lunes, 24 de febrero de 2014

EL BAILARIN TÁBANO



EZPATAK
 

¿COMO LA USAMOS?
 
Ya en 1486, en Gasteiz, aparecen unas ordenanzas que advierten:

#Se castigará con la multa de sesenta maravedises a los que hiciesen danzas de espadas, por los escándalos y derramamiento de sangre que ocasionan con ellas."

EL EZPATA DANTZARI


                                Que es ?
Que vemos?

Que nos evoca?
                                             Como surgió?
 
Juan Antonio Urbeltz nos dice:
 

…llevamos más de ochenta años de desconcierto folclórico y cultural. Tan grande que pensamos que la 'ezpata dantza' es un baile guerrero. Nos faltan intelectuales capaces de trascender la metáfora y nos sobra ese complejo de inferioridad que sentimos hacia nuestras danzas.

 Todavía permanece muy patente el color blanco en algunas de estas danzas que han podido llegar hasta nuestros días. Y con el blanco, el rojo de fajas y aditamentos de la vestimenta.





De la mano de la ezpatadantza podemos acudir a emplazamientos muy peculiares o privilegiados como San Miguel de Arretxinaga, con sus tres enormes rocas cristianizadas en el interior de la ermita posterior,



la ferrería de Mirandaola en Legazpia,

  San Roque de Deba, excelente “miraculum”,

Milagro, en Nafarroa,



al igual que Nuestra Señora de la Antigua, en Zumárraga;


 




también San Juan de Arramele en Tolosa, 


o los bordes pétreos del río Onín a su paso por Lesaka; 



 Larramendi

 

ya emplea el término paraje al hablar de la ezpatadantza y esto tiene, en cierto modo, lo suyo de enigmático: “la danza con su enredo de espadas, puentes o bóvedas sube hasta el altar, o persona, o paraje a quien se quiere festejar”.


 ¿Qué finalidad o significado tiene todo esto? No es fácil contestar. Evidentemente no se trata de una mera diversión festiva o un simple
espectáculo.

 
El “degollao”, o el “ahorcao”, es un personaje complejo. En un principio es guía, es capitán, es maestro, es sabio. A pesar de todo, es ejecutado por esa gran población danzante y sacerdotal de color blanco y rojo a la que ha guiado, que muy bien puede representar a todo un pueblo. El grupo mira siempre al frente, a lo intangible, a las dimensiones sobrenaturales infinitas.
 

Nuestros antepasados sufrieron no pocas calamidades. Las pestes y las plagas diezmaban poblaciones y comarcas enteras. 

De ahí los votos que sus regidores formulaban a diferentes santos especialmente batalladores contra esas mortales contrariedades: San
Sebastián, San Miguel, San Jorge, San Martín, etc. míticos santos guerreros y vencedores.

Pero esto no bastaba. Con esta recia
farmacopea celestial no acababa todo. Había que buscar al culpable. Búsqueda, captura, juicio, sentencia y ejecución de ese culpable están todavía muy presentes en la necesaria crueldad de la fiesta. El malhechor, en principio, no tiene fecha en la historia. Por eso mismo,  el hombre le ha puesto un nombre y le ha impuesto una biografía, clavándolo en el tiempo, para así intentar entender o justificar algo de estos extraños rituales.

Sin embargo, aún queda en ese antaño atemporal otra opción todavía más sorprendente: negociar con los causantes del mal. Esto nos lleva a hablar de otro tipo de bandidos; unos bandidos  diminutos, infinitamente numerosos y astutos. Sir James George Frazer nos trae numerosas noticias de juicios y concesiones a ratas, topos, insectos,
etc. en la Europa bajomedieval y la de tiempos inmediatamente posteriores. La sentencia suele acabar, por obra del abogado defensor de las alimañas, en la concesión de un terreno en donde éstas puedan vivir tranquilamente sin tener que hacer algún daño al hombre, con la

condición de que el hombre tampoco les moleste a ellas. El abogado defensor conseguía aún muchas cosas más. En 1519, en Stelvio, en el Tirol, sigue contando Frazer, el juez, haciendo gala de una gran humanidad, dio un plazo ampliado de catorce días en beneficio de
aquellas ratas que pudiesen hallarse preñadas o bajo la carga de hijos de corta edad. No es el único caso. Sorprendente.
 
En el archivo municipal de Tutera:

se conserva una denuncia criminal ante el tribunal eclesiástico contra la arañuela y demás insectos y gusanos incógnitos que destrozaban los viñedos. Se dio poder a tres ciudadanos para que siguieran la causa. Estamos en la Tudela de 1529. José Mª Iribarren, incrédulo y jocoso al mismo tiempo comenta:


se figura uno a la arañuela malita sentada en el banquillo(…) y ante ellos, armados de cristales de aumento, los graves jueces eclesiásticos, pronunciando sentencia de muerte contra los acusados.
 
La víctima sale de su derrota y se convierte en un ser vivo y vivificante. El “degollao” es alzado y comulgado por la comunidad, que de nuevo se siente segura; vuelve a ser el líder. El “maisu” se manifiesta ahora poderoso y desafiante contra el mal y sus astutos causantes. Sin embargo, a pesar de esta hierofanía final, los minúsculos
malhechores van a seguir amenazantes desde su hábitat, desde sus reservorios. El exorcismo tendrá que repetirse el año que viene o todas las veces necesarias.
El “degollao” es pastor y es cordero sacrificado; es reo expiatorio; es víctima y es sacrificador triunfante a un tiempo en el  mismo ceremonial.
  
El bailarin  tabano

Las plagas

Las cosechas

Los conjuros

Las plegarias

Los agijones


Espada o espata significa además tábano o mosca del caballo, eso nos da una nueva interpretación de los espatadantzaris, que pueden ser bailarines tábanos, algo impensable por insólito, pero yo defiendo que es así porque el arma los dantzaris la utilizan como un aguijón, cogiéndola con las dos manos para atacar y defender como un conjurador".  J.A.Urbeltz


                Santikutz egunean Legazpin.



                                                    Aitor Alava

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