olentzero recogida en Urdiáin figura, incluso, dentro del
texto":
Olez,
olez,
bakallu jalez,
bost eta sei hamaika
txorixorik ez balin badago
igual dela lukainka.
bakallu jalez,
bost eta sei hamaika
txorixorik ez balin badago
igual dela lukainka.
Nombres y rituales
Parece
indudable, pese a las diversas caracterizaciones, que Olentzero
representa de alguna forma el final del año. La más común de las
representaciones es la de un hombre algo grotesco que hace su aparición en
Nochebuena. En Oiartzun es un carbonero que vive con su mujer; en Zarautz, que
tiene ojos rojos, sanguinolentos; en Elduaien, su cara es negra, tiznada con
carbón; en Larraun, tiene tantos ojos como son los días del año, más uno; en
Berástegi, aparece cargado de un haz de árgoma y con una hoz en la mano; en
Zarautz, Lizarra y Oiartzun es comilón; en Elduaien, Lizarra y Berástegi, en
Nochebuena se introduce por la chimenea en las casas y por tal motivo es
preciso limpiar previamente ese conducto; en Oiartzun, viene a la cocina cuando
la familia se ha retirado a dormir y se calienta al fuego del Olentzero
embor "tronco de Olentzero" que arde esa noche en el hogar; en
Berástegi, prende fuego a su haz de árgoma y así se calienta. En algunos
pueblos, como Oiartzun, Lesaka, Leiza, Goizueta y Arakil, representan a Olentzaro
con un maniquí gordo hecho con paja y trapos y, colocado en andas; así lo
llevan por las casas para hacer la cuestación de Nochebuena; los niños de día, los
mayores de noche. En Oiartzun existe también la costumbre de vestir de
carbonero a un muchacho y llevarlo en andas por las casas en lugar de hacerlo
con el maniquí.
Lo
mismo practicaban antes en Bera, Pasajes, Andoain y Elduaien. En los pueblos de
Larraun tienen colgada en la chimenea la imagen de Olantzaro con su
boina en la cabeza y una hoz en la mano hasta después de la misa del gallo; en
una ventana la tienen en Lesaka, Leiza y Arakil. En Bera y Oiartzun añaden que Olentzaro
es un pregonero que anuncia el nacimiento de Cristo. He aquí lo que cantan en
Oiartzun los jóvenes que hacen la cuestación con Olentzaro:
"Olentzero
juantzaigu
mendira lanera
Intentziyuarekin
ikatz egiter
Adittu duenian
Jesus jayo dela
lasterka etorri da
parte ematera".
mendira lanera
Intentziyuarekin
ikatz egiter
Adittu duenian
Jesus jayo dela
lasterka etorri da
parte ematera".
(Olentzero
se nos ha ido / al monte a trabajar / con intención de / hacer carbón. / Cuando
ha oído / que ha nacido Jesús / ha venido corriendo / a dar parte".
Finalmente,
los jóvenes de Lesaka queman en la plaza del pueblo el monigote que representa
a Olentzaro, un tragón insaciable:
Olentzero
guria
eziñ degu ase,
bakarrik jan dizkigu
hamar zerra gazte;
sayeski ta solomo
tripazayak haste,
Jesús jaio dalako
konsola zatezte
eziñ degu ase,
bakarrik jan dizkigu
hamar zerra gazte;
sayeski ta solomo
tripazayak haste,
Jesús jaio dalako
konsola zatezte
Olentzero,
buru haundia,
entedimentu gabia,
bart arratsian,
eran omen du
bost arruado Zagia.
buru haundia,
entedimentu gabia,
bart arratsian,
eran omen du
bost arruado Zagia.
ay
urde tripa haundia!
Orra, orra, gure Olentzero
pipa hartzen duela
exerita dago
kapoiak ba ditu
Arrautzatxuakin
bihar berendatzeko zato arduakin.
Orra, orra, gure Olentzero
pipa hartzen duela
exerita dago
kapoiak ba ditu
Arrautzatxuakin
bihar berendatzeko zato arduakin.
Jayo
da, jayo da
Jaungoikuaren semia,
jayo da, jayo da
gure pozgarria.
Jaungoikuaren semia,
jayo da, jayo da
gure pozgarria.
Belengo
portalian
gabaren erdian,
gayo da gure Jesús
estalpe batian...
gabaren erdian,
gayo da gure Jesús
estalpe batian...
Jayo
da, jayo da...etc.
En
varias localidades alavesas se encienden fogatas por Nochevieja y queman un
pellejo de vino que representa el año que se acaba y lo llevan encendido por
las calles mientras cantan: Erre pui erre, a quemar el culo a Putierre
(Amárita). Algunos de los nombres, como también los monigotes y los fuegos de
Nochebuena y Nochevieja, aparecen relacionados con un madero especial que arde
por Nochebuena en muchos lugares del país. Subilaro parece que tiene
uno de sus componentes -subil "tronco de árbol"- con clara
referencia a dicho madero, entre cuyos nombres figuran: Olentzero-enbor
(Oiartzun), Onontzaro-mokor (Larraun), Gabon-subil (Anzuola y
Abadiano), Gabon-mukur (Bedia), Gabon-zuzi (Zegama), Gabon
(Trespuentes), Porrondoko (Salvatierra), Subilaro-egur
(Aezkoa), Suklaro-egur (Salazar) y Sukubela (Liginaga). Este
madero es colocado en el fuego del hogar por Nochebuena. Es práctica observada
en casas de Llodio, Trespuentes, Salvatierra, Bedia, Otxandiano, Arratia,
Abadiano, Placencia, Anzuola, Zegama, Oiartzun, Eskiroz, Eraso, Arakil,
Salazar, Liginaga, etc.
En Eskiroz y
Elkano son tres los maderos que ponen al fuego esa noche: uno dedicado a Dios,
otro a Santa María y el tercero a los que habitan la casa. En Eraso y en Arakil
ponen, además, un palo consagrado a cada uno de los habitantes de la casa, más
otro para los pordioseros. En Trespuentes el Gabon o tronco de
Nochebuena solía ser muy grande y estaba en el hogar durante todo el año; en
Larraun lo tenían al fuego durante el día y la noche de Nochebuena; en Llodio y
Salvatierra, hasta Nochevieja; en Arratia, Otxandiano y Salazar, sólo por
Nochebuena. En Olaeta encienden en el hogar un tronco de haya por Nochevieja y
queman a su lado la parte que restó del que ardió el año anterior. Créese que
el tronco de Gabon, por haber ardido en el hogar por Nochebuena, posee
virtudes particulares. En Oiartzun preparan en su fuego la cena de esa noche.
También en Anzuola y Abadiano practican lo mismo y, además, después de la cena
todos los miembros de la familia se calientan colocados a su alrededor.
En Elduaien
procuran hacer una gran fogata esa noche; de lo contrario, podría bajar por la
chimenea Olentzaro armado con su hoz y destruir a todos. En Eskiroz
colocan el tronco que fue dedicado a Dios por Nochebuena, en el portal de la
casa el día de Año Nuevo o de San Antonio Abad y obligan a pasar encima del
mismo a todos los animales domésticos: así éstos no morirán de accidente
durante el nuevo año. La misma costumbre era practicada antes en Oiartzun y en
Arakil. En Salvatierra lo vuelven a poner en el hogar cada vez que se presenta
una tormenta con mucho estruendo a fin de alejar la nube peligrosa. En
Otxandiano y en Arratia, en las casas donde hay un toro semental, colocan
durante la cena de Nochebuena dos palos en el fuego del hogar para que se
quemen por un extremo. Después lo sacan, hienden uno de ellos, ponen el otro
atravesado en la hendedura de suerte que ambos formen una cruz. Esta es
colocada luego en la cuadra del toro a fin de evitar que al animal le
sobrevenga durante el año la enfermedad llamada maminpartidu. En
Aezkoa conservan el tronco o sus carbones para encenderlos y producir la
fumigación que puede curar el endurecimiento de la ubre cuando las vacas
padecen esta enfermedad. En Olaeta el madero que ha ardido en el hogar por
Nochevieja es llevado luego, después de la cena familiar, al establo, a fin de
alejar las enfermedades del ganado. En Amorebieta creen que la comadreja no
perjudica a los habitantes ni al ganado de una casa si en su hogar ha ardido el
tronco de Nochebuena.
No dejan que se
apague el fuego durante esa noche; de lo contrario, temen que antes de uno año
muera algún familiar. En Bedia conservan el tronco de Nochebuena o sus
carbones, los cuales bendicen la casa, según es creencia en el lugar. En
Liginaga atribuyen al tronco de Nochebuena la virtud de hacer que nazcan
hembras en el rebaño. En Ibárruri la ceniza que el fuego de Nochebuena produce
en el hogar es llevada a las heredades o tierras de cultivo el día de San Esteban
y allí es lanzada en forma de cruz a fin de desterrar a los animales dañinos.
En Eraso, en cuanto uno muere, le colocan a su lado el palo de su nombre que
ardió en el hogar por Nochebuena. Las prácticas relativas a Olentzaro
-época, personaje, tronco de Nochebuena y fogatas- se asemejan a las de San
Juan o solsticio de verano y reproducen las formas, un tanto cristianizadas, de
varios ritos y ceremonias simbólicas o mágicas muy usuales en las religiones
indoeuropeas. Este personaje se hallaba semiolvidado en la postguerra y su
exhumación, similar a la de otros temas folklóricos, se debió al nuevo
nacionalismo vasco de los años 60. En los 70 su llegada fue asimilada a la de
Santa Klaus o Papa Noel en la
Nochebuena, llegada esperada por los niños por ir acompañada
de regalos y elementos misteriosos atribuidos antes a los Reyes Magos. Esta
novedad fue introducida también por el nacionalismo especialmente en el mundo
de las ikastolas.
José Miguel de Barandiaran Ayerbe
Javier María Sada Anguera
2012
Javier María Sada Anguera
2012
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